La ley suprema de la Obsesión es: Siembra y cosecharás. Cuida tus pensamientos. .porque se volverán palabras Cuida tus palabras... porque se volverán actos Cuida tus actos. porque se harán costumbre Cuida tus costumbres… .porque forjarán tu carácter Cuida tu carácter… .porque formará tu destino Y tu destino será tu vida. ” Nuestras dudas son traidoras y a menudo nos hacen perder las cosas buenas que pudiéramos conseguir. ”
si estuviese hablando en términos vinícolas diría que este este siendo un mal año para la cosecha.
pero si hecho la vista atrás recuerdo que lo empeze lesionada.y en silla de ruedas de lo cual deduzco que es una muy mala racha. que suma y sigue.
problemas no deseados con la familia política.
desencuentros con amigos.
el trabajo que no acompaña.
todo esto alimenta la ansiedad y como sabemos las ansiedad es el mejor amigo del toc.
el toc esta dando mucha guerra este año con todo lo que conlleva consigo.
perdida de tiempo. preguntar una y mil veces lo mismo. cansancio de uno mismo mismo. descanso deficiente . y bruxismo. como siga así por mucho tiempo me volveré a cargar alguna pieza dental y no esta la economía para gastos.
ya vendrán tiempos mejores, me gustaría ver un futuro libre de miedos donde la palabra humano no tenga como significado animal que tropieza dos veces en el mismo toc....
un saludo:amatista
.
El lenguaje es como el "sistema operativo" de nuestra psiquis.
viernes 25 de febrero de 2011
Vivo con ella porque es mi madre
Las madres no castradoras mantienen un vínculo incestuoso con sus hijos, pero disimulado porque evitan tener relaciones sexuales con ellos.
En otro artículo (1) les comentaba que las madres castradoras son las mejores, a diferencia de las no-castradoras que seguramente tienen hijos apáticos, dependientes y quizá poco productivos y/o reproductivos (que no desean alejarla para fundar una familia o que, si la fundan, la incluyen).
Aclaraba —y lo repito porque el vocablo induce a confusión—, que una madre castradora no es la que anula a su hijo cortando o atrofiando su aparato reproductor (acepción literal), sino que es la que corta el cordón umbilical, da un paso al costado, deja de ser invasiva, entrometida, pegajosa.
Las madres no castradoras y sus hijos, difícilmente se dan cuenta de si están pudiendo desarrollarse plenamente o si —por el contrario— están inseparablemente unidos con un vínculo infantil.
La vida familiar parece normal, las cosas ocurren como siempre ocurrieron, el adulto que conserva intacto su cordón umbilical, puede decir «mi mamá es como todas las madres, a veces un poco quejosa pero la quiero porque es mi mamá, no deseo que se muera, me cuida con el mismo amor de siempre».
Si bien es cierto que sienten horror hacia las relaciones sexuales incestuosas, las practican todo el tiempo, evitando los aspectos genitales, pero conservando todo los demás: convivencia, secretos, lenguaje con claves exclusivas, gastos compartidos, mutua vigilancia de la salud, las amistades, las manías, las extravagancias tolerables. Mantienen un pacto de exclusividad (celos), igual que los matrimonios monógamos comunes (exogámicos).
Estas personas (madre con hijo, padre con hija, madre con hija, padre con hijo), probablemente no tienen relaciones carnales ... pero sólo las evitan porque tienen la sexualidad anulada o para imaginar que no conforman una pareja incestuosa.
●●●
En otro artículo (1) les comentaba que las madres castradoras son las mejores, a diferencia de las no-castradoras que seguramente tienen hijos apáticos, dependientes y quizá poco productivos y/o reproductivos (que no desean alejarla para fundar una familia o que, si la fundan, la incluyen).
Aclaraba —y lo repito porque el vocablo induce a confusión—, que una madre castradora no es la que anula a su hijo cortando o atrofiando su aparato reproductor (acepción literal), sino que es la que corta el cordón umbilical, da un paso al costado, deja de ser invasiva, entrometida, pegajosa.
Las madres no castradoras y sus hijos, difícilmente se dan cuenta de si están pudiendo desarrollarse plenamente o si —por el contrario— están inseparablemente unidos con un vínculo infantil.
La vida familiar parece normal, las cosas ocurren como siempre ocurrieron, el adulto que conserva intacto su cordón umbilical, puede decir «mi mamá es como todas las madres, a veces un poco quejosa pero la quiero porque es mi mamá, no deseo que se muera, me cuida con el mismo amor de siempre».
Si bien es cierto que sienten horror hacia las relaciones sexuales incestuosas, las practican todo el tiempo, evitando los aspectos genitales, pero conservando todo los demás: convivencia, secretos, lenguaje con claves exclusivas, gastos compartidos, mutua vigilancia de la salud, las amistades, las manías, las extravagancias tolerables. Mantienen un pacto de exclusividad (celos), igual que los matrimonios monógamos comunes (exogámicos).
