Ideas para el debate

 

Ideas para el debate

Claves para la adaptación saludable a los cambios:

  • Conocimiento de uno mismo
  • Esperanza y optimismo
  • Confianza en uno mismo
  • Entusiasmo y flexibilidad
Las personas de talante optimista y confiado, que tienden a ver las cosas en su aspecto más favorable, se adaptan mejor a los cambios que aquellas personas propensas a juzgar las cosas por el lado desfavorable.
Las personas que tienen una disposición abierta y confiada experimentan más alegrías y más situaciones gratificantes que aquellas que tienen una tendencia a explicar los sucesos de la vida desde un marco negativo, cerrado y desconfiado.
Las personas poseemos una gran fortaleza y resistencia para superar los retos más duros y agotadores. Ante estos cambios más penosos, necesitamos sentir ilusión y todos requerimos promesas de alivio, de descanso y de curación.
El significado que le damos al dolor no es igual en todas las personas. El grado de sufrimiento que resulta insoportable para algunos, puede ser tolerable para otros.
El nivel de tolerancia al estrés y a la frustración depende de las siguientes características:
  • Temperamento individual
  • Apoyo social
  • Capacidad de adaptación
  • Propósito que cada uno asigna a su vida
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La mayoría de las personas superamos los traumas con el tiempo.

La capacidad natural de adaptación hace que el placer o el dolor (que nos produce un cambio repentino, positivo o negativo), por intenso que sea, disminuya con el paso del tiempo.
Para adaptarse saludablemente a los cambios relacionados con el envejecimiento hay que:
  • Adaptarse poco a poco a una perspectiva diferente del tiempo.
  • Aceptar la inalterabilidad de la vida ya vivida.
  • Reconciliarse con los conflictos que no se resolvieron y con errores que no se rectificaron.
  • Mantener relaciones estimulantes con otros mayores y pequeños: participar en la vida de los seres queridos.
  • Adoptar un estilo de vida razonablemente independiente y activo.
Las personas mayores que conservan activos el cuerpo y la mente, que se esfuerzan por aprender cosas nuevas y que se comunican, experimentan una vejez más gratificante.
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Conferencia

Como la trayectoria tortuosa e impredecible que sigue la hoja al caer del árbol, nuestro viaje por el mundo está salpicado de acontecimientos afortunados que nos alegran y de sucesos penosos que nos conmueven.
El estudio de los efectos de los cambios en los seres humanos nos sitúa, por un lado, frente a nuestra fragilidad ante ciertos avatares de la vida. Por otro lado, sin embargo, nos muestra cómo la mayoría de los hombres y las mujeres, mayores y pequeños, se adaptan saludablemente a las vicisitudes que se cruzan en su camino. Quizá no pueda ser de otra forma. No es fácil concebir la supervivencia de una especie tan inteligente y tan habilidosa como la nuestra, sin que la mayor parte de sus miembros supere las adversidades y sienta que vivir merece la pena.
Se me ocurre que, antes de entrar de lleno en el tema de esta conferencia, quizá deberíamos brindar por nuestros antepasados que vivieron hace muchos milenios. Pues la verdad es que gracias a su entusiasmo, a su esperanza, a su tenacidad, a su ingenio y al impresionante desarrollo que impulsaron, podemos decir que nunca hemos vivido tanto ni tan saludablemente como ahora. Además, nadie mejor que ellos personifica el lema de este programa de salud "La vida es cambio. El cambio es vida."
Imagino que, en el momento en que los hombres y las mujeres de un ayer tan lejano adquirieron conciencia de sí mismos y de su entorno, se les iluminó la cara con una enorme sonrisa y saltaron de alegría. El motivo de su incontenible júbilo fue que intuyeron que les había tocado la gran suerte de vivir en un mundo fértil y hospitalario, en el que no sólo podrían alimentarse y subsistir, sino además poner en práctica sus talentos naturales y disfrutar, junto con sus seres queridos, de todo lo bueno que la tierra les ofrecía.
En muchos sentidos, la existencia de nuestros ascendientes antediluvianos no era nada fácil. Tenían que resguardarse constantemente de las fuerzas implacables de la naturaleza y de las embestidas de las fieras hambrientas que les acechaban. Pese a esas dificultades, estoy seguro de que mantenían una admirable inclinación al optimismo, a ver las cosas considerando sus aspectos más positivos y gozaban de un talante esperanzador. La razón es que estos rasgos formaban parte de su instinto de conservación, de su equipaje genético y eran transmitidos de generación a generación.
Y es que, gracias a la inexorable fuerza de selección natural, encargada de favorecer las cualidades físicas y mentales útiles para la conservación de la especie y de descartar las inservibles, nuestros ancestros disponían de unas cuerdas vocales melódicas, de un cuerpo ágil, de robustas mandíbulas dentudas y de manos habilidosas y potentes. Pero además contaban con una actitud optimista hacia sí mismos y sus circunstancias, que les protegía y les ayudaba a luchar sin desmoralizarse contra las agresiones del medio ambiente.
La disposición positiva también les motivaba a hacer realidad sus ilusiones. Por eso, en lugar de contentarse con vivir en cuevas y aguardar pasivamente los efectos del lento proceso evolutivo natural, nuestros inconformistas e ingeniosos predecesores decidieron acelerar el progreso de la humanidad. Beneficios precoces de su resolución incluyen la agricultura y la domesticación de animales, la construcción de las primeras ciudades, el descubrimiento de la escritura y el auge de las ideas, las ciencias y las artes, que componen lo que llamamos civilización.
Con el tiempo, no tardaron en surgir cientos de sabios que cultivaron las raíces de la razón y del conocimiento, y descifraron las leyes del Universo. Simultáneamente, un ejército de geniales inventores se encargó de aplicar las teorías científicas a la práctica. Entre los frutos prodigiosos de su trabajo creativo, se encuentran las vacunas, los antibióticos y demás remedios milagrosos contra epidemias y enfermedades mortíferas, y una lista interminable de aparatos asombrosos, como la imprenta, la luz eléctrica, el motor de explosión, el teléfono, la lavadora, la televisión o Internet. Todos estos avances no sólo sumaron años a la vida del género humano, sino que además añadieron bienestar a los años..
Resulta curioso, sin embargo, que la mayoría de la gente casi nunca reflexione sobre el increíble progreso que ha experimentado nuestra calidad de vida a lo largo de los siglos. De hecho, la idea del poeta de que cualquier tiempo pasado fue mejor, es muy popular. Parece que casi siempre idealizamos el ayer y reivindicamos el "honor" de vivir en los momentos más desafortunados de nuestra historia.
Es obvio que todavía hay pueblos que viven subyugados por las enfermedades, la pobreza, la violencia y las injusticias sociales. Pero no es menos evidente que, hasta hace poco, la muerte merodeaba por todos los hogares del planeta mucho más de lo que hoy rondan la depresión, el cáncer, el divorcio y el desempleo juntos. En mi opinión, no hay nada más responsable de la glorificación y la añoranza del pasado que una mala memoria. Por eso, recomiendo hacer una breve reflexión histórica de vez en cuando
Hecho este brindis de agradecimiento a nuestros antepasados, que con sus esfuerzos y creatividad nos han librado de muchas tormentas y nos han abierto el camino para buscar la felicidad, pasemos a analizar la adaptación de las personas a los cambios.
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Nuestros cambios

Los seres humanos reaccionamos constantemente a las exigencias de nuestro cuerpo y de nuestro entorno. El calor nos hace sudar y el frío tiritar, los embotellamientos de tráfico nos exasperan, los agobios de dinero nos desvelan, los rechazos sentimentales nos entristecen y las enfermedades nos intimidan. También es verdad que existen sucesos estresantes que nos hacen vulnerables a las depresiones, a las enfermedades del corazón, a las infecciones y a los trastornos digestivos. Pero la gran mayoría de los cambios de la vida nos afectan temporalmente. No pocas noches nos vamos preocupados a la cama y nos despertamos alegres al día siguiente..
Tenemos una enorme aptitud para ajustarnos a las circunstancias más inesperadas y recuperarnos de las coyunturas más extremas. Por ejemplo, numerosos estudios sobre los efectos de los diarios bombardeos en Londres por aviones alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, demuestran que los londinenses se organizaban el día a día, mantenían la calma, iban a trabajar e incluso se permitían el buen humor contando chistes durante sus noches en los refugios.
La gama de cambios que nos pueden afectar física y mentalmente es muy diversa. Unos cambios son esperados, como la boda de un hijo que desde hace años mantiene una relación estable de pareja, la mudanza que hemos planeado durante meses, o la muerte de un pariente de 90 años que lleva en coma seis meses a causa de una dolencia terminal. También hay cambios inesperados o imprevistos, como descubrir que la pareja nos engaña, un accidente de coche, o que se nos queme la casa en un incendio. Los cambios repentinos nos cogen totalmente de sorpresa, como un ataque de corazón, un terremoto o la muerte súbita de alguien cercano. Por el contrario, los cambios progresivos evolucionan lentamente, como el envejecimiento natural o el despido de un trabajo en el que llevábamos mucho tiempo teniendo enfrentamientos serios con la jefa. Unos cambios son transitorios o pasajeros, por ejemplo, una fractura de un brazo a consecuencia de una caída, el embarazo, un enfado familiar sin gran importancia, o cuando nuestro equipo favorito pierde un partido. Otros sucesos tienen consecuencias permanentes, como la jubilación, la diabetes o el divorcio. Todos experimentamos contratiempos triviales que no afectan a nuestra vida a largo plazo, como una avería en el televisor que nos impide ver nuestro programa favorito, o el día que se nos estropea una comida y tenemos invitados en casa. Pero también vivimos cambios significativos, de gran importancia, que alteran nuestro estilo de vida, como el nacimiento de un hijo o la muerte de la pareja.
Finalmente, hay experiencias traumáticas, como cuando somos víctimas de un grave desastre natural, de una guerra o sufrimos malos tratos en el hogar. Estas desdichas pueden ser tan abrumadoras que causen lo que en psiquiatría llamamos estrés postraumático. Los síntomas más típicos de este trastorno incluyen los sentimientos de indefensión y de terror, el acoso de la mente por los recuerdos más estremecedores del suceso, las pesadillas, la tensión nerviosa, la depresión y las fobias. Los afligidos por un trauma reaccionan con irritabilidad a provocaciones sin importancia, experimentan dificultad para conciliar el sueño y viven durante mucho tiempo obsesionados con lo que les ha ocurrido.
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Efectos de los cambios

