ya se que soy recurrente con este tema pero es que me ha tocado vivirlo muy de cerca con varias personas de mi entorno. la ultima mi suegra es tremenda a los 90 años a decidido operarse de las rodillas, no digo que eso este mal que no lo esta,lo que esta mal es lo que nos va a tocar vivir estos días de convalecencia. si en diciembre fecha en que operaron a mi cuñada,y yo estaba convaleciente con el esguince y la fisura de peroné. fingió que había perdido la cabeza y no sabia quien era ni donde estaba para acabar en el hospital al cuidado de su hijo y así quitar protagonismo a mi cuñada.imaginaros la escena mi cuñada en la habitación con los puntos recién operada sola por que su marido no podía dejar a la abuela en cuanto se iba empeoraba.que podemos esperar ahora? debo decir que todas las pruebas salieron bien. y que les dieron el alta a las dos al mismo tiempo.nunca supimos que padeció, aunque suena a comedia como cuando nos vamos a tomar café y ups te llama y te cuelga varias veces y cuando llegas a casa te encuentras que se a caído nunca se hace nada pero se cae mucho siempre cuando te vas a algún sitio de ocio.y como esto podría contar y no acabar.nos observa y nos ataca en nuestro puntos débiles que tienes visita no pasa nada salgo con la ropa llena de m..... para que la gente vea que no me cuidas
que tienes mascota tiro las medicinas a el suelo,derramo los sobres sin querer....
etc. a ver que nos hace estos días.....la pobre víctima.
debo decir que en cada casa hace una cosa diferente no repite patrones a cada uno nos da lo nuestro
fuente:amatista


amatista


El Acoso Moral

"La Violencia perversa obliga a la víctima a afrontar su falla y los traumas olvidados de su infancia,y excita la pulsión de muerte que se halla en germen en todo individuo.Los "perversos narcisistas" buscan en el otro ese germen de autodestrucción, y luego les basta con activarlo.... Es una violencia indirecta sin marcas ni heridas, con daños psicológicos que pueden ser de por vida." Marie-Frence Hirigoyen
El Acoso Moral y el Perverso Narcisista






MARIE – FRANCE IRIGOYEN

EL ACOSO MORAL

(El maltrato psicológico en la vida cotidiana)

Marie France Irigoyen estudia en este libro la violencia psicológica. En un mundo como el nuestro, en el cual la violencia física y la violencia sexual abundan tanto, el maltrato psicológico corre el riesgo de pasar inadvertido. Mari France explica en este libro como nuestra sociedad, cada vez más permisiva, cada vez con menos límites entre lo que está "bien" y lo que está "mal", favorece indirectamente el acoso moral.

Ella distingue en su libro el acoso privado – dentro de la pareja o de la familia – y el acoso laboral.

No sólo se da en estos ámbitos, por supuesto, sino en todos aquellos en que convivan las personas.

El acoso moral – o violencia psicológica – es un atentado a la integridad psicológica y emocional de una persona, es un ataque contra su identidad.

El/la agresor/a persigue la destrucción de la víctima. Esta destrucción puede traducirse en: enfermedades mentales, desestabilización emocional grave, suicidio,etc.


También puede llevarse a cabo potenciando lo peor que la víctima lleva dentro de sí. Mari – France llama a estos agresor@s "perversos narcicistas". Con este nombre define a aquellas personas que no son capaces de reconocerse a sí mismas como seres humanos, gente que no ha podido construir una identidad propia. Necesitan destruir la identidad de l@s demás para sobrevivir. Normalmente son personas que dan muy buena imagen, ya que su avidez de aprobación social y de poder no tienen límites. Así, son expert@s en habilidades sociales y normalmente sólo las víctimas llegan a conocer su lado oscuro. No tienen inquietudes propias, sus sentimientos sólo giran en torno a ell@s mismos. Son un gran vacío que intenta llenarse con estímulos externos y para ell@s la destrucción de los demás es una necesidad. Así como el tigre necesita matar para comer, el/la "perverso narcicista" necesita humillar y aniquilar para elevarse a sí mism@ . Se alimentan de los conflictos, y les es muy grato manipular a los demás para que se enfrenten entre sí. El acoso moral se produce en un lenguaje totalmente indirecto. El/la agresor/a siempre puede negar la agresión. Esta se traduce en alusiones, insinuaciones y sobretodo con el lenguaje no verbal. El lenguaje no verbal pertenece al registro de lo intuitivo o sea, de lo que normalmente no se nombra.