Estas personas (madre con hijo, padre con hija, madre con hija, padre con hijo), probablemente no tienen relaciones carnales ... pero sólo las evitan porque tienen la sexualidad anulada o para imaginar que no conforman una pareja incestuosa.
●●●
http://lenguaje-y-psiquis.blogspot.com/2011/02/vivo-con-ella-porque-es-mi-madre.html
El trastorno de la obsesión, un mal que algunos padecen sin saber
BBCMUNDO.COMLa preocupación desmedida por la limpieza, la inseguridad o la contaminación pueden ser la pauta de que se padece esta afección.
Todos, sin duda, hemos pasado por momentos en los que una idea o imagen surge de pronto en nuestra mente sin alguna advertencia.
Puede tratarse de ideas o imágenes totalmente inconsistentes, o asuntos o situaciones que –pensamos– no deberíamos haber hecho o deberíamos haber hecho de distinta forma.
Este tipo de pensamientos forma parte de nuestra vida y la mayoría de la gente no se preocupa por ellos y puede olvidarlos fácilmente. Para otros, sin embargo, son impertinentes, no deseados y pueden convertirse en lo que los psicólogos llaman “obsesiones”.
Y muchas de estas personas no pueden deshacerse tan fácilmente de estas obsesiones. Ese es el llamado Trastorno Obsesivo Compulsivo o TOC, que sufren aproximadamente una de cada 50 personas en algún momento de su vida.
Esta cifra, dicen los expertos, podría ser mayor debido a que mucha gente con TOC prefiere esconder su padecimiento. A menudo la enfermedad se inicia en la adolescencia o principios de la adultez y afecta a hombres y mujeres por igual.
Hasta ahora no se conocen las causas de este trastorno, pero hay varios factores que podrían explicar su aparición. Por ejemplo, como en ocasiones suele ocurrir en varios miembros de una familia, se piensa que podría ser genética.
También se ha visto que ciertos eventos estresantes pueden desencadenar en el TOC, y estudios han mostrado que un desequilibrio en los niveles de serotonina, un compuesto químico cerebral vinculado al estado de ánimo y las emociones, puede provocar el trastorno.
Según el Royal College of Psychiatrists (Colegio Real de Psiquiatrias) del Reino Unido, el TOC también puede desarrollarse cuando una persona es muy meticulosa, metódica y ordenada, y estas características comienzan a dominar su vida.
Quienes sufren del TOC se ven torturados diariamente por pensamientos que describen como “profundamente desagradables y angustiantes”. Las obsesiones que experimentan estas personas pueden agruparse en “temas comunes”.
“Muchos de nosotros llevamos a cabo rituales diarios que consisten en una serie de tareas que forman parte de la vida común”, explica el doctor Robert Wilson, psicólogo especializado en TOC y autor del libro Overcoming obsessive-compulsive disorder (Superando el trastorno obsesivo compulsivo).
“Por ejemplo, revisar que todas las puertas y ventanas estén cerradas antes de irnos a la cama es una rutina que nos garantiza que no nos robarán. Pero con el TOC, estos rituales se salen de control”, afirma.
Quienes sufren el trastorno obsesivo compulsivo están dominados por la necesidad de llevar a cabo estos rituales, que se conocen como “compulsiones”, y que son provocados por sus obsesiones. “Una persona con TOC, por ejemplo, puede llegar a revisar sus puertas y ventanas entre 50 y 100 veces cuando la obsesión por la seguridad se ‘instala’ en su mente”, dice el doctor Wilson.
En ocasiones los individuos con TOC pueden ayudarse a sí mismos a superar el trastorno. Según el doctor Wilson, llevar un diario o un registro de los pensamientos que son problemáticos y revisarlos continuamente puede ayudar a algunas personas.
“Pero es necesario hacerlo de forma regular, durante una media hora cada día, y al mismo tiempo se debe tratar de resistir cualquier comportamiento compulsivo”, dice.
También hay otras psicoterapias, agrega el especialista, como las técnicas de exposición y prevención de respuestas (que pueden usarse junto con la terapia cognitivo conductual) que pueden ayudar a combatir las compulsiones y ansiedades evitando que se refuercen unas a otras.
Obsesiones comunes
Contaminación: Miedo de contaminarse con gérmenes, suciedad o sustancias químicas.
Asalto: Miedo de ser víctimas de un robo o de alguna agresión.
Agresión: Pensamientos agresivos sobre lesionar o lastimar físicamente a un ser querido.
Perfección: Preocupación por la simetría o exactitud de objetos.
Sexo: Pensamientos o urgencias sexuales impertinentes.
“El trastorno obsesivo compulsivo puede desarrollarse cuando una persona es muy meticulosa y ordenada, y esto comienza a dominar su vida”.