Debemos tener en cuenta que las desgracias no nos afectan a todos de la misma forma. El grado de sufrimiento que resulta insoportable para unos, puede ser tolerable para otros. Además, los efectos psicológicos de una desventura también pueden ser diferentes en una misma persona dependiendo de la edad, de sus circunstancias o de su estado de ánimo.
Entre los sucesos que causan más dolor despunta el fallecimiento de la pareja o de un hijo. Los adultos que pierden a su pareja se sienten, primero, abatidos por la confusión y, después, abrumados por el duelo. Muchos intentan desesperadamente ajustarse a una realidad para la que no existe preparación. El recuerdo desconsolador se transforma en un enorme agujero en el que buscan sin descanso a la persona amada desaparecida que, precisamente por estar ausente, está siempre presente. Cuando muere un hijo el impacto es especialmente incomprensible y demoledor. Todos los padres que pierden un hijo tratan inútilmente de encontrar el significado de lo ocurrido.
Con excepción de casos extremos, la duración de los efectos de estas terribles pérdidas no pasa de dos años. Con todo, no podemos negar que existen personas que quedan marcadas permanentemente y hasta el final de sus días presentan un balance negativo de sus vidas.
Las rupturas de relaciones de pareja importantes son procesos personales duros y angustiantes que, a menudo, dañan la salud física y socavan la estabilidad emocional de los protagonistas. Precisamente, los expertos en salud pública utilizan el índice de divorcios de un país para planificar ciertos servicios sanitarios, pues las personas en trance de romper su matrimonio, comparadas con la población general, sufren más depresión, alcoholismo, hipertensión, infecciones y trastornos digestivos.
No obstante, la mayoría de las parejas que deciden romper porque sus relaciones infelices son incurables, encuentra la luz al final del túnel del divorcio. La ruptura, para esas parejas, se convierte en la única medicina que les va a permitir, algún día, disfrutar de una nueva relación dichosa. Casi todas las personas que se divorcian, pronto sueñan con encontrar una nueva pareja. Muchas -cuatro de cada cinco en Estados Unidos- contraen un nuevo matrimonio antes de que hayan transcurrido tres años. En este sentido, la separación supone un cambio, pero también continuidad, un final y un principio, el derrumbamiento de ideales frustrados y el manantial de nuevas ilusiones.
En cuanto a los cambios relacionados con la salud, resulta curioso que las enfermedades nos turban más de lo que nos alegra la buena salud. Un cuerpo y una mente saludables no son una garantía de felicidad, pero sí nos ayudan a buscarla. La verdad es que siempre han existido personas excepcionales muy sufridas, que ven en el tormento de la enfermedad el peaje de la fortaleza espiritual. Mas lo normal es que el dolor, la incapacidad, la angustia o la dependencia, tanto si somos nosotros los afectados como si se trata de seres queridos, absorban nuestra energía y agoten nuestro entusiasmo para perseguir la dicha.
Los seres humanos poseemos una increíble fortaleza para superar las dolencias más debilitantes. Es de sobra conocida la tendencia de muchos enfermos a aceptar sus limitaciones y a basar su nivel de felicidad en las posibilidades de disfrutar el presente y no en lo que podía haber sido y no es. De hecho, el bienestar subjetivo de enfermos crónicos de diabetes, hipertensión, artritis o asma es muy parecido al de personas sanas. Y no son pocos los que, después de perder facultades físicas y mentales, no sólo recobran su nivel normal de contentamiento, sino que hasta resurgen más maduros y equilibrados.
Parece increíble, pero la mayoría de las víctimas de accidentes de automóvil que sufren una lesión de la médula espinal paralizante e irreversible, dos años más tarde han recuperado el nivel de satisfacción con la vida que tenían antes del siniestro. Un estudio reciente informaba sobre el grado de dicha de un grupo de sesenta niños y niñas que, siendo menores de 14 años, sobrevivieron a quemaduras masivas del 70 por 100 de su cuerpo, y presentaban deformaciones y limitaciones físicas imposibles de corregir. El grado de felicidad que sentían esos pequeños era, dos años después de su accidente, muy similar al de otro grupo de criaturas sin problemas físicos.
Como inciso recordaré que la tendencia a volver a nuestro nivel normal de satisfacción con la vida también se manifiesta después de un cambio positivo. Por ejemplo, los estudios sobre los afortunados que ganan millones en la lotería o las quinielas demuestran que, excepto en el caso de personas muy pobres, la mayoría de los ganadores no se siente más feliz un año después del golpe de buena suerte.
En cuanto a cambios en el trabajo, está demostrado que la pérdida inesperada del empleo supone casi siempre un golpe duro para las personas. El despido suele ser interpretado, por los afectados y la sociedad, como un fracaso. Además del impacto negativo que pueda tener en la seguridad económica de la persona y su familia, el cese involuntario daña la autoestima, la confianza y el sentido de control sobre la propia vida.
La jubilación forzosa constituye una causa de ansiedad y desánimo para aquellos a quienes un empleo representó la fuente principal de gratificación personal y de reconocimiento social durante la mayor parte de sus vidas. Muchos ven la jubilación como el retiro forzoso de la vida. Por eso es tan importante que la sociedad ofrezca alternativas a las personas jubiladas, para que quienes lo deseen tengan la oportunidad de participar en proyectos, ampliar su formación, potenciar sus habilidades y contribuir a causas relevantes.
Un cambio progresivo inevitable es el envejecimiento. Es cierto que el envejecimiento del cuerpo y de los sentidos disminuye poco a poco nuestra libertad de acción, mientras que los órganos internos nos llaman la atención con sus averías, y las limitaciones económicas a menudo restringen la capacidad de tomar decisiones libremente. Pero también es verdad que las connotaciones negativas y los prejuicios sociales que hoy rodean a la vejez no ayudan a adaptarnos a este cambio esperado y progresivo natural. No obstante, cada día más personas mayores convierten el paso de los años en una experiencia de participación, de sabiduría y de dicha.
No olvidemos que lo que de verdad nos perturba no son los cambios relacionados con la edad, sino el significado que le damos al paso de los años.
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Ingredientes de la capacidad de adaptación

Los seres humanos nacemos y nos hacemos. Nuestra capacidad de adaptación tiene tres tipos de ingredientes. Unos son genéticos, otros forman parte de nuestra personalidad y el tercer grupo lo forman las estrategias que podemos aprender.
  1. Los genes

    El componente genético de nuestra capacidad de adaptación se refleja en la constitución que traemos al mundo. Cualquiera que haya observado el temperamento de recién nacidos, habrá podido constatar que no hay dos bebés iguales. Unos son activos, otros muy tranquilos, unos son cautelosos y otros muy expresivos. La constitución de los pequeños depende de los genes que reciben de su padre y de su madre -aunque las vicisitudes del embarazo también pueden influir-. Por eso, los gemelos idénticos o univitelinos, que portan exactamente los mismos genes, son tan parecidos. Se asemejan no sólo en el físico, sino también en sus aficiones, en la predisposición a ciertas enfermedades y en muchos aspectos de su manera de ser. Su parecido es sorprendente aunque hayan crecido desde el nacimiento separados en hogares diferentes.
    De todas formas, se calcula que los factores genéticos controlan sólo un 30 por 100 de la capacidad de adaptación de las personas. Lo que quiere decir que la mayor parte depende de lo que nos pasa después de nacer. En el fondo, nuestra verdadera herencia es la propia capacidad para hacernos a nosotros mismos, no como esclavos de un destino labrado en el ADN, sino como sus forjadores.
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  2. La personalidad

    Nuestra capacidad de adaptación está relacionada con la gran plasticidad o capacidad para transformarse que tiene el cerebro humano, que a fin de cuentas es donde se cuecen nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras actitudes y nuestro carácter o personalidad. Desde que nacemos hasta que maduramos, el tamaño del cerebro se cuadriplica. Los genes dirigen el proceso de desarrollo del cerebro hasta que venimos al mundo, pero, una vez nacidos, la influencia del medio predomina en la formación de los circuitos y entramados de neuronas que configuran nuestra materia gris.
    La formación saludable de la personalidad requiere la satisfacción de ciertas necesidades esenciales durante la infancia: alimento, seguridad, calor humano y estímulo por parte de adultos estables y afectuosos. Un entorno familiar protector, cariñoso y estimulante, nutre muchos de los ingredientes que nos van a ayudar a superar las vicisitudes de la vida, incluyendo la confianza, la autoestima, el optimismo, la sensación de control del entorno y el sentido de pertenencia a un grupo. Por el contrario, bajo condiciones perjudiciales de abandono, inseguridad, privación y carencia de afecto, las criaturas tienden a adoptar un talante desconfiado, dubitativo, pesimista y temeroso, que les va a dificultar la adaptación. No cabe duda de que, desde el momento de nacer, los estímulos saludables y nocivos del ambiente y los cambios, moldean nuestras vidas.
    A continuación describiré los ingredientes de la personalidad o manera de ser que favorecen la capacidad de adaptación a los cambios y nos protegen de los efectos perjudiciales de los infortunios.
    • Autoestima. Tener una buena opinión de uno mismo es un elemento muy importante. La autoestima más beneficiosa es la que está basada en la aceptación genuina de nuestras capacidades y limitaciones, en el goce de logros legítimos, en la ilusión enfocada hacia objetivos distantes pero alcanzables. Una plegaria antigua describe muy bien este don como "la gracia para aceptar con serenidad las cosas que no podemos cambiar, el valor para cambiar las cosas que podemos cambiar y la sabiduría para distinguir las unas de las otras".
    • Control sobre nuestra vida. Otro ingrediente esencial de nuestra manera de ser, que nos ayuda a superar las adversidades, es la sensación de que controlamos nuestra vida. Cuando pensamos que dirigimos nuestro destino, mandamos sobre nuestras decisiones y nuestro tiempo, o elegimos los derroteros que van a marcar nuestro paso por el mundo, nos sentimos más confiados y esperanzados a la hora de adaptarnos a un cambio o superar un infortunio. Las personas que se sienten más en control suelen hacer frente a la vida con ilusión y confianza, están inclinadas a decir "¡sí!" a los nuevos retos que se les presentan y viven un mayor número de situaciones gratificantes, que las personas que no sienten que controlan sus destinos.
    • Talante comunicativo. Una personalidad sociable y extrovertida también nos protege de los efectos perniciosos de algunos cambios. El motivo es que, cuando nos sentimos atemorizados ante una adversidad, nos ayuda conectarnos con otras personas y recibir apoyo emocional.
    • Disposición optimista. El optimismo modela positivamente nuestras percepciones y explicaciones. Los hombres y las mujeres de talante optimista, en general se adaptan mejor a los cambios que los propensos a juzgar las cosas por el lado desfavorable.
      El viejo proverbio dice que "nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira". Las perspectivas optimista y pesimista se suelen contrastar con la prueba de la botella de agua. Esta prueba consiste en mostrar una botella llena de agua hasta la mitad a personas sedientas. Mientras que las optimistas se alegran al ver la botella medio llena, las pesimistas se inquietan porque ven la botella medio vacía. Optimistas y pesimistas ven la misma botella, pero interpretan lo que ven de formas muy diferentes.
      Los individuos que utilizan el estilo optimista para explicar las cosas, cuando son golpeados por alguna adversidad, tienden a pensar que se trata de un inconveniente pasajero, que su impacto afecta a una faceta concreta y limitada de su vida, y que no es culpa de ellos sino una consecuencia de las circunstancias o de la mala suerte. Por el contrario, ante las situaciones dichosas, los optimistas son propensos a creer que la buena fortuna perdura, que sus efectos beneficiosos se extienden a todas las facetas de su vida y que la causa de su buenaventura radica en ellos mismos.
      Los pesimistas explican las cosas de la forma opuesta. Tienden a considerar los infortunios como hechos permanentes, piensan que su impacto es general y que la culpa es primordialmente suya. Ante las buenas noticias, sin embargo, tienden a considerarlas pasajeras, excepciones o fruto de las circunstancias y piensan que ellos no han contribuido a producirlas.
      Por ejemplo, examinemos la forma como María explica una discusión que tuvo con Juan, su marido, después de que él llegara malhumorado a casa del trabajo: "algo le ha debido de ocurrir a Juan en la oficina para que esté hoy de tan mal humor". Esta explicación es optimista, porque limita el problema a una circunstancia concreta. Por el contrario, las explicaciones pesimistas tienden a generalizar: "Juan es persona de mal carácter y nunca va a cambiar".
      Cuanto más optimista es la persona, más utiliza explicaciones que limitan o encapsulan el impacto de las desgracias, de forma que no interfieran con otras parcelas de sus vidas. Por ejemplo, después de escuchar esta conferencia y no haberle gustado, el asistente optimista limita su conclusión a "esta charla del doctor Rojas Marcos ha sido aburrida", mientras que el asistente pesimista generaliza su explicación y concluye: "las conferencias no sirven para nada".
      La explicación optimista también se caracteriza por no sobrecargar de responsabilidad o de culpa a la persona. Por ejemplo, el joven universitario que se explica el suspenso en un examen pensando "verdaderamente no estudié lo suficiente en las últimas semanas", es más optimista que el que interpreta su fracaso escolar diciéndose "soy incapaz, no sirvo para nada, nunca llegaré a ningún sitio".
      Ante los hechos afortunados, la explicación optimista tiende a generalizar y la pesimista, a limitar sus causas y efectos. Por ejemplo, después de ser informado por el jefe de que va a recibir un aumento de sueldo por su buen trabajo, el empleado optimista se dice: "no me extraña la decisión, pues soy una persona muy competente y creativa". Por el contrario, la reflexión del empleado pesimista es: "no sé lo que habrá visto en mí, pero en esta ocasión he tenido buena suerte". Igualmente, es más optimista el enamorado correspondido que opina "comprendo que esté prendada de mí, soy atractivo, romántico, listo y tengo mucho que ofrecer", que quien se explica su dicha amorosa como "menudo golpe de suerte, espero que tarde lo más posible en conocerme de verdad".
    • Visión esperanzadora del futuro. Muchos hombres y mujeres que soportan enormes privaciones y sufrimientos se mantienen animados gracias a la confianza en que se hará realidad lo que desean. La perspectiva esperanzada del futuro modera nuestras ansiedades, amortigua nuestros desengaños y hace más llevaderas las cargas que nos impone la vida. De hecho, la esperanza es el remedio más eficaz para aliviar los efectos de los cambios más debilitantes y penosos. Me imagino que, por eso, según el mito, la esperanza surgió de la caja de Pandora junto con los males que Zeus había guardado en ella para castigar a los mortales por los conocimientos que Prometeo les había dado.
      Por una parte, la esperanza configura una perspectiva positiva del futuro en general, que nos ayuda a mantenernos seguros y confiados. Por otra parte, la esperanza se refleja en las ilusiones que las personas albergan cuando se plantean conseguir superar obstáculos concretos, desde dificultades económicas hasta mejorar una relación que no va bien. En este sentido, la esperanza nos motiva a concentrar nuestros esfuerzos y a hacer planes concretos para alcanzar las metas que nos fijamos.
    • Valoración positiva del pasado. La conciencia de quiénes somos, de nuestra autobiografía, se forma, en su mayor parte, de recuerdos. Las reminiscencias del ayer modelan nuestra definición de quienes somos hoy. Muchas personas tienden a guardar y a evocar preferentemente los buenos recuerdos, los éxitos del pasado, las relaciones enriquecedoras, las experiencias gratificantes. Estas memorias, a su vez, favorecen su confianza en el presente y en el futuro. Una valoración positiva de los desafíos pasados estimula la voluntad que nos empuja a conseguir objetivos que deseamos, y fomenta pensamientos alentadores como "yo puedo", "lo intentaré", "estoy preparado para hacerlo" o "tengo todo lo que necesito para lograrlo".
      La valoración positiva del pasado aporta un beneficio especial a las personas mayores, para quienes el futuro se contrae y el pasado se revaloriza. Con el transcurrir de los años, es importante poder repasar con benevolencia el ayer, aceptar la inalterabilidad de la vida ya vivida y reconciliarse con los conflictos que no se resolvieron o los errores que no se rectificaron.
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  3. Lo que podemos aprender

