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El TOC puede provocar discapacidad porque afecta las actividades cotidianas


Redacción > MD
http://www.medicinadigital.com/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=1323
Ciudad de México.- La Secretaría de Salud atienden aproximadamente a tres millones de personas que presentan distintas alteraciones mentales, de éstos, 10% padece Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), el cual afecta, principalmente, a personas de entre 25 y 40 años de edad. El TOC, es un trastorno que tiene como componente básico angustia y ansiedad y lo distingue el pensamiento repetitivo, difícil de eliminar y desagradable que invade la vida cotidiana, lo que causa malestar continuo.


El TOC puede provocar discapacidad porque afecta las actividades cotidianas, de ahí que entre 15 y 25% tiene problemas laborales serios y el 50% se divorcian, señaló el doctor Enrique Camarena Robles, Director General de los Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud.

Este pensamiento repetitivo desagradable que produce ansiedad, lo compensa con un acto. Por ejemplo: el pensamiento repetitivo de tener las manos sucias, ocasiona el acto obsesivo: lavarlas en repetidas ocasiones es el acto que el individuo cree eliminará el pensamiento obsesivo. No olvidar las llaves, hará que regrese a su casa en varias ocasiones o que constantemente las busque en la bolsa o ropa para constatar que no se olvidaron.

El doctor Camarena Robles precisó que el tratamiento a seguir debe incluir antidepresivos y ansiolíticos, así como terapia cognitiva-conductual e interpersonal, que, de llevarse adecuadamente, se podrá revertirlo en un periodo de tres a seis meses.

Según sea el grado de afectación, se puede producir incapacidad permanente, ya que los pensamientos obsesivos afectan a nivel intelectual a tal grado que abandona sus actividades laborales, y aún más, si padece el acto compulsivo abandona sus deberes para llevar a cabo la compulsión derivada del pensamiento obsesivo.

Resaltó que las señales de alarma en la detección del TOC se dan cuando se realizan actividades cotidianas fuera del patrón común como lavarse las manos más veces de lo acostumbrado.

Finalmente, el doctor Camarena Robles resaltó que la compulsión no siempre es inherente a la obsesión y que esta última prevalece en un 75% de los casos. El antecedente inmediato del TOC es la presencia de ansiedad generalizada por ello recomendó acudir a un especialista en caso de presentar este o cualquier tipo de trastorno mental.

¿Cuáles son las causas del TOC? ¿Tengo yo la culpa?



fuente:gentenatural.com

APRENDER A VIVIR CON EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO
¿Cuáles son las causas del TOC? ¿Tengo yo la culpa?

Algunos familiares se han preguntado, “Si tengo rasgos subclínicos, ¿desarrollaré ese trastorno?”.
No hay pruebas que respalden ese vínculo.
De hecho, muchas personas tienen rasgos obsesivo-compulsivos durante toda su vida y no llegan a desarrollar un TOC.

Tanto los factores ambientales como genéticos parecen contribuir a la aparición de los síntomas obsesivo- compulsivos.
Los últimos estudios genéticos, junto con un análisis de anomalías neurobioquímicas en personas con TOC, indican que este trastorno puede tener un cierto componente genético. Así, varios miembros de una gran familia pueden estar afectados por un TOC u otros trastornos relacionados, como el síndrome de la Tourette (ST).
Los miembros de la familia pueden presentar diversos síntomas, obsesiones y compulsiones, ansiedad generalizada, crisis de angustia y tics complejos motores o vocálicos (síndrome de la Tourette).
Según los estudios genéticos, existe un índice de concordancia más elevado de TOC en gemelos monocigóticos (cerca del 65 %) que en gemelos bicigóticos (alrededor del 15 %). Hasta la fecha no se han realizado estudios sobre hijos adoptivos o gemelos que hayan crecido separados.
Parece ser que las personas afectadas por un TOC presentan una vulnerabilidad genética que se ve influida por situaciones de estrés y factores ambientales, originando la aparición de síntomas. Aunque la mayoría de las anomalías se asocian a un neurotransmisor llamado serotonina, es posible que 11también participen otros neurotransmisores.
En otras investigaciones se ha sugerido la alteración de algunas regiones específicas del cerebro como causantes de los síntomas obsesivo-compulsivos.
Dichas regiones del cerebro son muy ricas en receptores de serotonina y están asociadas al aprendizaje de procesos y a conductas de aproximación/huida. También se han identificado trastornos similares al TOC en el reino animal. Por ejemplo, existe un trastorno consistente en limpiarse y lamerse en exceso que puede afectar a perros, gatos o incluso pájaros.