Colegio Real de Psiquiatras
Puede tratarse de ideas o imágenes totalmente inconsistentes, o asuntos o situaciones que –pensamos– no deberíamos haber hecho o deberíamos haber hecho de distinta forma.
Este tipo de pensamientos forma parte de nuestra vida y la mayoría de la gente no se preocupa por ellos y puede olvidarlos fácilmente. Para otros, sin embargo, son impertinentes, no deseados y pueden convertirse en lo que los psicólogos llaman “obsesiones”.
Y muchas de estas personas no pueden deshacerse tan fácilmente de estas obsesiones. Ese es el llamado Trastorno Obsesivo Compulsivo o TOC, que sufren aproximadamente una de cada 50 personas en algún momento de su vida.
Esta cifra, dicen los expertos, podría ser mayor debido a que mucha gente con TOC prefiere esconder su padecimiento. A menudo la enfermedad se inicia en la adolescencia o principios de la adultez y afecta a hombres y mujeres por igual.
Hasta ahora no se conocen las causas de este trastorno, pero hay varios factores que podrían explicar su aparición. Por ejemplo, como en ocasiones suele ocurrir en varios miembros de una familia, se piensa que podría ser genética.
También se ha visto que ciertos eventos estresantes pueden desencadenar en el TOC, y estudios han mostrado que un desequilibrio en los niveles de serotonina, un compuesto químico cerebral vinculado al estado de ánimo y las emociones, puede provocar el trastorno.
Según el Royal College of Psychiatrists (Colegio Real de Psiquiatrias) del Reino Unido, el TOC también puede desarrollarse cuando una persona es muy meticulosa, metódica y ordenada, y estas características comienzan a dominar su vida.
Quienes sufren del TOC se ven torturados diariamente por pensamientos que describen como “profundamente desagradables y angustiantes”. Las obsesiones que experimentan estas personas pueden agruparse en “temas comunes”.
“Muchos de nosotros llevamos a cabo rituales diarios que consisten en una serie de tareas que forman parte de la vida común”, explica el doctor Robert Wilson, psicólogo especializado en TOC y autor del libro Overcoming obsessive-compulsive disorder (Superando el trastorno obsesivo compulsivo).
“Por ejemplo, revisar que todas las puertas y ventanas estén cerradas antes de irnos a la cama es una rutina que nos garantiza que no nos robarán. Pero con el TOC, estos rituales se salen de control”, afirma.
Quienes sufren el trastorno obsesivo compulsivo están dominados por la necesidad de llevar a cabo estos rituales, que se conocen como “compulsiones”, y que son provocados por sus obsesiones. “Una persona con TOC, por ejemplo, puede llegar a revisar sus puertas y ventanas entre 50 y 100 veces cuando la obsesión por la seguridad se ‘instala’ en su mente”, dice el doctor Wilson.
En ocasiones los individuos con TOC pueden ayudarse a sí mismos a superar el trastorno. Según el doctor Wilson, llevar un diario o un registro de los pensamientos que son problemáticos y revisarlos continuamente puede ayudar a algunas personas.
“Pero es necesario hacerlo de forma regular, durante una media hora cada día, y al mismo tiempo se debe tratar de resistir cualquier comportamiento compulsivo”, dice.
También hay otras psicoterapias, agrega el especialista, como las técnicas de exposición y prevención de respuestas (que pueden usarse junto con la terapia cognitivo conductual) que pueden ayudar a combatir las compulsiones y ansiedades evitando que se refuercen unas a otras.
Obsesiones comunes
Contaminación: Miedo de contaminarse con gérmenes, suciedad o sustancias químicas.
Asalto: Miedo de ser víctimas de un robo o de alguna agresión.
Agresión: Pensamientos agresivos sobre lesionar o lastimar físicamente a un ser querido.
Perfección: Preocupación por la simetría o exactitud de objetos.
Sexo: Pensamientos o urgencias sexuales impertinentes.
“El trastorno obsesivo compulsivo puede desarrollarse cuando una persona es muy meticulosa y ordenada, y esto comienza a dominar su vida”.
Colegio Real de Psiquiatras
EL UNIVERSO.
http://www.eluniverso.com/2011/05/31/1/1384/trastorno-obsesion-un-mal-algunos-padecen-sin-saber.html
Una terapia controla las obsesiones
Logra la recuperación de entre el 40 y el 60% de los pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
Acumular recortes de diarios, organizar la ropa en el placard por colores o baldear el patio todos los días a las seis de la mañana pueden ser manías tan comunes como benignas para nuestra salud mental. Pero cuando esas rutinas son incontrolables hasta el punto de no poder dejar de hacerlas por temor a que algo malo suceda, es probable que se trate del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
"Es una enfermedad que genera mucha vergüenza. No se trata de esas manías que todos podemos tener con la limpieza de la casa o un hobby, como coleccionar objetos, sino de pensamientos reiterados de que algo malo puede pasar y de que hay que hacer algo para evitarlo, como barrer, lavarse las manos, no tirar objetos o rezar", explicó la doctora Amparo Belloch Fuster, catedrática de psicopatología de la Universidad de Valencia, España.Ella forma parte del Grupo de Trabajo sobre Cogniciones Obsesivo-Compulsivas -del que participa la Fundación Aiglé de nuestro país-, que desarrolló un programa multicéntrico de tratamiento del TOC con sesiones grupales o individuales.