    Aprender a mejorar nuestra aptitud para superar con éxito las adversidades, es posible gracias a la educabilidad o maleabilidad natural que poseemos los seres humanos. Esta cualidad nos permite fomentar emociones, actitudes y conductas, así como aplicar fórmulas que nos faciliten la adaptación saludable a los cambios. Como dice el refrán, "más vale la práctica que la gramática". A continuación menciono las estrategias que he encontrado de mayor utilidad.
    • Conocernos a nosotros mismos. Resulta obvio que, cuanto mejor nos conocemos, más fácil nos resulta identificar correctamente los cambios que nos impactan y que nos plantean mayor dificultad a la hora de superarlos. El conocimiento de quiénes somos, de nuestras virtudes y limitaciones, también nos ayuda a reconocer los rasgos de nuestra personalidad que nos conviene cultivar para mejorar nuestra capacidad de adaptación. Además, el conocimiento personal nos ayuda a aprender de las experiencias pasadas y a adquirir una visión razonable de nuestras posibilidades.
    • Estar informados. Tanto si se trata de una enfermedad como de un desastre natural, lo que nos imaginamos casi siempre es peor que la realidad. Enterarnos de qué es lo que nos está pasando y cuál es la mejor forma de responder a la situación, puede resultarnos doloroso, pero nos ayuda a mantener los pies sobre la tierra. Por ejemplo, en mi experiencia, el peor enemigo de muchos enfermos graves no es tanto la amenaza de muerte como sus temores imaginarios, y el silencio y disimulo de las personas que les rodean. La información equilibrada que separa los hechos de las especulaciones es la más beneficiosa. Paralelamente, la comunicación franca y esperanzadora del médico evoca seguridad, aliento y cooperación con el tratamiento en el paciente.
      En general, los peores sufrimientos se hacen más llevaderos si contamos con la perspectiva que da conocer sus causas y sus efectos, y con el consuelo que suscita compartir nuestra situación con seres queridos. También nos alivia saber que, a menudo, cuando nos sentimos abrumados por una adversidad, nuestras emociones, aunque nos parezcan aberrantes, no son más que la reacción normal ante una situación anormal.
    • Formular una explicación optimista. Estar bien informados no quiere decir enfocar los inconvenientes de los cambios, sino todo lo contrario. Como ya he descrito al hablar del optimismo, nuestro estilo de explicar las cosas que nos suceden influye sobre nuestro estado de ánimo y nuestra habilidad para adaptarnos a las nuevas circunstancias. Todos podemos aprender a interpretar los avatares de la vida sin exagerar o generalizar sus causas y efectos, y sin llegar a conclusiones globales que no nos dejen ninguna salida. Y no olvidemos que la máxima optimista más antigua es el hecho comprobado de que, ante las adversidades, casi siempre podemos concluir con aquello de "no hay mal que por bien no venga".
    • Comparar la nuestra situación a la baja. Otra estrategia que nos ayuda a superar adversidades es la comparación. Cuando nos sentimos amenazados o agredidos, es bueno compararnos con personas o situaciones que están en peores condiciones que nosotros. Después de un desastre natural, muchos damnificados se sienten afortunados si se comparan con otros que han sufrido daños mayores. Expresiones como "podía haber sido mucho peor" o "por lo menos no soy el único" nos ayudan a soportar la angustia que producen los accidentes inesperados.
    • Hablar y buscar apoyo. Gracias al lenguaje ningún ser humano es una isla. A través del habla podemos compartir ilusiones y liberarnos de los temores y angustias que perturban nuestro equilibrio emocional. Conversar sobre lo que nos ocurre y expresar lo que sentimos en un ambiente comprensivo y seguro, pese a que remueva los recuerdos desagradables y produzca ansiedad y tristeza, permite que un cambio doloroso pueda incorporarse al resto de nuestra biografía. Por estas razones, es aconsejable, cuando nos sintamos preparados, compartir la experiencia con nuestros seres queridos y personas de nuestra confianza. Narrar verbalmente o por escrito lo que nos pasa y lo que sentimos, es una forma saludable de organizar los pensamientos, de quitarles intensidad emocional y de aplacar la tensión nerviosa y el propio miedo.
    • Alimentar la esperanza. Se dice que la esperanza es el pan del alma. Ante los cambios más penosos, todos necesitamos promesas de alivio. Unas veces estas ofertas de consuelo provienen de nuestros seres queridos; otras, de compasivos expertos del dolor que nos aqueja; pero no pocas veces, la esperanza procede de la esfera espiritual de nuestro mundo interior, de nuestras voces internas.
      Las creencias religiosas ayudan a mucha gente a tolerar mejor los cambios permanentes, como la muerte de un ser querido. A menudo, la religión conecta a la persona a una comunidad comprensiva y benevolente, fomenta la aceptación de los contratiempos, ofrece un foco de luz más allá de uno mismo y presenta una perspectiva más aceptable de las tragedias de la existencia. No obstante, nuestra espiritualidad no tiene necesariamente que incluir dogmas religiosos, ni siquiera los conceptos de alma inmortal o de otra vida. La espiritualidad es un sentimiento gratificador de conexión emocional profunda y sosegada con algo que se encuentra fuera de nosotros. Este algo puede también pertenecer al mundo de lo humano, puede ser una causa, como la solidaridad, la paz o la bondad, o puede ser el resultado de una sintonización especial con la naturaleza o incluso con el mismo universo. No pocos que sufren grandes desgracias se animan al extraer esperanza de la brisa del mar, del aroma del bosque o de la inmensidad de la montaña.
    • Restaurar la rutina diaria, los pequeños placeres y el humor. Una fórmula que nos ayuda a adaptarnos a los cambios importantes es continuar con nuestros hábitos y costumbres dentro de lo posible. Los placeres sencillos también nos protegen de la ansiedad que provocan las contrariedades. Por ejemplo, reunirnos con amigos, cocinar, dar un paseo por el parque, salir de compras -aunque no compremos nada-, arreglar cosas de la casa, cuidar del jardín, leer un libro o escuchar una música grata. En palabras del poeta libanés Khalil Gibran, "en el rocío de las cosas pequeñas, el corazón encuentra su alborada y se refresca". Por otra parte, todas las experiencias placenteras, por intensas que sean, casi siempre son fugaces. Por eso, como dice el psicólogo David Myers, "si disfrutamos subiendo, la satisfacción durará más si vamos por las escaleras que si usamos el ascensor".
      Y no olvidemos el poder protector del sentido del humor. Su función primordial es aliviarnos la tensión emocional y descargar la inseguridad. Incluso el humor negro es saludable. Actúa de purgante psicológico que nos libera de obsesiones destructivas. La gran virtud del humor es que nos alegra la vida y, posiblemente, también la prolonga.
    • Salir y hacer ejercicio. Salir de casa y hacer ejercicio a poder ser con otras personas, disminuye el estrés y nos revitaliza. La evidencia de los beneficios de la actividad física cuando nos enfrentamos a los cambios es tan convincente que, en mi opinión, todos deberíamos apuntarnos al "movimiento del movimiento". Tan sólo veinte minutos de actividad moderada a lo largo del día, son suficientes.
    • Mantener activa la mente y la sociabilidad. Para mantenernos en forma es importante ejercitar diariamente las facultades del alma: la memoria, el entendimiento y la voluntad, así como nuestra capacidad para relacionarnos con los demás. Una receta que recomiendo es la de Simone de Beauvoir: "fijarnos metas que den significado a nuestra existencia, dedicarnos a personas, grupos o causas; sumergirnos en el trabajo social, político, intelectual o artístico, participar en la vida de los demás a través del amor, de la amistad o de la compasión".
    • Aprovechar los recursos de la ciencia. Finalmente, no debemos olvidar los beneficios del progreso y aprovecharnos de los recursos que nos ofrece la ciencia para facilitar nuestra adaptación a los cambios y superar momentos de dificultad. La gran mayoría de los avances tecnológicos, desde el teléfono hasta Internet, pasando por el automóvil, la televisión, el lavaplatos o el aire acondicionado, hacen nuestra existencia más llevadera, facilitan el bienestar y amplían nuestras opciones para experimentar momentos dichosos.
      Hoy también tenemos a nuestro alcance la medicina de la calidad de vida. Se trata de una medicina que ha cruzado la frontera de las enfermedades para ayudarnos a hacer más llevadera nuestra ineludible caducidad. Contamos con técnicas cosméticas y remedios eficaces que retrasan las arrugas de la cara, estimulan una visión más alegre del mundo a los melancólicos, inducen el sueño a los desvelados, alivian la timidez, devuelven a los calvos el cabello y restauran el vigor sexual a muchos hombres impotentes. Es verdad que estos frutos de la ciencia no nos dan la felicidad, pero sí pueden facilitarnos el camino para buscarla.
    • Voluntariar. Las labores voluntarias son un medio para mantenernos activos física y mentalmente, y para convivir y disfrutar de relaciones afectuosas. Y está demostrado que la buena convivencia constituye un antídoto eficaz contra los efectos nocivos de muchas calamidades. Las personas que se sienten parte de un grupo solidario -bien sea una pareja, la familia, las amistades o una organización cuyos miembros se identifican y apoyan mutuamente- expresan un nivel de satisfacción con la vida más alto y superan las adversidades mucho mejor que quienes se encuentran aislados o carecen de una red social de soporte emocional.
      Prestarnos desinteresadamente a ayudar a los demás estimula en nosotros la autoestima, induce el sentido de la propia competencia y nos recompensa con el placer de contribuir a la dicha de nuestros semejantes. Las personas que se consideran socialmente útiles o sienten que tienen un impacto positivo en la vida de otros, sufren menos de ansiedad, duermen mejor, abusan menos del alcohol o las drogas y persisten con más tesón ante los reveses cotidianos, que quienes se sienten inútiles o ineficaces.
    • Diversificar las parcelas de felicidad. Diversificar y compartimentar las parcelas de las que extraemos nuestra felicidad nos protege de los efectos de los cambios negativos. Por ejemplo, la satisfacción que sentimos con la labor que hacemos en el hogar familiar, amortigua el golpe de un fracaso en el trabajo. La ruptura de una relación importante es menos devastadora si la persona siente que tiene buenos amigos. Una ocupación gratificante puede tener una influencia muy positiva y alimentar la autoestima en una mujer que está en proceso de divorciarse. En mi opinión, lo mismo que los inversores no colocan todo su capital en un sólo negocio, no debemos esperar alcanzar toda la felicidad siguiendo un solo camino.
 