Actualmente se incide mucho en la significación de los gestos, actitudes, miradas, sonrisas. Sin embargo, así como resulta lógico defenderse ante un empujón o un insulto, poca gente se defiende de una mirada despreciativa, de odio, o una sonrisa llena de burla. Se sabe que el 80 % del significado de las palabras nos lo da precisamente lo que no se dice. Cuando la agresión se realiza con palabras, normalmente no estriba en lo que se dice sino en cómo se dice, ante quien se dice y qué sentido tiene. El/la agresor/a sabe manejarse en un contexto ambiguo. Un abrazo lleno de afecto, un beso, un elogio – dependiendo del contexto – se combinan con miradas cargadas de desprecio, odio o frases aparentemente inocentes destinadas a minar la autoestima de la víctima. Esta ambigüedad busca que la víctima no sea capaz de localizar la agresión, de percibirla y por lo tanto, no sea capaz de defenderse ante ella.



La autora distingue dos fases del proceso de acoso:

inseguridades, sus posibles traumas – si la conoce de manera personal . Mientras hace esto se muestra como una persona encantadora o como una persona indefensa. Capta a la víctima, la atrae a su juego, ya sea mostrándose como una persona muy sabia o como una pobre víctima necesitada. En esta fase el/ la agresor/a extiende sus redes: el fin es crear un área de influencia en torno a la víctima para conseguir manipularla. La manipulación ya es una agresión en sí misma. Ejemplos de manipulación son crear dudas sobre el propio comportamiento, sobre las capacidades de cada cual, intentar incidir sobre los sentimientos de los demás... Esta manipulación da una clara sensación de poder: los demás son títeres a los que pueden manejar como se les antoje. No sólo las víctimas son títeres, sino todas las personas que les rodean, pues para el/la "perverso narcicista" l@ s demás no existen en cuanto a un "sí mismo" sino sólo en relación a ell@s. No sólo se relacionan con l@s demás con criterios de utilidad, sino también y sobre todo con criterios de apropiación.


La segunda fase es la fase de violencia: se produce cuando la víctima ve su posición de víctima. Percibe la agresión y la reconoce. Entonces el/la agresor/a pone en marcha su maquinaria destructiva. Aquí ya no busca la manipulación, pues la víctima se ha sustraído a su influencia, sino la destrucción del otro/a. En esta fase la víctima siente miedo y el/la agresor/a rabia fría. El miedo desestabiliza en gran medida, ya que las personas necesitamos seguridad. Otra consecuencia peligrosa del miedo es que produce ira como mecanismo de defensa. La ira es positiva en cuanto permite expresar la rabia contra el/la agresor/a, pero es nociva en cuanto respuesta de la víctima hacia ést@ .


La violencia psicológica tiene un gran problema: no deja huellas y la experiencia vivida es difícilmente explicable. Así como el/la paranoic@ cree que alguien intenta aniquilarle, la víctima puede parecer paranoica incluso ante sus propios ojos y no digamos ya ante los ojos de los demás. Es muy importante que la víctima confíe en sus propias percepciones para evitar este riesgo.