Entre los 4 y 6 meses que dura el programa, de 4 a 6 de cada 10 pacientes se recuperan. En el resto, las obsesiones y las compulsiones se reducen hasta permitirles llevar una vida normal. "Todos los pacientes mejoraron algo y otros se recuperaron completamente -comentó, sobre los 50 pacientes atendidos en Aiglé el doctor Fernando García, coordinador de Investigación-. Nos dicen que sus vidas cambian totalmente; que pudieron saber de qué se trataba lo que les pasaba; aprender herramientas para solucionarlo y encontrarse con otros con el mismo sufrimiento."
Los estudios en los que se puso a prueba la efectividad del nuevo programa frente a la terapia de primera elección (exposición con prevención de respuesta), demostraron que los resultados son comparables. "El programa funciona igual o mejor; las tasas de recuperación y de mejoría son iguales o algo superiores", resumió Belloch Fuster, de visita en el país para participar de un seminario inaugural de encuentros de la Fundación Aiglé, donde el doctor Héctor Fernández-Alvarez coordina el programa. Informes: (011) 4781-3897.
Con otro estudio, los investigadores argentinos y españoles determinaron qué pacientes eran los mejores candidatos para las 16-18 sesiones que incluye el programa. "Son, principalmente, los que se conocen como obsesivos puros, que suelen tener rituales encubiertos, que otros no ven, como rezar o pensar."
Y al comparar las sesiones grupales con las individuales, las primeras dan mejores resultados en el largo plazo (a un año o más), mientras que los encuentros a solas con el terapeuta son más efectivos en el corto plazo, aunque con más recaídas. Entonces, un paciente con TOC grave puede mejorar rápidamente con sesiones individuales y, luego, mantener los resultados con sesiones grupales.
Una persona puede convivir más de 30 años con el TOC. "Es un trastorno crónico que afecta mucho la calidad de vida; en algunos casos, no quieren salir de la casa", agregó García.
Pero ¿por qué aparecen estas obsesiones y compulsiones? Según la especialista española, existe una predisposición genética. "Si a eso se une haber tenido depresión, TOC, experiencias traumáticas difíciles de tolerar o bajo nivel de tolerancia al estrés o el malestar, aumentan la posibilidad de que se activen estos pensamientos de que algo malo puede suceder. De hecho -señaló-, los pacientes suelen decir que su cabeza es el peor enemigo que tienen."
El TOC aparece a cualquier edad; en hombres y mujeres por igual, aunque en ellas es más común los pensamientos asociados con la contaminación o la limpieza, y en ellos, los relacionados con la acumulación, la duda y el miedo a deshacerse de objetos. Situaciones como la pérdida del trabajo, el posparto o una mudanza lo pueden activar.
"Antes, se pensaba que era una enfermedad muy poco frecuente porque los pacientes sólo consultaban cuando aparecía la depresión que produce el TOC -dijo Belloch Fuster-. Hoy sabemos que afecta a entre el 2 y el 2,5% de la población."
Durante las sesiones, los pacientes comprenden que tienen una enfermedad, dejan de sentir vergüenza por sus comportamientos y aprenden a controlar los pensamientos que los hostigan. "Podemos garantizar que van a mejorar mucho hasta hacer una vida normal", finalizó Belloch Fuster.
OBSESIONES
- Pensamientos no deseados que causan angustia y malestar.
- Miedo al contagio de gérmenes.
- Imágenes sobre hacer daño a otros o a sí mismo.
- Preocupación excesiva por la moral y la religión.
- Dudas constantes sobre todo.
- Acumulación de objetos.
- Higiene y limpieza como, por ejemplo, lavarse continuamente las manos.
- Repetir una conducta para protegerse contra daños imaginarios.
- Verificación por miedo a hacer daño, como puede ser revisar si el gas está apagado.
- Ordenar constantemente las cosas.
- Rezar reiteradamente.
La "Fobia de Impulsión" es un hecho que se repite con mucha frecuencia y que, a quien lo tiene, le produce una importante angustia y a veces un terror inmenso.