Conclusión

Desde los orígenes de la humanidad, los hombres y las mujeres hemos buscado sin descanso la felicidad. Aprender a vivir contentos y a sacarle a la vida lo mejor que ofrece es, con seguridad, una inversión rentable. Lo bueno es que todos podemos fomentar los rasgos positivos de la personalidad y aprender hábitos eficaces que nos ayuden a superar saludablemente las adversidades de la vida. No obstante, esta tarea exige esfuerzo y tenacidad. Requiere conocimiento de nosotros mismos, una dosis generosa de entusiasmo y flexibilidad, así como la aplicación de estrategias optimistas y la práctica cotidiana de nuestras facultades físicas, mentales y sociales.
Para renovarnos y mantener la vitalidad no tenemos más remedio que vivir con las alas del aprendizaje, de la laboriosidad y del movimiento, pues todo en nuestro Universo está en constante transformación. Como ya nos advirtió el filósofo griego Heráclito hace unos 2.500 años, "no podemos pisar dos veces en el mismo río, porque las aguas fluyen sin cesar".

Referencias

Beauvoir, Simone de: La vieillesse , París, Éditions Gallimard, 1970. Trad. espanyola: La vejez, Barcelona, EDHASA, 1989.
Gibran, Khalil: El profeta (1923), Madrid, Biblioteca Edaf, 1991.
Myers, David: The pursuit of happiness , Nova York, Avon Books, 1992.
Rojas Marcos, Luis: Aprendre a viure , Barcelona, Fundació "la Caixa", 1999.
Rojas Marcos, Luis: Nuestra felicidad , Madrid, Espasa Calpe, 2000.
Rojas Marcos, Luis: Nuestra incierta vida normal , Madrid, Aguilar, 2004.
Seligman, Martin: Learned optimism , Nova York, Random House, 1991

 