Dicho trastorno produce caída del pelo o de las plumas por lamerse o escarbarse con el pico en exceso, de forma compulsiva. Los daños en la piel pueden causar infección y, en casos extremos, poner en peligro la vida del animal. Por fortuna, los animales afectados responden a los mismos medicamentos utilizados para tratar el TOC, que actúan a través de un mecanismo serotoninérgico. Pese a que muchas investigaciones científicas se han centrado en factores biológicos, existe una extensa literatura publicada sobre el modelo teórico de aprendizaje del TOC. El modelo más popular se basa en la teoría de dos fases de Mowrer para la adquisición y el mantenimiento de actitudes de miedo y rechazo.

En la primera fase de la adquisición, objetos neutrales (retretes, tijeras), pensamientos (“alguien se va a hacer daño”) o imágenes (el demonio) se asocian a miedo/ansiedad, a través de su relación con un estímulo de aversión que produce malestar.
En la segunda fase, o de mantenimiento, se refuerza el rechazo de los desencadenantes (situaciones, objetos) ya que así disminuye la ansiedad. Esta explicación es demasiado simplista. Además, los desencadenantes internos (pensamientos, imágenes, impulsos) pueden producir angustia y desatar compulsiones.
Por otra parte, las compulsiones no siempre se exteriorizan. De hecho, muchas personas afectadas por el TOC describen compulsiones mentales, como contar, analizar una conversación o comprobar una habitación mentalmente.
Los modelos cognitivos complementan los modelos de conducta o aprendizaje, abordando el proceso cognitivo típicamente alterado en el TOC. Pese a que estos pensamientos tan molestos para las personas con TOC son comunes para la mayoría de nosotros, esas personas experimentan un malestar excesivo, por miedo a que suceda una catástrofe, y les resulta más difícil rechazar ese tipo de pensamientos. Los investigadores del campo cognitivo están estudiando los fenómenos cognitivos (creencias, memoria, procesamiento de la información, actitudes, percepciones) para distinguir los procesos de razonamiento obsesivo-compulsivo de las formas comunes de pensamiento.

Es importante reconocer que el TOC no es “culpa” de la persona afectada. Igualmente, usted, como familiar, ha de saber que no es el causante del TOC; éste no está originado por una determinada educación. Los padres que sufren un TOC temen enseñar a sus hijos a tener los síntomas. Un padre que no para de “lavarse” puede tener un hijo que no para de “comprobar cosas”. Aunque la genética parece desempeñar un papel en el TOC y los hijos imitan a los padres, no es posible aprender la ansiedad que acompaña al TOC de los padres.
Quizá sea humano sentirse responsable de los fenómenos psicológicos que no tienen una explicación única y clara.
Es posible que se pregunte a sí mismo: “Bien, si yo no he sido, ¿cuál es la causa?”. Actualmente, la mejor explicación general es la siguiente: una predisposición genética en la que muy probablemente esté implicado el neurotransmisor serotonina puede determinar que una persona sea vulnerable al desarrollo de un TOC. Ciertos valores, la ética y las creencias personales pueden contribuir a ello, pero los padres no causan el TOC.

Todos podemos sentirnos culpables por la forma en que hemos educado a nuestros hijos o hemos respondido a nuestro cónyuge. Culpar a los familiares no conduce a nada. Por el contrario, éstos pueden aprender a participar eficazmente en el tratamiento del TOC y a desempeñar un papel crucial facilitando mejoras funcionales y no favoreciendo la persistencia de los síntomas.
Usted, como familiar, puede aprender conductas de apoyo que le alejen de las compulsiones e influir en la evolución de los síntomas de la persona con TOC y en su vida.

Comorbilidad de trastornos afectivos en trastorno obsesivo compulsivo - TOC. Caso clinico


Comorbilidad de trastornos afectivos en trastorno obsesivo compulsivo - TOC. Caso clinico.2