Por ejemplo: "Una mujer joven, que ha tenido un bebé hace unos días, está con el niño que no sabe dónde ponerlo, de tanto que quiere cuidarlo. Un día, bañándolo, de pronto y sin saber porqué, le pasa la idea por la cabeza de tirar al niño al suelo o tirarlo por la ventana. Deja de bañar al niño, corre a consultar con su madre. Su madre la tranquiliza diciendo que son tonterías. Ella vuelve al día siguiente a intentar bañar al niño, pero...la idea aparece de nuevo incapacitándola y aterrándola. Por fin, acuden al psiquiatra con una pregunta y un temor "¿Me estaré volviendo loca? ¿Cómo se me pueden pasar estas ideas por la cabeza?"....
En realidad, lo que ocurre es un exceso de celo, de cuidado, de sentimiento de responsabilidad en una persona insegura de sí misma. Es tanto el afán de cuidar a su niño, es tanta la responsabilidad que supone disponer de su niño, indefenso, que la madre tiene de pronto una duda: "¿Y si de pronto yo perdiera el control de mí misma e hiciera cualquier barbaridad?".
Este problema, es muy frecuente en casos en los que la responsabilidad ante una circunstancia es mayor que la seguridad en uno mismo de que dispone la persona. La idea, solo por el hecho de haber venido a nuestro pensamiento, crea un gran rechazo, una fobia y se genera un círculo vicioso donde, cuanta más fuerza hago para no pensarlo, más frecuentemente vuelve la idea a mi cabeza.
La persona afectada suele recurrir a evitar enfrentarse a las situaciones que le han provocado la fobia (por ejemplo, la madre que describíamos antes, deja de bañar a su hijo). El cuadro está dominado por el temor intenso a perder el control de sí mismo.
No hay que preocuparse excesivamente: nadie se está volviendo loco. No hay que huir de la situación que se cree que ha provocado la idea, porque esto no es cierto. Al contrario, conviene repetir una y otra vez la acción hasta demostrarse a sí mismo que no se pierde el control, que todo era cuestión de miedo, y que este miedo, como otros muchos, es un miedo absurdo.
Poco a poco nuestra seguridad aumentará, iremos perdiendo el miedo y lograremos "bañar a nuestro niño" con todo el cuidado y el amor que él necesita.
http://jesie.lacoctelera.net/post/2005/07/10/fobia-impulsion
Por ejemplo: "Una mujer joven, que ha tenido un bebé hace unos días, está con el niño que no sabe dónde ponerlo, de tanto que quiere cuidarlo. Un día, bañándolo, de pronto y sin saber porqué, le pasa la idea por la cabeza de tirar al niño al suelo o tirarlo por la ventana. Deja de bañar al niño, corre a consultar con su madre. Su madre la tranquiliza diciendo que son tonterías. Ella vuelve al día siguiente a intentar bañar al niño, pero...la idea aparece de nuevo incapacitándola y aterrándola. Por fin, acuden al psiquiatra con una pregunta y un temor "¿Me estaré volviendo loca? ¿Cómo se me pueden pasar estas ideas por la cabeza?"....
En realidad, lo que ocurre es un exceso de celo, de cuidado, de sentimiento de responsabilidad en una persona insegura de sí misma. Es tanto el afán de cuidar a su niño, es tanta la responsabilidad que supone disponer de su niño, indefenso, que la madre tiene de pronto una duda: "¿Y si de pronto yo perdiera el control de mí misma e hiciera cualquier barbaridad?".
Este problema, es muy frecuente en casos en los que la responsabilidad ante una circunstancia es mayor que la seguridad en uno mismo de que dispone la persona. La idea, solo por el hecho de haber venido a nuestro pensamiento, crea un gran rechazo, una fobia y se genera un círculo vicioso donde, cuanta más fuerza hago para no pensarlo, más frecuentemente vuelve la idea a mi cabeza.
La persona afectada suele recurrir a evitar enfrentarse a las situaciones que le han provocado la fobia (por ejemplo, la madre que describíamos antes, deja de bañar a su hijo). El cuadro está dominado por el temor intenso a perder el control de sí mismo.
No hay que preocuparse excesivamente: nadie se está volviendo loco. No hay que huir de la situación que se cree que ha provocado la idea, porque esto no es cierto. Al contrario, conviene repetir una y otra vez la acción hasta demostrarse a sí mismo que no se pierde el control, que todo era cuestión de miedo, y que este miedo, como otros muchos, es un miedo absurdo.
Poco a poco nuestra seguridad aumentará, iremos perdiendo el miedo y lograremos "bañar a nuestro niño" con todo el cuidado y el amor que él necesita.
http://jesie.lacoctelera.net/post/2005/07/10/fobia-impulsion
Por Rogelio Fernández Ortea:
Dentro de esta serie de post destinados a entender algo de nuestro cerebro emocional continuamos para presentar el proceso que Goleman llama “secuestro emocional”.