¿ COMO EVITAR EL SUICIDIO EN ADOLESCENTES ? Preguntas y Respuestas

 
  Existen muchas interrogantes relacionadas con el comportamiento suicida y es imprescindible, si se desea prevenir esta conducta, que las preguntas que se haga la población, principalmente los adolescentes y jóvenes, sean respondidas correctamente y se eviten los mitos o creencias erróneas que conspiran contra la prevención del suicidio.
      A continuación se ofrecen al lector casi un centenar de preguntas realizadas por adolescentes, las cuales reflejan sus inquietudes con respecto al tema. Las respuestas reflejan los puntos de vista del autor, por lo que pueden ser enriquecidas con los puntos de vista de los lectores.
1-¿Cuándo una persona entra en una depresión muy fuerte que debe hacer?
     Buscar ayuda profesional de forma inmediata, pues una depresión puede ser causada por una enfermedad mental, una situación adversa, un acontecimiento doloroso, pero también puede ser el resultado de una enfermedad física. Por otra parte una depresión no suicida si no se le diagnostica oportunamente y se le trata adecuadamente puede evolucionar hacia una depresión suicida.
2-¿Cómo se puede ayudar a una persona que está a punto de cometer un suicidio por amor?
     Lo primero que hay que hacer es no dejarlo solo, evitar que tenga acceso a los métodos mediante los cuales se pueda dañar, informar a otros seres queridos de los propósitos suicidas de esta persona y acercarlo a las fuentes de salud mental a la mayor brevedad posible. Estas acciones pudieran evitar el suicidio. En cuanto a que “está a punto de cometer un suicidio por amor”, es cuestionable que así sea, porque el amor no significa muerte, sino vida, y porque para amar a otros hay que saber amarse uno mismo. ¿Cómo puedo amar a una persona si le voy a privar de mi presencia?
3-¿Por qué el suicidio es tan frecuente cuando hay problemas en el hogar?
     Precisamente los principales motivos del suicidio en los adolescentes son amores contrariados y los problemas familiares. El clima emocional familiar tiene repercusión, positiva o negativa en la formación de la personalidad y si este es caótico la personalidad se puede estructurar con algunos rasgos que influyan negativamente en la adaptación del individuo, como por ejemplo, la agresividad, la impulsividad, la timidez, la desesperanza, etc. Por otra parte, si el sujeto no tiene intereses extrahogareños que le permitan una mejor adaptación, el suicidio puede ser una forma anormal de evadir los problemas hogareños.
4-¿Qué se puede hacer cuando un adolescente se quiere suicidar si la novia lo deja?
     Inmediatamente se debe comunicar esos pensamientos a alguna persona significativa, como el padre, la madre, los maestros o profesores, el médico que le atiende, un psicólogo, un psiquiatra, el sacerdote o pastor, un buen amigo o amiga.
      No debe permanecer a solas mientras tenga este tipo de pensamientos.
5-¿Qué síntomas se presentan en el suicida?
     No hay un síntoma único ni característico en las personas que vayan a cometer suicidio, pero se hacen evidentes una serie de manifestaciones que pueden ser englobadas en la palabra CAMBIOS. Se presentan cambios en las emociones, en los pensamientos, en los hábitos y en el comportamiento de las personas que hacen pensar en la ocurrencia de este tipo de acto.
     Entre estos cambios se mencionan la tristeza, la ideación suicida, la planificación del suicidio, la amenaza suicida, el escribir notas de despedida, la entrega de posesiones valiosas, el aislamiento, el incremento del consumo de alcohol, drogas u otras sustancias adictívas, los trastornos del sueño y el apetito, por sólo mencionar algunos.
6- ¿Por qué no suicidarse un adolescente si piensa que en realidad no le importa a nadie?
     Cuando un adolescente piensa de esta manera evidentemente estamos ante una persona con un estado de ánimo desfavorable, que requiere ayuda especializada.
7- Si un amigo se quiere suicidar por problemas con su familia ¿Qué se puede hacer?
     Lo primero es informar a un familiar que pueda apoyar al amigo. Además debes informarlo a tus padres para que ellos te ayuden y puedan ayudarlo a él. Lo ideal sería consultar su situación con un terapeuta, pero puedes evitar que tu amigo se suicide si no lo dejas a solas ni le dejas a su alcance ningún medio por el cual pueda dañarse.
8-¿Cómo puedo auxiliar a una persona que trata de suicidarse?
     Una buena opción es preguntarle sobre su idea de suicidio, siguiendo la siguiente secuencia: ¿Cómo, cuándo, dónde, por qué, para qué desea suicidarse? Mientras mayor cantidad de preguntas sean respondidas por tu amigo mayor es su riesgo suicida y debes buscar ayuda especializada (psiquiatra) cuanto antes.
9-¿Cuáles son los síntomas principales de una persona que se quiere suicidar?
     Ya dijimos que no hay un síntoma específico ni característico, pero la presencia de los pensamientos suicidas o ideas suicidas como también se les conoce es uno de los más importantes, por lo que siempre deben ser exploradas.
10-¿Cuáles son las principales formas de suicidio?
     Hay muchas clasificaciones, por lo que no puedo brindar una respuesta única. Si se refiere a los métodos, pues las principales formas son por armas de fuego, ahorcamiento, ingestión de sustancias tóxicas e inhalación de los gases de vehículos de motor.
11-¿Qué medidas de prevención podemos hacer cuando ocurre un suicidio en la familia?
     Lo primero que hay que conocer son las características del duelo por un suicida y saber que algunos de los familiares pueden tener ideas suicidas y también sentimientos de culpa, por lo que deben recibir ayuda de un tanatólogo o suicidólogo, psiquiatra o psicólogo para lograr una resolución adecuada de este tipo de duelo.
12- ¿Cuál es el motivo más común por el que se suicidan los jóvenes?
     El motivo más frecuente son los problemas con la pareja, sea ruptura de una relación amorosa o los amores contrariados por dificultades con los padres de alguno o de ambos, o por las relaciones difíciles entre ellos.
13-¿En cual de los dos es más probable el suicidio: en el hombre o la mujer y por qué?
     El suicidio es más frecuente en los hombres en proporción de tres a uno, aunque para un futuro se ha pronosticado que esta proporción llegue a 3,9 hombres por cada mujer. La causa no es bien conocida, pero en ella pueden influir factores de tipo biológico, como puede ser la presencia de la testosterona, hormona masculina que incrementa la agresividad y también de factores socioculturales, como son la menor capacidad del hombre de buscar ayuda, de expresar sus sentimientos, su elección de métodos más mortales, etc.
14-¿Qué comportamiento presenta una persona que quiere suicidarse?
     Presenta CAMBIOS en su comportamiento habitual.
15-¿Si alguien tiene tendencias suicidas que hay que decirle?
     Lo que hay es que preguntarle si tiene ideas de suicidarse, si ha pensado matarse Y no hay que decirle lo más que hay que hacer es escucharlo.
16-¿Sólo los deprimidos se suicidan?
     Aunque los deprimidos constituyen un importante grupo con riesgo de suicidio, no son los únicos que cometen suicidio, pues también pueden padecer de esquizofrenia, alcoholismo, trastorno de ansiedad, trastorno disocial o límite de la personalidad, por mencionar algunos.
17-¿Una persona que intentó el suicidio y falló, busca otra oportunidad para intentarlo nuevamente?
     Entre el 1% a 2% de los que intentan el suicidio se suicidan durante el primer año, y entre el 10% al 20% durante toda su vida. Hay personas que repiten el intento y otros que se convierten en grandes repetidores pues intentan contra su vida en múltiples ocasiones, mientras que otros no vuelven a intentarlo nuevamente.
18-¿Cómo uno puede saber si alguien se quiere suicidar? ¿Que puedo hacer para ayudarlo?
     Para saber si alguien se quiere suicidar lo que hay que hacer es preguntarlo y si la respuesta es afirmativa, no debe dejarse a solas, debe evitarse que tenga acceso a cualquier método mediante el cual pueda dañarse, debe avisar a personas significativas sobre estas intenciones y tratar de acercarlo a las fuentes que brindan salud mental.
19-¿Cómo ayudar a alguien que piensa suicidarse?
     Preguntando sobre la idea suicida para conocer el grado de planificación de la misma. Mientras más planificada sea la idea suicida mayor es el riego y por tanto más rápido hay que actuar llevando al sujeto a una consulta especializada.
20-¿Por qué los padres son los últimos en darse cuenta del deseo de suicidio de sus hijos si son los que más cerca están de ellos?
     Detectar a un suicida es una tarea difícil, incluso para los psiquiatras y los suicidólogos más expertos, y los padres y las madres no lo son. Pero por otra parte, en ocasiones los cambios son sutiles y ellos no los perciben por estar continuamente con el presunto suicida. Otras veces influyen otras razones como la falta de comunicación entre padres e hijos, las malas relaciones entre ellos, no tomar con seriedad las llamadas de auxilio o las amenazas suicidas.
21-A veces hay adolescentes que dicen que tienen deseos de morirse. ¿Qué hacer en esos casos?
     No hay que hacer absolutamente nada, pues es muy normal en la adolescencia que a veces se sientan esos deseos. Si se hacen frecuentes esos pensamientos entonces debemos buscar ayuda médica.
22-¿Cuáles son las características de un suicida?
     Las características de un suicida no son uniformes, pues dependen de muchos factores entre los que cabe mencionar su edad y sexo, su cultura, la enfermedad que padece, etc.
23-¿Cómo ayudar a una persona que se droga para que no llegue al suicidio?
     Lo primero que hay que lograr es que deje el mal hábito de consumir drogas y eso pudiera ser suficiente para evitar ese desenlace fatal.
24-¿Cómo se puede ayudar a una persona que se quiere suicidar?
     Interesándonos por conocer cuan planificada es su ideación suicida, no dejarlo solo, evitar que tenga acceso a los métodos suicidas, avisar a sus seres queridos y llevarlo a consulta con un psiquiatra.
25-¿Cuál es la causa más frecuente de suicidio?
     Padecer una enfermedad mental es la primera causa de suicidio.
26-¿Cómo puedo ayudar a una persona en crisis?
     Para ayudar a una persona en crisis lo primero que hay que hacer es establecer contacto, es decir, acercarnos a ella para que nos confíe sus problemas, sus sufrimientos, permitiendo que se exprese con libertad, no juzgarlo ni contarle nuestras experiencias. Simplemente escucharlo con genuino interés y hacerle preguntas abiertas para conocer más profundamente que es lo que está pensando lo que nos permitirá ayudarlo mejor. No olvide de explorar siempre si ha pensado en el suicidio durante la crisis y si lo ha pensado, debe conocer cuan planificada ha sido esa idea para dirigirlo a los servicios de salud mental a la mayor brevedad posible.
27-¿Algunas jóvenes dicen que se van a suicidar sólo para llamar la atención?
     Todos los seres humanos desean llamar la atención, aunque algunos lo hacen por sus mejores cualidades (pintores, músicos, científicos) y otros por sus conductas anómalas (agresividad, impulsividad, consumo de drogas, actos suicidas).
      Los significados de un acto de suicidio pueden ser múltiples: deseos de morir, llamadas de atención, pedido de ayuda, deseos de mostrar a otros cuan grandes son sus problemas, agredir a otros, reunirse con seres queridos fallecidos, etc. Cualquiera de ellos debe ser considerado seriamente y prestarle la debida atención.
28-¿Qué traumas provoca en la familia el suicidio de uno de sus miembros?
     El efecto de un suicidio en la familia es una tragedia, una verdadera desgracia, pues el duelo por un suicida difiere del duelo por otras causas de muerte. Uno de esos efectos es la realización de un acto suicida por alguno de sus miembros al imitar o identificarse con el occiso. Otro es la búsqueda constante del por qué lo hizo entre los sobrevivientes y los sentimientos de culpa por no haberlo detectado a tiempo y evitar ese desenlace fatal.
29-¿Un suicidio puede ser la expresión de una falta de comunicación del adolescente con sus padres?
     El suicidio es una forma anómala de comunicar que algo no andaba bien, lo que no siempre es posible detectar oportunamente por personas no entrenadas en la detección del riesgo de suicidio,
30-¿Qué debe hacer un adolescente para no suicidarse si todas las mujeres lo rechazan?
     Lo primero que debe hacer es preguntarse porque esto ocurre, pues lo más probable es que usted tenga que modificar algunos rasgos de su carácter que contribuyen a que esto suceda. También debe enriquecer su personalidad con algunos atributos que son del agrado de cualquier persona, como tener una buena capacidad para escuchar, saber mantener una conversación agradable, incrementar su cultura general mediante la lectura, tener buenos modales, ser caballeroso, etc. Y sobre todo amarse usted mismo de forma razonable pues si usted no se ama es muy poco probable que pueda encontrar alguien que lo haga.
31-¿Por qué se dice que los suicidas son cobardes?
     Se dice que los suicidas son cobardes porque se desconocen muchas características de estas personas. Los suicidas no son cobardes, ni tampoco valientes, ya que la cobardía y la valentía son atributos de la personalidad que n se cuantifican por las veces que un sujeto se quita la vida o deja de quitársela. Estas son creencias erróneas, mitos sobre el suicida que deben ser eliminados pues entorpecen la prevención de esta conducta.
32-¿Cómo es el comportamiento suicida?