Existe también otra tendencia que perjudica a la víctima: la sociedad tiende a afirmar que si se produce una agresión es por alguna causa. Si alguien exhibe su riqueza, es normal que le roben, si una mujer exhibe su cuerpo, es normal que la violen, si alguien es agredido será "por algo". Así la víctima tiene a culparse, a examinar su actitud, a intentar saber que ha hecho para recibir semejante trato. Lo cierto es que no ha hecho nada. Es culpable de ser como es y de provocar con su personalidad los instintos apropiadores del/ la "perverso". La agresión es independiente de la conducta de la víctima. Haga lo que haga, el/la agresor/a lo interpretará como un ataque contra él/ella.


Evidentemente, toda persona comete errores, sin embargo la violencia psicológica no tiene justificación real alguna.


L@ s "perversos narcicistas" están muy cerca del delirio paranoico y así interpretan la conducta de la víctima como un ataque contra ell@s. Las víctimas de acoso moral suelen ser personas con tendencia a culparse a sí mismas, personas inseguras que exhiben sus cualidades por su misma inseguridad, demasiado indulgentes con el comportamiento de los demás y exigentes con el propio, personas creativas, imaginativas, ricas, en suma, de cualidades interiores. El/la agresor/a desea estas cualidades para sí, pero como no es capaz de cultivarlas en sí mism@ necesita destruirlas en la víctima. Y los puntos débiles de la víctima le permiten su agresión, que una persona más segura de sí misma o menos condescendiente no toleraría.


En los capítulos finales del libro Mari France aconseja defenderse del acoso moral de distintas maneras según sea el contexto de la agresión, según se produzca en la vida privada o en el trabajo.


La víctima se sentirá tentada a agredir al/la agresor/a. No debe hacerlo. Si la víctima se convierte en una "mala persona" el "perverso narcicista" no sólo habrá ganado, sino que se sentirá justificad@ . Además, seguramente la víctima perderá en la confrontación, pues si está en posición de víctima no llegará a los grados de malignidad de que es capaz el/la agresor/a.



Si la agresión se produce en un contexto familiar, la separación es la única alternativa, ya que el/la "perverso narcicista" no parará nunca. Si el agresor/a es la pareja, hay que intentar acumular pruebas – cartas, postales, testigos – para intentar probar la violencia ante la justicia.


Si se produce en un contexto público, una vez identificada la agresión, además de intentar acumular pruebas, hay que prepararse psicológicamente: no responder de maneras agresivas, no ceder ante el impulso, en suma, desarrollar un control emocional y un autodominio ejemplares. Es necesario que la persona agredida reciba ayuda psicológica, para que pueda resistir la agresión. Si no, la única salida será abandonar, ya sea el trabajo, ya sea la actividad que realice

.

La violencia psicológica es muy difícil de detectar. Puede producirse en público y que sólo la persona agredida perciba la agresión. Por eso es necesario que no responda. Si lo hace, se la considerará desequilibrada o violenta. La víctima necesitará estar en alerta constante y su único recurso es tener un comportamiento irreprochable. La víctima debe luchar contra su sensación de impotencia e indefensión. Existe una agresión muy real y debe defenderse. Si el/la agresor/a ve como fracasan sus intentos, empezará a equivocarse.


Cada caso es un mundo y cada persona es distinta. No es lo mismo sufrir una agresión de este tipo en la vida privada o en el trabajo. No es lo mismo sufrirla en la infancia por el padre o por la madre o a una edad adulta. Cada persona además tiene recursos distintos para protegerse y / o defenderse. El tiempo también es importante: no es lo mismo una agresión de meses o de años. Eso sí: la violencia psicológica deja secuelas graves en la persona que la ha sufrido, puede llegar incluso a ser traumática ya que esta agresión primero es una violación mental, después, un intento de asesinato psíquico y es sólo intento cuando fracasa.



Para concluir incidiré en los siguientes puntos:

Existe una víctima y un/a agresor/a. La agresión no responde a motivos reales sino a un deliro, a una necesidad de destruir lo que no se puede tener. Se desean normalmente cualidades personales: iniciativa, inteligencia, sensibilidad, bondad. El/agresor/a no concibe a l@ s demás como personas. No siente remordimiento ninguno. Ante sus ojos, es la víctima quien pretende destruirl@ .