Este “tipo” de secuestro se da cuando la amígdala coge la iniciativa de la respuesta cerebral ante el estímulo. En el caso de emociones fuertes y debido a la conexión existente entre tálamo y amígdala, ésta puede utilizar todos los recursos del cerebro para emitir una respuesta urgente, incluso antes de tener conciencia de lo que está haciendo. Esto explicaría la actuación de algunas personas al cometer crímenes en estados de fuerte desequilibrio emocional (caso de Richard Robles en Goleman 1996, 35).La posibilidad de que ocurra este arrebato emocional se debe principalmente por la intensidad de la emoción. Y esta intensidad viene dada por la impronta que dejan los neuroquímicos (componentes químicos que se encargan de algunas de las actividades cerebrales) y que quedan almacenadas en la amígdala como uno de los órganos encargados de la memoria. Además, cuanto mas intensa sea la activación de la amígdala más fuerte será la impronta que los neuroquímicos dejarán en ella. Por eso recordamos vívidamente algunos hechos de nuestra vida o tenemos la percepción de que alguien nos gusta o no en la primera percepción.
Esta impronta tiene mucha relación con el desarrollo de la persona porque es en los primeros años de vida cuando los registros emocionales se producen con más intensidad. El problema es que en esos momentos el cerebro no está suficientemente maduro por lo que las respuestas emitidas no son precisas ni oportunas en muchos casos. Se da la particularidad de que la amígdala se desarrolla antes que el hipocampo (memoria de datos) y el neocórtex (cerebro pensante). Este hecho tiene mucho que ver con las teorías de Freud referentes a la idea de que los cinco primeros años en la vida de una persona son determinantes para la configuración del carácter (Goleman 1996, 448 y Märtin y Boeck 1997, 17). Idea que nos permite pensar que las emociones se pueden convertir en pautas de comportamiento. Algo que me parece muy importante es que esta impronta tosca dura toda la vida, lo que hace que muchas de nuestras respuestas emocionales adultas no sean las más apropiadas en determinadas situaciones.
Con todo esto, el cerebro ha sabido gestionar de alguna forma la intensidad de las emociones. El córtex prefrontal se convierte en una especie de regulador que desconecta la amígdala y permite que se de una respuesta más racionalizada, lo que implica que en el pensamiento precede al sentimiento. Este hecho es fundamental para la vida emocional ya que permite la evaluación de la emoción dando lugar a los sentimientos. También es fundamental para que el ser humano pueda pensar con mayor precisión ya que las emociones ayudan al cerebro pensante en la matización de las respuestas, a decidir lo que nos gusta y lo que no. A. R. Luria, neurofísico ruso afirmó ya en la mitad del XIX que el córtex prefrontal constituía la calve para el autocontrol y la represión de los estallidos emocionales (citado en Goleman 1996, 49).Parece evidente deducir que tanto el sistema emocional como su regulador racional, el cerebro pensante, son necesarios para la supervivencia del hombre(Goleman, 1995, y Märtin y Boeck 1996, Sterret 2004). Todos coincidimos en pensar que los procesos de toma de decisiones en la vida serán más eficaces cuanto mejor aprovechamiento puedan sacarse el uno del otro. Además, este pensamiento ha sido demostrado entre otros por Antonio Damasio, neurólogo americano en sus investigaciones sobre pacientes con lesiones en la conexión amígdala-lóbulo prefrontal. Damasio llegó a la conclusión de que las emociones eran indispensables para la toma racional de decisiones, en definitiva, que el cerebro emocional se halla tan implicado en el razonamiento como lo está el cerebro pensante ( Conclusiones extraídas por Goleman referidas a las investigaciones de Antonio Damasio y expresadas en Goleman 1995, 56 y 57. Para más información DAMASIO, Antonio R. (1996): El error de Descartes: la emoción, la razón y el cerebro humano, Crítica, Barcelona).. Esta reflexión nos parece de vital importancia para la gestión personal, para la gestión de personas y, en general, para todas aquellas disciplinas en las que intervengan las personas que ,evidentemente, son todas.
Para terminar, queremos volver a citar a Goleman en el cierre del capítulo ya que nos parece muy sugerente el cambio de paradigma propuesto.
No es que pretendamos eliminar la emoción y poner la razón en su lugar –como quería Erasmo-, sino que nuestra intención es la de describir el modo inteligente de armonizar ambas funciones. El viejo paradigma proponía un ideal de razón liberada de los impulsos de la emoción. El nuevo paradigma, por su parte, propone armonizar cabeza y corazón.
¿Qué opinan ustedes de esta idea del secuestro emocional?
¿Lo ha sentido ustedes alguna vez?
¿Lo han visto ustedes en amigos, compañeros o en su familia?
¿Lo ha sentido ustedes alguna vez?
¿Lo han visto ustedes en amigos, compañeros o en su familia?