     El comportamiento suicida incluye el deseo de morir, la representación suicida, la idea suicida, la amenaza, el gesto, el intento suicida, el suicidio frustrado, el suicidio accidental y el suicidio consumado.
33-¿Cuáles son los síntomas de una persona que se va a suicidar?
     E. Ringel en 1947 describió el llamado Síndrome Presuicidal que aparece en toda persona que va a cometer suicidio y consiste en fantasías suicidas, constricción del intelecto y del afecto, es decir, planificación del suicidio, con incapacidad de encontrar otras opciones y disminución de la agresividad hacia los demás para volcarla sobre si mismo.
34-¿Cómo salvar a un amigo que es impotente a los 17 años?
     La función sexual adulta es una de las últimas que el organismo adquiere y esto es así porque se necesita una adecuada maduración biológica, psicológica y haber logrado una adaptabilidad social satisfactoria. Pero en la naturaleza “lo último que se adquiere es lo primero que se pierde” y en la adolescencia esa función sexual es muy frágil y pueden aparecer fracasos sexuales sin que ello constituya una enfermedad. Simplemente es parte de su propio desarrollo, hasta que se logra la estabilidad en esa función. Es por ello de vital importancia que se tenga una sexualidad responsable para evitar su mal funcionamiento.
35-¿Qué se debe hacer para no tener deseos de suicidarse?
     Para no suicidarse hay que aprender soluciones no suicidas ante las dificultades de la vida, hay que aprender a pedir ayuda cuando la ocasión lo merita, hay que saber donde acudir cuando se está en dificultades a las que no se le encuentra solución, hay que tener una razonable auto confianza, auto imagen y autoestima, hay que desarrollar intereses variados, aprender a pedir consejos antes de tomar decisiones relevantes, hay que saber tolerar frustraciones, renunciar cuando haya que hacerlo y perseverar cuando la ocasión lo requiera, hay que saber amarse y amar a los demás y siempre pensar en que medida nuestros actos afectan a otros y evitar que esto ocurra.
36-¿Qué consejos se le pueden brindar a una persona cuando uno cree que se va a suicidar para que no lo haga?
     Si crees que se va a suicidar es porque aún no le has preguntado si realmente desea suicidarse. Eso es lo primero que debes hacer, porque supones algo que debe ser corroborado y para ello lo esencial es preguntarlo.
37-¿Cómo se pueden controlar los celos para no cometer un intento de suicidio?
     El celoso está inseguro des su capacidad para despertar en el ser amado lo que supone que alguna otra persona puede lograr. Para erradicarlo es necesario incrementar la seguridad en si mismo, en los propios atributos. Claro en ocasiones se necesita ayuda profesional para que indique algún fármaco que disminuya la desconfianza, que es la base de los celos. Y si eres celosa nada más, pues tienes solo un problema, pero si eres celosa y suicida, entonces tienes dos.
38- Si un adolescente es homosexual y la gente lo rechaza y ha pensado suicidarme por sus preferencias sexuales. ¿Qué puede hacer?
     La homosexualidad no es una enfermedad ni un atributo anormal del carácter. Se considera simplemente una preferencia sexual más, al igual que la heterosexual. Lo importante no es que los demás lo acepten, aunque eso sería lo ideal. Lo trascendental es que el individuo se acepte en esa condición.
39-Soy homosexual y he intentado suicidarme por eso, pero no puedo dejar de serlo ¿Por favor dígame que hacer?
     Evidentemente te encuentras ante un conflicto de aproximación-evitación. Deseas ser homosexual, pero te lo reprochas. Pienso que debes aceptar tu preferencia sexual y asumirla con entereza, con dignidad, con responsabilidad y realizarte como ser humano.
40-¿Cómo puedo ayudarme a mi misma si no me acepto como soy y tiendo a la depresión?
     Este estado no es infrecuente en muchos adolescentes quienes no se aceptan por su figura o determinada parte de ella o por algún atributo de su personalidad y en la medida en que maduran y se relacionan con diferentes grupos humanos y son aceptados, esta sensación de no aceptarse desaparece. Otras veces es necesario incorporar a la personalidad atributos de los que se carece para balancear los defectos reales que se pudieran tener. Y se puede ser feo, pero simpático, sociable, buen conversador, buen amigo, leal, puntual, cortes, etc. Y ya la fealdad es compensada. Lo que si no es bueno es ser feo y además tímido, poco sociable, retraído, y sentir autocompasión.
41-¿Después de controlar la crisis suicida se vuelve a tener la tendencia a matarse?
     Es posible que esto ocurra, principalmente en las personas que padecen una depresión grave con lentificación psíquica y motora, esto es piensan y se mueven muy lentamente. Cuando estas personas empiezan a mejorar lo primero que se restablece es la motilidad y ya sus movimientos son ágiles. Sin embargo, el pensamiento no mejora al mismo tiempo, continúan pensando en suicidarse, y el peligro se incrementa pues ya están en mejores condiciones de hacerlo debido a la agilidad que sus movimientos han alcanzado y que antes no tenían. Por tanto, cuando comienza a mejorar un enfermo deprimido grave hay que incrementar las precauciones, pues se incrementa el peligro suicida.
      La tendencia suicida puede volver a aparecer cuando el sujeto tenga otra crisis de su enfermedad depresiva.
42-¿El decir “por qué no me muero” es un síntoma de suicidio?
     No es un síntoma de suicidio esa expresión, ya que el suicidio es matarse a si mismo, con participación activa del sujeto y no simplemente el deseo de morir. Claro está, esa expresión que es a veces frecuente entre los adolescentes frente a situaciones que les disgustan, puede ser el primer peldaño de un comportamiento autodestructivo.
43-¿En que afecta a la sociedad el suicidio de un individuo?
     Siempre hay afectación. Si se trata de personalidades públicas (artistas, políticos) pueden traer epidemias de suicidios entre sus admiradores y admiradoras en el caso de los artistas o desestabilización social en el caso de los políticos. Cuando no son personalidades públicas, se afectan al menos seis personas por cada sujeto que se suicida, principalmente familiares y amigos.
44-¿Cómo ayudar a una persona que está mentalmente muy enferma y que ha intentado varias veces el suicidio?
     Cuando una persona está gravemente enferma, intente o no el suicidio debe tener consultas periódicas con un psiquiatra para que evalúe su potencialidad suicida. Y en este caso, que ya ha tenido varios intentos de suicidio, se impone un seguimiento por no menos de tres años después de haber realizado el primer intento de suicidio.
45- Si un hijo es muy violento y dice que se va a suicidar ¿que se debe hacer en estos casos?
     Siempre se debe tomar muy en serio esa expresión y en este caso hay un rasgo que constituye un riesgo para esta conducta que es la violencia, ya que pueden manifestarla en forma heterodestructiva cuando arremete a otros o autodestructiva cuando se daña a si mismo. Esa violencia debe ser estudiada por un médico, porque puede ser el resultado de una alteración orgánica del cerebro y se puede detectar mediante algunos exámenes como el electroencefalograma o la tomografía axial computarizada. En estos casos un tratamiento con medicamentos anticonvulsivos puede traer magníficos resultados.
46- ¿Cómo se le puede ayudar a una amiga que desea suicidarse?
     No es una pérdida de espacio reiterar que debe hacerse en estos casos y se puede resumir en cinco pasos:
Primero: Preguntar sobre la idea suicida para determinar si la tiene bien planificada lo que incrementa el riesgo de suicidio.
Segundo: Evitar que tenga acceso a los métodos mediante los que se puede lesionar.
Tercero: No dejarlo solo.
Cuarto: Avisar a figuras significativas para el suicida en potencia como los familiares, amigos, maestros, etc.
Quinto: Acercarlo en el más breve tiempo posible a las fuentes de salud mental (psiquiatra, psicólogo, terapeuta, etc.)
47- Que debo decirle a una amiga que tiene depresión y ha intentado suicidarse varias veces?
     Debes decirle que la depresión es una condición tratable y que las personas que la padecen pueden obtener una mejoría sustancial con dicho tratamiento, lo que les permite mantener una adecuada calidad de vida. Sin tratamiento efectivo, la depresión puede hacer que la persona mantenga una mala calidad de vida, con intentos de suicidio y en el peor de los casos, el suicidio consumado.
48-¿Puede la música llamada heavy metal influir en el suicidio?
     Se ha asociado ese tipo de música con el suicidio de personas vulnerables, fanáticos de la misma, principalmente adolescentes y jóvenes en situaciones de crisis existencial y bajo la influencia del consumo de sustancias (alcohol, cocaína, marihuana, LSD, etc.)
49-¿Qué hago si mi novio se quiso suicidar antes que lo fuéramos y ahora tengo miedo que se quiera matar si lo dejo?
     La vida de su novio no depende de usted ni usted se la puede cuidar, pues el encargado de esa tarea es él mismo. Mantener relaciones de noviazgo con una persona por miedo y no por amor es un grave error, pues ambos se están engañando, el creyendo que usted le ama y usted haciéndole creer que siente amor cuando lo que experimenta es miedo a sus reacciones cuando usted decida no continuar.
50-¿En una persona con una enfermedad terminal debe sugerirse el suicidio asistido?
     Considero que el suicidio asistido es ética y moralmente inaceptable.
51- Si soy homosexual y mi familia no me acepta ¿el mejor camino sería suicidarme?
     Considero que el suicidio es una mala solución por no decir que no es una solución sensata. Que tu familia te acepte es lo ideal, pero no es lo real. Creo que quien debe aceptarse en su preferencia sexual eres tu y lograr con tu comportamiento, que te acepte la mayor cantidad de personas, como pueden ser tus amigos, compañeros de estudio o trabajo, maestros, otros familiares, etc.
52-¿Cómo se le puede ayudar a una familia o a una persona que ha perdido un familiar por suicidio?
     Lo primero que hay que hacer es permitir que los familiares expresen abiertamente su pena, su dolor, sus emociones. Debe explorarse la presencia de culpabilidad y la ideación suicida, pues si existieran ambas, el riesgo suicida de quien las presenta es elevado. Debe conocerse que el duelo por un suicida conlleva determinados síntomas como es la culpa y las ideas suicidas ya referidas, la búsqueda del por qué lo hizo, la estigmatización de la familia, el horror al pensar en el arrepentimiento tardío cuando ya no podía evitar morir, el miedo a que se repita en los más jóvenes, etc. Y deben conocerse las diversas etapas del duelo como la negación, la rabia, el regateo, la depresión y la aceptación. La elaboración del duelo puede tener una duración de hasta dos años.
53-¿Cómo se puede ayudar a una amiga que se trató de suicidar por anorexia y de lo cual te sientes culpable por decirle gorda todo el tiempo?
     En la adolescencia es muy común que se expresen los pensamientos abiertamente, sin rodeos ni disfraces, y lo que hiciste fue describir a tu amiga, ni más ni menos. En ocasiones algunos adolescentes no se aceptan tal y cual son, y cuando se les recalca lo que ellos consideran su defecto, pueden tener diversas manifestaciones anímicas, como irritabilidad, violencia, tristeza, sensación de soledad y de no ser aceptada por sus iguales. Y en estas condiciones anímicas pueden tratar de buscar fórmulas que compensen lo que ellos consideran un defecto y que en este caso fue dejar de alimentarse para bajar de peso, o hacer dietas extrañas para lograr el mismo fin, o tomar medicamentos para disminuir el apetito. Tú no le decías gorda para que intentara el suicidio, sino que se lo decías porque realmente lo era. Tú no eres responsable de la vida de tu amiga ni se la puedes cuidar.
54-Tengo una amiga que está embarazada y quiere suicidarse ¿Qué debo hacer?
     Hay que proceder como se ha referido en otras ocasiones: explorar la idea suicida, no dejarla sola, evitar el acceso a los métodos mediante los cuales se pueda dañar, avisar a los familiares de las intenciones suicidas y acercar cuanto antes a las fuentes de salud mental.
      El embarazo oculto o no deseado es uno de los factores de riesgo de suicidio en la adolescencia. Considero que también habría que determinar si el embarazo es o no deseado, pues el riesgo suicida se incrementa en este último caso. Si el embarazo es deseado pero oculto, hay que informar a los papás o a algún otro familiar para apoyar a la adolescente, recordando que de inicio pueden tener reacciones de ira, enojo, llanto hostilidad, incredulidad, agresividad, constantes interrogatorios para que se ofrezcan detalles de cómo ocurrieron las cosas, etc. Pero esta reacción inicial es sustituida en la inmensa mayoría de los papás por la aceptación de lo sucedido y el apoyo para que el embarazo transcurra sin dificultades.
      Si el embarazo no es deseado y está oculto, también hay que informar a los padres y pedir su colaboración para enfrentar la situación por la cual está atravesando la adolescente y advertir del peligro suicida para que se tomen todas las medidas necesarias tendientes a evitarlo.
55- ¿Pensar a menudo en la muerte es signo de querer suicidarse?
     No se puede apartar un pensamiento del contexto en que surge. Si una persona está deprimida y tiene pensamientos recurrentes sobre la muerte, puede existir peligro de suicidio. Si no está deprimido y piensa a menudo en la muerte, puede estar iniciando una depresión.
      Si ninguna de estas condiciones existe y el sujeto piensa a menudo en la muerte puede ser parte de sus intereses sin que ello conlleve peligro alguno.