La violencia se manifiesta en dos fases: la manipulación y la violencia en sí. Esa violencia es una necesidad. El "perverso" necesita víctimas para sobrevivir. Ante l@s que no son elegidos como víctimas, su conducta es irreprochable. El "perverso", una vez iniciado el ciclo de violencia, no parará nunca. Evitará siempre la confrontación directa. Culpará, indirectamente, a la víctima. Es muy difícil probar la violencia psicológica. La única alternativa en la vida privada es la separación. En la vida pública, el autodominio y el control emocional o el abandono. La agresión se produce de maneras indirectas, pulsando los resortes débiles de la víctima. Se pretende su corrupción o su destrucción.


Proceso de defensa: identificar la agresión, creer en las propias percepciones, pedir ayuda psicológica adecuada, poder hablar de lo que ocurre con personas de confianza que crean la realidad de la agresión. Control emocional.

La agresión de los "perversos narcicistas" se produce fundamentalmente con los ojos, con la mirada. La voz, los gestos, son añadidos, preparativos. Los ojos son su arma fundamental. Si sufres la agresión de una de estas personas recuerda: No les mires a los ojos. Hay una cualidad de la víctima que es la que le da el poder al agresor. La capacidad de empatía. Así el/la víctima se ve a sí misma con todo el desprecio y el odio del agresor/a. Por eso la desestabilización sufrida es tan grande.


L@s perversos narcicistas disfrutan sacando lo peor que las personas llevamos dentro.


Por eso mantenernos en nuestra propia integridad personal, en nuestros valores, es la única manera de derrotarles.



Marie-France Hirigoyen (2000)

El acoso moral.

El maltrato psicológico en la vida cotidiana.

Paidós: Barcelona
La Felicidad es un Tesoro

Cuenta la leyenda que un hombre oyo decir que
la felicidad era un tesoro.

A partir de aquel instante comenzo a buscarla.

Primero se aventuro por el placer y por todo
lo sensual, luego por el poder y la riqueza,
despues por la fama y la gloria, y asi fue
recorriendo el mundo del orgullo, del saber,
de los viajes, del trabajo, del ocio y de
todo cuanto estaba al alcance de su mano.

En un recodo del camino vio un letrero que
decia: "Le quedan dos meses de vida."
Aquel hombre, cansado y desgastado por los
sinsabores de la vida se dijo: "Estos dos
meses los dedicare a compartir todo lo que
tengo de experiencia, de saber y de vida
con las personas que me rodean."

Y aquel buscador infatigable de la felicidad,
solo al final de sus dias, encontro que en
su interior, en lo que podia compartir,
en el tiempo que le dedicaba a los demas,
en la renuncia que hacia de si mismo por
servir estaba el tesoro que tanto habia deseado.

Cuando una de las puertas de la felicidad se
cierra, otra se abre, pero, a menudo, miramos
tanto la puerta que se ha cerrado que no vemos
aquella que se ha abierto para nosotros.
Helen Keller

Comprendio que para ser feliz se necesita
amar; aceptar la vida como viene; disfrutar
de lo pequeño y de lo grande; conocerse a
si mismo y aceptarse asi como se es;
sentirse querido y valorado, pero tambien
querer y valorar; tener razones para vivir
y esperar y tambien razones para morir
y descansar.

Entendio que la felicidad brota en el corazon,
con el rocio del cariño, la ternura
y la comprension.

Que son instantes y momentos de plenitud
y bienestar; que esta unida y ligada a la
forma de ver a la gente y de relacionarse
con ella; que siempre esta de salida y que
para tenerla hay que gozar de paz interior.