La paciente se ducha, de una a dos horas o más, a la vuelta a casa o cada vez que tiene que salir, debe entrar en casa siempre descalza y procurando no tocar nada desde que entra a hasta que llega al baño, cuando termina de ducharse lava su ropa. Hace que su marido y su hija hagan el mismo ritual antes de entrar a casa y limpia con una bayeta cada sitio que hayan podido tocar desde que entran (muebles, paredes, interruptores, pomos de puertas, etc.) y llegan al baño. Manifiesta que si no hace esto experimenta un gran malestar y que se siente culpable por sentirse mejor haciendo que se duchen. Limpia la casa durante varias horas, debe empezar siempre por la cocina y acabar la limpieza allí, e invierte mucho tiempo, según ella, en ordenar los muebles, adornos, etc. Limpia todo objeto inerte que entra a su casa (productos de la compra, ropa, papeles, etc.). Constantemente está preocupada por la suciedad que pueda entrar en su casa, y por lo que le pueda suceder a su marido y su hija, que enfermen, que sufran un accidente, etc., incrementándose este malestar cuando considera que puede que ocurra esto por su culpa.



Frecuentemente está comprobando que las puertas, cerraduras, ventanas estén bien cerradas, sobre todo cuando sale de casa, debe empujar a la puerta un mínimo de 4 veces y en algunas ocasiones ha tenido que dar la vuelta varias veces para comprobar de nuevo que la puerta no se había quedado abierta, además también comprueba el gas y otros electrodomésticos que considera peligrosos (horno, frigorífico, calefactores, etc.).



Las relaciones con su marido y su hija las cataloga como buenas, con su hija tiene comunicación y comparte tiempo con ella todos los días. Con su marido habla poco y comparte poco tiempo, más los fines de semana, por su trabajo. Frecuentemente discute con ellos porque no entienden su “problema”, por lo que dice sentirse incomprendida, avergonzada, mala y culpable, llegando en estas discusiones la mayor parte de las veces a llorar y a sentir la necesidad de que algún día la perdonen. En cuanto a la relación con su hermana también la define como buena en general, aunque comparten menos tiempo del que a ella le gustaría, refiriendo que por su “problema” no puede entrar a su casa y ella no sale lo que le gustaría, suele discutir con esta por el mismo motivo que discute con su marido y su hija.



No tiene amigos, ni otras relaciones sociales fuera de la familia, ni realiza actividades de ocio por las dificultades que le origina su “problema”. Su tiempo libre dice dedicarlo a dar algún paseo, conversar con su hermana y la familia de esta, aunque ambas cosas no muy frecuentemente.



En cuanto a sus actividades diarias y en fin de semana, durante la semana se suele levantar tarde aproximadamente hacia las 12 de la mañana todos los días, suele dormirse sobre las 5 de la mañana, no teniendo sensación de descanso al levantarse. Después de levantarse cocina y tras comer se dedica a hacer cualquier actividad doméstica, ver la televisión o salir a casa de familiares próximos y hacer la compra, pero solo si es necesario. Las tareas domésticas dice dejarlas para cuando tiene ganas, o cuando entra de estar en la calle que es cuando se pone a limpiar, ordenar, ducharse, lavar la ropa, etc.



Antecedentes Patológicos Personales: Preeclampsia, a la edad de 28 años, tratada con reposo y control médico.



Tratamientos Previos: Ha recibido tratamiento psicofarmacológico anterior, hace aproximadamente 5 años, según refiere, compuesto por Motivan y Trankimazin, de duración de unos 2-3 meses, que acabo abandonando por cuenta propia. Durante esta intervención recibe su primer diagnóstico psiquiátrico, que fue de “trastorno de ansiedad en forma obsesiva”, este marca a la paciente, pasando ella misma a considerarse como una persona “obsesiva” y sin posibilidad de hacer frente a esto. A la consulta inicial, refiere tomar por propia iniciativa Orfidal y Lorazepam, tras haberle sido recetado por el médico de atención primaria hace unos 2 años, cuando se encuentra nerviosa, no especifica nada más sobre dosis y tomas diarias.



Evaluación y sintomatología detectada



Evaluación psicométrica inicial, pruebas utilizadas y resultados: En el Inventario de Ansiedad de Beck (BAI) obtuvo un nivel de ansiedad moderada. Inventario de Depresión de Beck (BDI), nivel de depresión moderado. Escala de Ideación Suicida (SSI), ideación suicida leve-moderada. Inventario de Preocupación de Pensilvania (PSWQ), nivel de preocupación grave. Escala de Asertividad de Rathus (RAS), ligero déficit en asertividad. Cuestionario de Autoestima de Rosenberg, déficit de autoestima. Inventario Multifásico de personalidad de Minnesota (MMPI), en esta prueba mantiene un perfil dentro de la normalidad.