56-¿Es justificado el suicidio cuando uno lo hace por que la novia lo dejó?
     No se justifica que uno se suicide cuando la novia lo deja. Se debe aprender a renunciar cuando haya que hacerlo y nadie tiene derecho a querer continuar con una persona que ya no lo desea. ¿Le gustaría que estuvieran con usted porque le tienen lástima, compasión o simplemente porque temen a que usted se suicide? ¿Le gustaría que estuvieran con usted por que le aman? Obviamente todos deseamos que sea por amor.
57-¿Cuál es la principal causa de suicidio?
     El suicidio es una de las formas de morir y obedece a múltiples causas. Ningún suicidio puede ser explicado de manera simplista ni ningún suicidio responde a una causa única. Se considera que el suicidio es multicausal y responde a factores biológicos como es la alteración de las aminas cerebrales, psicológicos como la baja autoestima y la desesperanza y sociales, como el manejo sensacionalista de las noticias sobre el suicidio, por sólo mencionar algunos.
58-¿Qué pasa cuando una persona se quiere suicidar por problemas económicos y como se le puede ayudar?
     Lo primero que hay que determinar es el origen de los problemas económicos ya que cuando en la adolescencia se comienzan a necesitar sumas crecientes de dinero puede que estemos ante un caso de drogadicción, que explicaría el endeudamiento.
      Una vez determinada la causa del endeudamiento hay que proceder como lo haríamos con cualquier persona en riesgo de suicidio: explorar la planificación de la idea suicida, evitar el acceso a los métodos con los que se pudiera dañar, no dejarlo a solas, avisar a figuras significativas para el adolescente y acercarlo a los especialistas en salud mental.
59-¿Qué opina de la eutanasia?
     La eutanasia es un acto ética y moralmente inaceptable.
60-Si un amigo tiene depresión porque fue violado y se siente inútil y sucio, ¿Cómo puedo ayudarlo?
     Debes llevarlo para que sea atendido por un psiquiatra, puesto que padece una depresión con ideas de minusvalía y autorreproche y esta condición para que mejore debe ser tratada con medicamentos antidepresivos.
61-¿La depresión puede llevar al suicidio?
     No todas las personas que se suicidan están deprimidas, ni tampoco todas las personas que se deprimen realizan un acto suicida. Pero la depresión es una enfermedad que conlleva riesgo de suicidio en el 10% al 30% de los que la padecen, fundamentalmente aquellas depresiones consideradas graves.
62-Tengo un amigo que se deprime mucho porque no es atractivo en su físico y piensa suicidarse ¿Cómo ayudarlo?
     No ser atractivo y ser un suicida en potencia es un problema mayor que no ser atractivo únicamente. Cuando no se posee la belleza física deseada, hay que intentar embellecer el espíritu con cualidades que despiertan la admiración y aceptación de casi todas las personas. Y en este caso quien debe intentar lograrlo es tu amigo, que es quien no se acepta tal y cual es.
      Si persiste en sus propósitos suicidas, debes hacer lo que ya hemos señalado en respuestas anteriores para evitar que una persona cometa suicidio.
63-¿Cómo puedo ayudar a un amigo a que no se drogue y no se suicide si no me hace caso?
     Dejar un mal hábito requiere del deseo de abandonarlo de quien lo padece. Por tanto, si deseas ayudarlo, debes insistir en que no se drogue y tratar de que sea visto por un médico especializado en adicciones. Como se dice tratar a un drogadicto es como hacer un arroz con liebre. Y lo más difícil es cazar a la liebre…
64-¿Que se debe hacer si un familiar o un amigo amenaza con suicidarse?
     Siempre se debe tomar con seriedad cualquier amenaza de suicidio. Evita cometer el error de considerar la amenaza como un alarde, manipulación o chantaje. La amenaza es un mensaje de que algo no anda bien y se necesita ayuda.
65-¿Cómo ayudar a una amiga que ya no soporta a su papá?
     Cuando un adolescente tiene dificultades en el seno del hogar es conveniente que tenga otros intereses extra hogareños, que le permitan consumir el tiempo de una manera agradable y provechosa. Es muy traumático no soportar a una figura significativa como es el padre, pero es importante aprender a perdonar y a sacar una lección del sufrimiento que se padece. Por tanto, tu amiga si se quiere ayudar, debe trazarse como objetivo no repetir su propia historia con su descendencia y elegir un hombre como padre de sus hijos que no despierte las emociones que su padre despierta en ella.
66- Si uno tiene muchos problemas personales y fue una niña no deseada y no es querida por su familia ¿Cómo puedo evitar no querer morir?
     Ser un hijo no deseado conlleva situaciones de maltratos velados o evidentes. Cuando uno es un niño, no puede alterar el curso de los acontecimientos porque no tiene la posibilidad de valerse por si sólo. Pero ya en la adolescencia esto puede modificarse y pensar en los planes propios para un futuro a mediano plazo, como puede ser culminar los estudios y conseguir un trabajo que permita vivir de manera modesta pero independiente.
67-¿Cómo puedo ayudar a un amigo si llevarlo al médico es imposible? ¿Es malo obligarlo?
     Muchas veces las personas no desean acudir al médico porque le resulta molesto tener que ventilar sus problemas con una persona a quien no conocen. Otras veces no desean acudir para no recibir un diagnóstico y tener que hacer tratamiento con fármacos. Otras veces no acuden porque no le encuentran ningún valor a hacerlo o porque no están en condiciones económicas de enfrentar los gastos de un tratamiento.
      Otras veces es la propia enfermedad o el sufrimiento que padecen las personas lo que les impide buscar ayuda médica porque consideran que “ya no hay nada que hacer”, que “ayudarlo es perder el tiempo”, que” todo está perdido”y esa negativa es un síntoma y no una decisión bien pensada.
      A veces no queda otra alternativa que obligarlo, para lo que se sugiere apoyarse en varios amigos del sujeto y se le intenta persuadir de la necesidad de acudir al médico por si mismo que tener que ir en contra de su voluntad y que ellos están decididos a llevarlo por las buenas o en contra de su voluntad. Ante tal argumento y la convicción de que los amigos actuarán si el sujeto se niega, el sujeto, en la mayoría de las ocasiones, termina por ceder.
68-¿Es correcto el suicidio predeterminado en un enfermo terminal?
     El enfermo terminal debe morir de su enfermedad. Nadie tiene el derecho de acortar su vida, incuso, aunque esa sea su petición, ya que en la generalidad de los casos responde a un estado de ánimo depresivo que mejora con tratamiento y hace que el sujeto tenga otra opinión. La eutanasia y el suicidio asistido son contrarios al Juramento Hipocrático que sentencia:”Primero no hacer daño”.
69- Si siento que mi vida no tiene sentido, ¿Qué debo hacer para no caer en el suicidio?
     El ser humano debe empeñarse en encontrar la vía por la cual dirigir sus energías hacia el logro de una trascendencia social cuyo resultado sea la satisfacción personal. Claro está, el sentido de la vida no es algo común para todos los individuos, es personal, porque lo que me lo da a mí no lo dará a mi pareja o a mis hijos. Luego, lo primero que usted debe hacer para dar sentido a su vida, es preguntarse cuál es su mejor atributo, su mejor cualidad, en qué aspecto es realmente bueno. Una vez que descubra ese atributo, dedíquele una parte de su tiempo para buscar la mayor perfección, y hágalo de manera consciente, no como un pasatiempo, sino como una obligación: usted le está dedicando a ese atributo una parte de su tiempo porque ello le dará un sentido a su existencia y su deber es perfeccionarlo al máximo. Otras veces no hay que descubrirse atributo alguno, simplemente mire a su alrededor y trate de encontrar la persona más necesitada de usted, por ejemplo, su abuela, su pequeño hijo, su esposa enferma, su esposo con una gran cantidad de responsabilidades, etc. Dedíquese a mejorar la calidad de vida de ellos y eso también mejorará la suya. Dicho incentivo en ocasiones se puede encontrar en su propia tragedia. He conocido madres que han perdido un hijo por suicidio y se han consagrado a ayudar a otras madres y familiares con una experiencia similar y ello le ha complacido.
70-¿Cuáles son los cambios que se pueden observar en una persona en una persona que se va a suicidar?
     Toda persona antes de cometer un suicidio evidencia una serie de síntomas que han sido definidos como síndrome presuicidal, consistente en constricción de los sentimientos y el intelecto, inhibición de la agresividad, la cual ya no es dirigida hacia otras personas reservándola para sí, y la existencia de fantasías suicidas, todo lo que puede ser detectado a su debido tiempo y evitar se lleven a cabo sus propósitos.
.Presentar mayores problemas emocionales, incluyendo depresión, abuso de sustancias y conducta disocial así como baja auto - estima, impulsividad, desesperanza y rigidez cognitiva.
.Mayor exposición a situaciones de riesgo suicida o eventos vitales suicidógenos como las relaciones humanas tumultuosas, los amores contrariados o problemas con las autoridades policiales.
71-¿Cómo se puede investigar si un amigo esta pensando en el suicidio?
     Varias son las maneras de abordar el tema de la ideación suicida: se le puede preguntar directamente si ha pensado matarse, lo que puede realizarse como se ejemplifica a continuación “¿Has pensado en matarte por todo lo que te ocurre?; ¿has pensado suicidarte?; ¿has pensado acabar con tu vida?”. . Se puede abordar al amigo de la siguiente manera: “Durante todo este tiempo que te has sentido tan mal, ¿has tenido pensamientos malos?”. En esta modalidad la idea suicida se hace sinónimo de pensamientos malos, aunque también se le puede calificar de ideas desagradables, barrenillos, pensamientos raros, etc. Si la respuesta es afirmativa, se debe preguntar cuáles son esos malos pensamientos.
72-¿Qué trastornos deja a los familiares el suicidio de uno de sus integrantes?
     Se consideran sobrevivientes aquellas personas muy vinculadas afectivamente a una persona que fallece por suicidio, entre los que se incluyen los familiares, amigos, compañeros e incluso el médico, psiquiatra u otro terapeuta que la asistía. El vocablo “survivor” proviene del
inglés y su traducción puede ser el de superviviente, que es el que sobrevive y es también sinónimo de sobreviviente, que significa vivir uno después de la muerte del otro. Aunque esta palabra es muy utilizada en la terminología suicidológica, no sólo son sobrevivientes o supervivientes los que sobreviven a un suicidio, sino que lo son también aquellos que sobreviven después de la muerte de un ser querido por una causa cualquiera, sea natural, por accidente u homicidio.
      Es imposible presentar un cuadro clínico típico del sobreviviente de un suicidio, pero son comunes algunos de ellos como los intensos sentimientos de pérdida acompañados de pena y tristeza, rabia por hacerle responsable, en cierta medida de lo sucedido, sentimientos de distanciamiento, ansiedad, culpabilidad, estigmatización, etc.
     También puede manifestarse el horror por el posible arrepentimiento tardío, cuando ya las fuerzas flaquearon lo suficiente para evitar la muerte y no poder, deseándolo en esos últimos instantes.
      El miedo es una emoción presente en la casi totalidad de los familiares del suicida y está referido a si mismo, a su posible vulnerabilidad de cometer suicidio o a padecer una enfermedad mental que lo conlleve. Este temor se extiende a los más jóvenes, a los que pueden comenzar a sobreprotegerse con la esperanza de evitar que ellos también cometan un acto suicida.
      La culpabilidad es otra manifestación que frecuentemente se observa en los familiares del suicida y se explica por la imposibilidad de evitar la muerte del ser querido, por no haber detectado oportunamente las señales que presagiaban lo que ocurriría, por no atender las llamadas de atención del sujeto, las que habitualmente consisten en amenazas, gestos o intentos suicidas previos, así como no haber logrado la confianza del sujeto para que les manifestara sus ideas suicidas. Otras veces la culpabilidad la ocasiona el no haber tomado una medida a tiempo, a pesar de reconocer las manifestaciones de un deterioro de la salud mental que podían terminar en un acto de suicidio. Cuando la culpabilidad es insoportable, el familiar también puede realizar un acto suicida para expiar dicha culpa
73-¿Qué opinión tiene la iglesia sobre el suicidio?
     Todas las religiones desaprueban el suicidio. En la religión católica, el Decálogo sustenta como uno de los mandamientos:”No matarás”, lo cual no se refiere sólo al homicidio del prójimo sino también al homicidio de si mismo, que es una de las tantas definiciones de suicidio. El suicidio se considera un pecado, sino el mayor de todos, pues priva al Ser Supremo de disponer de nuestras vidas.
74-¿Que influencia tiene la televisión y los diarios en el suicidio?
     Con la publicación de la tragedia “Romeo y Julieta” de William Shakespeare numerosos adolescentes, identificados con los personajes y sus turbulentos amores terminaron sus vidas por suicidio.
Willian Farr en 1843 consideró que “no hay una mejor evidencia que el efecto imitativo de la conducta suicida”.El término “Efecto Werther” fue acuñado por D.P.Phillips en 1974 para describir el efecto de la sugestión en la conducta suicida.Johan W.von Goethe en 1774 publicó su novela “The sorrow of young Werther”(Las penas del joven Werther) en la que se cuenta la historia de un joven talentoso quien desesperanzado por pasiones amorosas, se suicida mediante un disparo en la cabeza.Su venta tuvo que ser prohibida en diversos lugares de Europa porque desencadenó numerosos suicidios en jóvenes mediante el mismo método.
      El “Efecto Yukiko” es un término similar al anterior y utilizado en el Japón para referirse a la imitación de la conducta suicida.Numerosos suicidios en adolescentes y jóvenes sucedieron después de las noticias sensacionalistas del suicidio de Yukiko, estrella japonés de rock.
      Las noticias sensacionalistas sobre el suicidio de una personalidad pública puede precipitar el suicidio de personalidades vulnerables, sobre todo adolescentes y jóvenes por lo que se recomienda: no debe aparecer la noticia en primera página , no deben aparecer fotos del fallecido , no se debe describir el método utilizado con lujo de detalles , no deben ofrecerse explicaciones simplistas ni únicas pues responde a causas biológicas, psicológicas y sociales , no debe justificarse el suicidio con valores morales dignos de imitarse como el valor, amor, dignidad, honor, no deben recalcarse únicamente los aspectos positivos de la personalidad del difunto sino también los posibles padecimientos que facilitaron el suicidio como el abuso de drogas y alcohol, intentos suicidas previos, ingresos psiquiátricos, no debe aparecer la palabra suicidio como sinónimo de éxito, salida, opción, solución, no se debe ofrecer el suicidio como una forma de solucionar las dificultades de la vida.