Bibliografía
- GOLEMAN, Daniel (1996/2004)): Inteligencia Emocional, 1ª ed. Barcelona, Kairós, 1996, quincuagésima ed. 2004, pp. 30 – 57
- MÄRTIN Doris y BOECK Karin (1996): Qué es inteligencia emocional. Cómo lograr que las emociones determinen nuestro triunfo en todos los ámbitos de la vida,1982, Edaf, Madrid.
- STERRETT, Emily A. (2002): Guía del directivo para la INTELIGENCIA EMOCIONAL. De la gestión al liderazgo, Editorial Centro de Estudios Ramón Areces, S.A., 2002, pp. 124.
- GOLEMAN, Daniel (1996/2004)): Inteligencia Emocional, 1ª ed. Barcelona, Kairós, 1996, quincuagésima ed. 2004, pp. 30 – 57
- MÄRTIN Doris y BOECK Karin (1996): Qué es inteligencia emocional. Cómo lograr que las emociones determinen nuestro triunfo en todos los ámbitos de la vida,1982, Edaf, Madrid.
- STERRETT, Emily A. (2002): Guía del directivo para la INTELIGENCIA EMOCIONAL. De la gestión al liderazgo, Editorial Centro de Estudios Ramón Areces, S.A., 2002, pp. 124.
fuente:http://www.blogseitb.com/inteligenciaemocional/2008/08/08/title-25-5-2/
Trastorno Obsesivo Compulsivo sobre la orientación sexual
Trastorno Obsesivo Compulsivo sobre la orientación sexual
Personalidad obsesivo compulsiva
Trastorno Obsesivo Compulsivo
Características y síntomas
Características de personalidad que predisponen a este tipo de cuadro, cualquiera sea el contenido, estamos tomando sobre la orientación sexual dada la abundante recurrencia del mismo.
Esta crisis en general comienza con dudas, ideas fijas y compulsiones acerca de ser homosexual a partir de hechos nimios y aislados -fantasías, excitaciones, sueños, etc. con personas del mismo sexo- muy a menudo con imágenes de travestis, cuando se encuentra nuevamente la atracción hacia el sexo opuesto no determina salir de esta obsesión, ya que están las dos posibilidades no la van a desaprovechar ninguna y la creencia de ser homosexual se transforma en la creencia de ser bisexual. Es una producción de psintegraTomando este aporte de Angustia:“les quiero decir que la cosa es tan sencilla... por que si no lo quiero ser, no lo voy a ser, pero no por que me obsesiono tanto...”
En caso que desde el nacimiento se vaya definiendo la orientación homosexual y la persona se identifique claramente desde la pubertad con la elección afectivo-erótica hacia el mismo sexo la homosexualidad está determinada por la educación, pueda o no cambiarse está definida, en cambio si pasando la pubertad hay una clara elección afectivo-erótica hacia el otro sexo y sobrevienen ganas de una elección distinta cada uno tiene el derecho de ser dueño de su historia, puede darse a partir de la adolescencia que la persona tenga una clara elección heterosexual y quiera cambiar hacia la homo o bisexualidad y esto lo puede hacer desde una determinación consciente de su propia vida. Es una producción de psintegra
En estas obsesiones se pierde de vista la facultad de elegir y se cree que la orientación sexual puede ser adquirida como una enfermedad o especie de rayo mágico que penetra en la mente.
Cuando de trastorno obsesivo se trata los pensamientos y excitaciones no están determinadas por las ganas o deseos, se llega a ellos mediante dudas e ideas que se le imponen a la persona a partir de hechos que nos son justamente elecciones personales.
El tipo de personalidades que tienden a producir estos trastornos tienen por lo menos las siguientes características:
- Guiar la vida propia por la opinión ajena, por más irracionales y/o sufrientes que ellas fuesen. Es una producción de psintegra
- Dudar de lo indudable, aún sobre si mismo.
- Necesidades de control y perfección, cuando aparecen ideas o reacciones que no pueden controlar y caen en lo adjudicado como malo o imperfecto la persona queda descolocada. En estos casos al desubicarse al con ideas y/o sensaciones sexuales con el mismo sexo comienzan las dudas y búsquedas de certezas para controlar nuevamente y tranquilizarse. La persona se pierde en un continuo y doloroso zigzag entre encontrar la tranquilidad en la certeza de lo que no es y la penosa duda.
- Las necesidades de perfección conlleva consigo la inseguridad, cuando se desencadenan estas crisis se ponen en marcha ambas. Un cóctel especial para que las dos afirmaciones de la duda persistan, se impone la obstinación por no perder ninguna de las dos opciones lo que imposibilita la elección de alguna de ellas.
- Este trastorno aparece primeramente con el contenido de ser homosexual, al descartarse esta opción por el propio peso de ser heterosexual sobreviene la posibilidad de la bisexualidad, más de lo mismo: la misma bola de nieve obsesiva con el aditamento de la creencia que existe lo perfecto y completo teniendo ambas orientaciones, no se quiere elegir para no perder algo, en este caso abandonar o perder la supuesta parte homosexual.