Finalmente descubrió que cada edad tiene su
propia medida de felicidad y que solo Dios es
la fuente suprema de la alegria, por ser el:
amor, bondad, reconciliacion, perdon
y entrega total.
http://www.amorpostales.com/La-Felicidad-Es-Un-Tesoro.html

lo que de verdad importa

¿Somos las experiencias o lo que descubrimos con ellas?





Nuestro miedo a lo desconocido nos hace constantemente tirar de lo conocido, del pasado, para definirnos. Pero el pasado nunca nos definirá. Las experiencias del pasado sirven para pulir el mármol de donde sale nuestra escultura, pero siempre estuvo ahí. Imaginemos nuestra vida mirando el pasado como tanto nos gusta hacer. Ahora imaginemos los hechos que creemos han marcado nuestra vida. Quizás se casó ,se divorció, sufrió un cáncer, tuvo hijos, su padre la maltrataba, en fin, cualquier situación.

Cada vez que conocen a alguien suelen contarle todas estas experiencias, porque piensan que sino no sabrían definirse, porque si no tiran de lo conocido creen no saben quien son.¿y si quitáramos sólo una de esas experiencias , serían menos ustedes, o quizás serian otra persona?. Imagínese que no llegó a divorciarse, entonces,¿ ya no sería usted?.

En mi opinión cada experiencia sirve para revelarnos lo que ya somos, pero no somos las experiencias, porque si no estaríamos admitiendo que antes de vivirlas no éramos nada. ¿El bebé que fuiste no eras tú?.

Las experiencias tallan la piedra, pero lo que sobra de la piedra no es la escultura , es lo que sobra, es de lo que me tuve que deshacer para llegar a ver quien era.

.La experiencias son la herramienta para descubrir quien ya somos. Si en vez de sus experiencias, hubiesen tenido otras, seguirían siendo quienes son, la única diferencia es que lo habrían descubierto por otro camino.

Entonces,¿ por qué nos aferramos tanto a lo conocido, a la experiencia, a nuestro pasado?.Simplemente por miedo a lo desconocido, porque no sabemos morir para el pasado .Lo importante es lo que ya ha descubierto de usted hoy, y lo que le queda por descubrir.

Usted no es ni la que se drogó, ni la que se casó, ni la que se divorció. Usted podía no haber vivido esas experiencias y seguiría siendo la misma persona. Es lo que aprendió casándose o divorciándose.

Lo importante no es el hecho, es el hallazgo de partes desconocidas de sí misma a través de la experiencia.

Vayamos a un ejemplo extremo para entenderlo mejor. Juan mata alguien, y todos decimos; Juan es un asesino. Pero si en vez de matarle le hubiera cortado un brazo diríamos;Juan es un cabrón despiadado, pero si lo hubiera intentado y no lo hubiera conseguido, diríamos, Juan esta mal de la cabeza, y si Juan se hubiera muerto el día antes de planear matar, a lo mejor diríamos, Juan es un tío estupendo, entonces ¿quién es Juan?.

Para mi Juan era una persona que potencialmente podía asesinar y depende de cuando muriera, o las circunstancias a las que se enfrentó tuvo la oportunidad de descubrirlo o no .Ninguno de nosotros, a priori, nos imaginamos matando a nadie, pero también hay demasiados ejemplos que nos demuestran ,que en determinadas circunstancias no sabemos como vamos a reaccionar, y si al final matáramos, no dejaríamos de ser nosotros, y por supuesto, no nos definiría .

Yo creo, hoy por hoy, en la continuación de la memoria de generación en generación y en vidas pasadas y creo que cada uno elegimos un camino (un tipo de vida) para recrear las circunstancias que me permitan descubrir quien soy.

Una escultura antes de estar finalizada, parece la escultura, pero no es la obra terminada. Ya se puede ver, podríamos decir qué es lo que parece, pero no es la escultura, es lo que parece.

“La vida es un viaje a nuestra escultura, y podemos elegir las experiencias que nos ayuden a terminar de descubrirla/esculpirla.”

Vanesa Saavedra
http://vanesasg.wordpress.com