75-¿Cómo puedo ayudar a una persona que ha intentado suicidarse pero parece que sólo lo hace para llamar la atención?
     Hay que tener sumo cuidado con minimizar un acto suicida y considerar que la persona lo realiza para llamar la atención como si estuviera en un escenario protagonizando una obra de teatro. Todas las personas que hacen un intento de suicidio desean llamar la atención de sus seres queridos, desean expresar que algo no anda bien, que nos demos cuenta que se siente mal, que no tiene mecanismos que le permitan una mejor adaptación a las exigencias que la vida le plantea.
76- Los métodos que se utilizan para cometer suicidio, ¿de que dependen?
     Los métodos para cometer suicidio dependen de su disponibilidad, del acceso que tenga el sujeto a dichos método. En la elección influye también el tipo de enfermedad que presente el sujeto pues las que se acompañan de grave desorganización de la personalidad, como la que presentan algunos esquizofrénicos, los métodos suelen ser extremadamente cruentos, con mutilaciones horribles. Otro factor que influye es el antecedente familiar que tenga el sujeto de la utilización de un método determinado por varios de sus miembros así como el entorno socio-cultural, que puede tener un método preferido para cometer suicidio, como es el fuego en la región del oriente cubano, o el ahogamiento en las mujeres nórdicas.
77- ¿El comportamiento de los padres influye en el suicidio de los hijos?
     Es incuestionable que el comportamiento de los papás puede influir en el suicidio de los hijos de múltiples maneras.
      Cuando los papás han intentado el suicidio o se han suicidado, los hijos pueden imitar dicha conducta.
Cuando el padre padece de un alcoholismo o drogadicción, o la madre es una deprimida crónica estas condiciones pueden favorecer el suicidio entre los hijos debido al clima emocional familiar caótico que estos trastornos suelen conllevar.
      La existencia de abuso físico y sexual y las relaciones incestuosas también se convierten en factores que pueden precipitar un acto suicida en un adolescente.
      Las dificultades en la comunicación entre los papás y los hijos, cualquiera sea su forma de manifestarse, pueden convertirse en un factor de riesgo suicida.
78-¿Qué actitud debo tomar si mis padres influyen para que intente el suicidio?
     Debes buscar ayuda en una figura significativa, como pueden ser otros familiares cercanos, (abuelos, tíos y tías, hermanos mayores, etc.). También debes acercarte a los maestros, al sacerdote o pastor de tu iglesia y confesarles tus dificultades para que te brinden ayuda.
Y nunca autoagredirte.
79-¿Debo decir que yo intenté el suicidio?
     Siempre debemos reconocernos tal y cual somos. Si intentaste contra tu vida, eso es una realidad y es parte de tu biografía. Claro está, no hay que decirlo a los cuatro vientos, para que sea del dominio de todos los habitantes de la ciudad. Pero hay personas a las que no debemos negar este antecedente como son tus papás si no lo supieran aún, tu pareja, tu médico, tu confesor, etc. Por último, independientemente de estas sugerencias, tienes la libertad de decidir a quienes harás participe y a quienes no de tu vida privada.
80-¿Puedo heredar de mis padres la tendencia a suicidarme?
     No está demostrado que el suicidio se transmita genéticamente, por lo que esta tendencia no se puede heredar. Ahora bien, lo que si se puede transmitir es la tendencia a padecer una enfermedad mental en la que el suicidio sea un síntoma y que los estilos de vida dañinos pongan en evidencia (abuso de alcohol, drogadicción, etc.).
81- ¿Quiénes se suicidan más, los varones o las hembras?
     Los varones se suicidan más que las hembras en proporción de tres a uno, es decir que por cada tres hombres que cometen suicidio, sólo una mujer pone fin a su vida de esta manera. Sin embargo las mujeres cometen más cantidad de intentos de suicidio que los hombres.
82-¿Cuál es el país con mayor número de suicidios en el mundo?
     Los dos países con mayor número de suicidio son la China con 150.000 suicidios por año y la India, con mas de 87.000. Ellos aportan casi el 25% de todos los suicidios que ocurren anualmente en el mundo.
83-¿Considera que para combatir el suicidio basta con la buena comunicación y la confianza de la familia?
     La buena comunicación y la confianza en la familia pueden permitir que cuando alguno de sus miembros presente ideas suicidas las pueda expresar sin temor a no ser escuchado y ayudado, lo cual sin lugar a dudas son factores protectores del suicidio.
84- Mi papá me metió a la fuerza al preuniversitario y me quiero suicidar ya que yo no quiero la escuela ¿Qué usted me aconseja?
     No es aconsejable utilizar la violencia en las relaciones interpersonales, y entre ellas las paterno-filiales, pues ello puede originar un espiral de creciente violencia, o condicionar un aprendizaje defectuoso en los hijos, que emplearán la violencia cuando asuman el rol de padres.
      A veces los padres hacen las cosas a la fuerza, pero hay que tener la capacidad para comprender si esa conducta persigue dañarnos o hacernos bien. No es lo mismo que un padre emplee la fuerza para abusar física o sexualmente de un hijo o hija, o que la emplee para que sea mejor ciudadano en el futuro.
Muchos adolescentes se tornan susceptibles tomando más en cuenta la forma y no el contenido del mensaje que le comunican los padres y pueden torcer su rumbo hacia el mal camino cuando no llegan a comprender lo que pretendían los padres.
      Tu padre no habrá utilizado un método correcto pero no te metió al Infierno del Dante, sino a la escuela para que continúes superándote.
      ¿No será que este tipo de enseñanza te está obligando a ser mejor estudiante, a ser más perseverante en tus propósitos, a ser más disciplinado, a sacar de ti tus mejores cualidades como ser humano y te resistes a esforzarte?
85-Si estoy sentenciado a muerte por alguna enfermedad y no soporto los dolores. ¿Es válido que busque el suicidio?
     No. Usted no es quien para determinar cuando morir. Es válido buscar alivio para el dolor y la analgesia ha alcanzado un marcado desarrollo en la Medicina moderna, principalmente en los Cuidados Paliativos.
86-¿Por qué algunas personas dejan una nota o una carta cuando se suicidan y otras personas no lo hacen?
     Las llamadas notas suicidas no está demostrado que tengan el valor que la población les atribuye para esclarecer los móviles del suicidio. Para algunos investigadores no tienen ninguno.
      No hay una explicación satisfactoria para todos los casos. Simplemente es una forma de comunicación que algunos utilizan y otros no. Es imposible que una persona analfabeta pueda escribir una nota suicida, pero puede dejar otras señales antes de suicidarse.
87-¿Qué pasa cuando retas a una persona con riesgo de suicidio a que se suicide? ¿Lo puede hacer o no?
     Retar a una persona en riesgo de suicidio es algo que nunca se debe hacer, pues se puede correr el peligro que lo realice.
      En algunos Códigos Penales este proceder constituye un delito que se califica de incitación al suicidio.
88-¿Es cierto que las estaciones del año influyen en el suicidio?
     Si es cierto, principalmente en los Países Nórdicos, en los cuales la luz solar dura muy poco tiempo cada año. Eso influye en la disminución de la producción, por parte del organismo, de determinada sustancia que influye sobre el estado de ánimo, ocasionando la llamada depresión estacional, cuyo tratamiento principal es la fototerapia.
89- ¿Cómo puedo evitar el suicidio de mi abuelo?
     Con las personas ancianas al igual que con las que no lo son, el suicidio se puede evitar si se logra conocer como piensa el sujeto, si se evita que tenga acceso a los métodos suicidas, si nunca le dejamos sólo, si comunicamos a los demás convivientes del peligro suicida y si lo llevamos al psiquiatra para su diagnóstico precoz y tratamiento oportuno.
90-Si un adolescente se quiere suicidar porque piensa que sus padres no lo quieren ya que siempre lo están comparando con sus hermanos ¿Qué se debe hacer?
     Ninguna comparación es buena. Eso no debiera ocurrir nunca, pero sucede.
      Cuando las cosas no dependen de uno, deben ser manejadas modificando las emociones que nos provocan, en vez de empecinarnos en que cambien. No es el suicidio la forma de enfrentar ningún problema y debes reconocer que estás experimentando celos hacia tus hermanos. Creo que sería de mucha utilidad que te detuvieras a reflexionar en que te comparan, y si ellos te superan, no hay que lamentarse por eso, sino tomarlos de ejemplos a seguir, en vez de desear suicidarte. Si mi padre dice que no saco tan buenas notas como mi hermano, debo aprender de su método de estudio, de su dedicación y disciplina, para ser tan bueno como él.
91-¿Cómo saber si la persona quiere utilizar el suicidio como un medio de chantaje?
     Eso no lo llegan a saber cabalmente ni los psiquiatras y suicidólogos de vasta experiencia, por lo que le aconsejo que siempre tome muy en serio cualquier comportamiento suicida y nunca lo califique de chantaje.
92- ¿La obsesión por ser el mejor puede conducir al suicidio?
     Siempre que uno cuente con los atributos personales necesarios para conseguirlos, trazarse metas elevadas en la vida es muy adecuado y no conduce en modo alguno al suicidio. Sin embargo, cuando no se cuenta con los recursos para ello, y la persona se propone alcanzar objetivos muy por encima de sus posibilidades, corre el riesgo de fracasar y frustrarse, con el malestar que ello genera. Si en estos objetivos inalcanzables había depositado todos sus medios económicos el riesgo de cometer suicidio es elevado.
      En ocasiones hay familias que depositan en sus hijos o hijas que estudian, sus esperanzas de desarrollo, de modificar su situación económica, de salir adelante. Cuando no pueden cumplir estas expectativas, a pesar de los esfuerzo realizados, existe peligro de que realicen un acto suicida.
93-¿Cree que la soledad sea un momento importante para arrepentirse de suicidarse?
     No creo que así sea. Por el contrario, es el momento elegido por los suicidas para llevar a cabo sus planes de autoeliminación y por esta razón nunca debe permitirse que permanezcan a solas mientras están en situación de crisis
94-¿Un niño de diez años puede pensar en el suicidio o suicidarse?
     Se considera que por debajo de los 5 a 6 años, los niños tienen un concepto muy rudimentario de lo que es la muerte o el morir, por lo que resulta prácticamente improbable que se participe activamente de la muerte. Por encima de esta edad, se comienza a considerar la muerte como un suceso inevitable y universal, llegando el niño o la niña a la conclusión que todas las personas, incluyéndolo a él, tienen que morir. Paralelamente con el concepto de muerte se desarrolla el de suicidio y generalmente los niños han tenido alguna experiencia sobre el tema mediante la visualización de este tipo de acto en la televisión, sea a través de programaciones para los adultos o dirigidos a los niños y las niñas (muñequitos o comics). Otras veces, el concepto se va adquiriendo mediante diálogos con compañeros de su propia edad que han tenido familiares suicidas o por conversaciones que escuchan a los adultos. En sus concepciones sobre el suicidio, en el niño se entremezclan creencias racionales e irracionales, articuladas y lógicas y poco coherentes y comprensibles. Hay niños y niñas que adquieren ambos conceptos, muerte y suicidio a una edad más temprana y otros más tardíamente, creyendo estos últimos que la muerte es una continuidad de la vida o que es un estado parecido al sueño del cual es posible ser despertado tal y como ocurre en el cuento "La Bella Durmiente”.
95-¿Cómo define el suicidio, un acto de cobardía o de valentía?
     Ni lo uno ni lo otro, pues la cobardía y la valentía son atributos de la personalidad que no se cuantifican por las veces que usted se suicida o deja de hacerlo. El suicidio es un acto autoagresivo que refleja no poseer una adecuada salud mental.
96-¿Estará bien compartir relaciones, ya sea amorosa o de compañerismo, con una persona con tendencias suicidas?
     Cada cual establece las relaciones que desee con las personas que considere. Las relaciones de compañerismo pueden favorecer que la persona con tendencias suicidas se sientan apoyadas. El realizado un acto de suicidio no es un estigma por lo que se pueden establecer relaciones amorosas con estas personas sin que esto resulte peligroso o problemático.
      Pero establecer relaciones amorosas con una persona que ha hecho del intento de suicidio una manera habitual de comportamiento, implica contraer un sufrimiento nada despreciable.
97-¿Cuáles situaciones se pueden convertir en un peligro potencial para cometer suicidio en la adolescencia?
     Enunciaremos seguidamente aquellas situaciones en las que los adolescentes vulnerables pueden desembocar en una crisis suicida:
-Situaciones que pueden ser interpretadas a través del prisma del adolescente como dañinas, peligrosas, conflictivas en extremo, sin que necesariamente concuerde con la realidad, lo cual significa que hechos triviales para adolescentes normales, pueden tornarse potencialmente suicidas en adolescentes vulnerables, los que las perciben como una amenaza directa a la auto imagen o a su dignidad.
-Los problemas familiares que como es reconocido, se constituyen en uno de los motivos fundamentales de la realización de un acto suicida
-Separación de amigos, compañeros de clases, novios y novias
-Muerte de un ser querido u otra persona significativa
-Conflictos interpersonales o pérdida de relaciones valiosas
-Problemas disciplinarios en la escuela o situaciones legales por las que debe responder el adolescente
-Aceptación del suicidio como forma de resolución de problemas entre los amigos o grupo de pertenencia
-Presión del grupo a cometer suicidio bajo determinadas circunstancias y ante determinadas situaciones
-Situación de tortura o victimización
-Fracaso en el desempeño escolar
-Exigencia elevada de padres y maestros durante el período de exámenes
-Embarazo no deseado y embarazo oculto
-Infección con VIH o padecer una infección de transmisión sexual
-Padecer una enfermedad física grave
-Ser víctima de desastres naturales
-Violación o abuso sexual, con mayor peligrosidad si se trata de familiares
-Estar sometido a amenazas de muerte o golpizas
-Estar involucrado en una situación de burlas continuadas en una situación de régimen interno (escuelas, servicio militar).
-Incumplir con las expectativas depositadas por los padres, maestros, u otras figuras significativas y asumidas por el adolescente como metas alcanzables.