- Magnificando y obedeciendo a reglas o teorías de cualquier tipo, antojadizas o irracionales no importa, son reglas que aparecen como tranquilizadoras ante descontroles y dudas e ideas que atormentan. Es una producción de psintegra
- Guiándose por detalles nimios, cualquier actitud o fantasías intrascendentes dan la certeza de la orientación sexual, tranquilizando por un rato..., hasta que aparece nuevamente el otro polo de la duda y nuevamente el tormento.
- Las atracciones por los protocolos, formalidades, etiquetas y posiciones sociales llevan a ser crédulos en todo lo que tenga apariencias de importante, lo grandilocuente subyuga y atrae, la fama hace pensar en cierto todo lo que se dice desde esos pedestales. Es así como se compran teorías acerca de lo “evolucionado” de la bisexualidad y remedios que “curan”.
Estas características constituyen un imán hacia las personas que toman una posición de certeza autoritaria y mandona sobre el otro, es así como se llega a creer que en uno hay algo oculto que determina las elecciones propias a pesar de uno mismo, se llega al sometimiento y resignación a ser lo que no se es. Personas rígidas, invasivas y descalificantes influyen mortificando a la vez que hacen más de lo mismo instaurando dudas acerca de la valía o características personales, en tanto estas personas tengan atributos de un supuesto saber tienen más influencia (ver más).
El testimonio de Octaviano nos lleva a adentrarnos en otras características: el miedo que suele basar estas obsesiones es el miedo a perder a la persona amada, cercano a eso otro miedo, del que ya hemos hablado, el de no poder hacer nunca pareja.Es una producción de psintegra
El miedo suele tomar carácter premonitorio, muchas veces basado en comparaciones arbitrarias como ser “si pasó una vez va a pasar otra” o “por que lo sueño”, otras veces lo temido está signado por una especie de camino que se ha trazado desde la infancia, “nunca voy a poder hacer una pareja”.
En el pensamiento lógico, la inteligencia usa tanto la certeza como la duda y la anticipación de la realidad como instrumentos para el conocimiento. En tanto haya excesivas y predominantes características obsesivas estas cualidades mutan hacia rigidez, inseguridad, duda ilógica y pensamiento mágico. En mayor o menor medida estos ingredientes están presentes en los relatos de este trastorno. En el mismo instante en que una idea se impone a uno comienza a funcionar ese andamiaje que lleva a estas crisis.
Otra cualidad inteligente es la comprobación en la realidad, en este trastorno esta cualidad se torna en un arma fatal, al usarla pasan cosas tales como: se confunde el nerviosismo y malestar que causa el miedo al ver alguien del mismo sexo con excitación o interés sexual o bien al forzar la comprobación se produce esa excitación buscada, esto a su vez suele llevar a la compulsión masturbatoria con esa imagen; estos impulsos y compulsiones también tienen su explicación en la necesidad de reducir la angustia asociada con los esos hechos, esta reducción se produce momentáneamente con dichas “comprobaciones” y compulsiones.
Estas características llevan periódicamente a trastornos con distintos contenidos, al ponerse en marcha esta rueda de dudas, ideas fijas y compulsiones con contenido de orientación sexual hace muy prolongada la rectificación, no es fácil salir de ella y tiene su tiempo. Es una producción de psintegra Esto tiene su explicación en:
- La orientación homosexual es posible, en general otros contenidos son absurdos, ilógicos o fácilmente comprables como ser que la visión de determinados números indiquen tragedia personal, que hay que reordenar decenas de veces una habitación para que no muera tal persona o la existencia de múltiples enfermedades terminales
- En tanto tras las fantasías, sensaciones, etc. la compulsión haya causado satisfacción no se quiere abandonar esta alternativa.
- Suele haber una atracción hacia lo transgresor, no estamos afirmando que lo sea la homosexualidad, si la imagen que se tiene de ella.
- En los primeros momentos, por las características invasivas de estos trastornos, la figura del sexo opuesto queda despojada de erotismo.
- La fortaleza de la sexualidad es un factor importantísimo, en estos cuadros toma más envergadura, es habitual encontrarnos con una hipersexualización signada por la historia personal y agravada por los medios de comunicación masiva, al respecto de esto también cabe destacar que prolifera una gran estimulación a la vida homo y bisexual, en caso que esta sea una determinación o una elección personal no hay problemas, estamos hablando sobre cuando es un factor que agrava estos cuadros. Tema para tratar en otro artículo.
http://www.es-asi.com.ar/TOC-orientacionsexualuna producción de pshttp:http://www.es-asi.com.ar/TOC-orientacionsexual//www.es-asi.com.ar/TOC-orientacionsexualhttp://www.es-asi.com.ar/TOC-orientacionsexualintegra
Suscribirse a:
Entradas (Atom)