En la Escala de Obsesiones-Compulsiones de Yale-Brown (Y-BOCS), se encuadra en un nivel de sintomatología del TOC (obsesiones y compulsiones) grave, invierte de 3-8 horas al día en ellas, le producen interferencia y malestar grave en su vida diaria, siempre cede ante estas, tiene poco control sobre ellas y muestra buena conciencia sobre el problema. En el Listado de Obsesiones y Compulsiones de Yale-Brown, las obsesiones especialmente problemáticas son las de contenido de contaminación, contenido agresivo y otras de diverso contenido (necesidad de recordar y miedo a decir ciertas cosas). En cuanto a las compulsiones, las más problemáticas son las de lavado/limpieza, las de comprobación/seguridad, los rituales de repetición, arreglo y orden, y otras varias (rezar y necesidad confesarse).



Pruebas Complementarias: Análisis hematológico y bioquímico de sangre, bioquímica estándar y hematología normal. TSH normal.



Tras la evaluación realizada, la sintomatología detectada en la paciente se puede agrupar en cognitiva, afectiva, motivacional, fisiológica y conductual. Esta se recoge en la tabla 1.



Tabla 1. Sintomatología Detectada.



Cognitiva



Preocupación y temor excesivo por la suciedad y llegar a enfermar por la suciedad o por el contacto con otra persona enferma.

Preocupación por ser la responsable de que enfermen su marido y su hija.

Preocupación excesiva por ser la responsable de algún accidente que afecte a sus familiares.

Preocupación y temor excesivo a dañarse a si misma o a sus familiares y a estar haciendo algo embarazoso o decir algo erróneo.

Imágenes violentas en las que hace daño a su familia.

Miedo a perder el control y hacer daño a sus familiares o a sí misma.

Rumiación, sobre la necesidad de perdón por parte de su marido y su hija.

Ideas suicidas.

Autocrítica patológica por su debilidad y sus errores.

Creencias de que tiene un aspecto horrible.

Creencias de que será castigada.



Afectiva



Tristeza.

Desesperanza.

Ansiedad.

Culpa por hacer sufrir a su marido y su hija con su problema y porque ningún familiar puede entrar a su casa.

Vergüenza de sí misma.

Irritabilidad.

Sentimientos de fracaso.

Insatisfacción y aburrimiento.



Motivacional



Intenta no pensar en obsesiones pero no lo consigue.

Desinterés por las relaciones sociales.

Dificultad para tomar decisiones.

de obsesivos y reglas


Desde el mismo momento en que estamos supeditados a ciertos hábitos de conducta podríamos afirmar que somos víctimas, de alguna manera, de un cierto rasgo obsesivo. Hay algunos ritos que desarrollamos a lo largo de nuestra vida, al levantarnos, al vestirnos, al relacionarnos con los demás, que nos satisfacen, con lo cual de vez en vez tratamos de desarrollarlos más frecuentemente y si no lo conseguimos, digamos que nos frustran o nos descolocan, dejándonos momentáneamente sin saber qué hacer o cómo salir del paso. Ahora bien, aunque eso pueda resultar desagradable, no lo percibimos como torturador y, por tanto, no experimentamos auténticas Obsesiones. Sin embargo, cuando alguien se ve impulsado irremediablemente a realizar esos protocolos con exclusividad, sin posibles modificaciones y aunque en ciertos momentos resulten absurdos, es entonces cuando se puede hablar de Obsesiones y a quienes las desarrollan les definimos como Personalidades Obsesivas.

Una personalidad obsesiva suele estar, pues, muy apegada a instituciones, reglas y principios, ajustándose a ellos de forma absoluta, con lo que evitan la angustia de lo no previsto, la angustia de la inseguridad en los resultados de una conducta. Por eso mismo, pueden caer fácilmente en una crisis en el momento en que sus principios, opiniones, hábitos, etc., chocan con un nuevo conocimiento o avance que contradice o amenaza la orientación seguida hasta ese momento y les obliga a renunciar a sus convicciones.

Suelen ser personas rencorosas por el mero hecho de que la contradicción pone en peligro su propia seguridad y estabilidad y ese peligro es una ofensa que debe ser paga descoda por quien la realiza. Esto, asimismo, les hace ser desconfiados, tanto porque les asusta lonocido, como porque lo que cambia no puede ser fiable al no ser duradero. En el ámbito laboral, prefieren los trabajos en los que se exige solidez, precisión, responsabilidad, constancia, perfección y paciencia. Casi siempre llegan a adquirir notables conocimientos dentro de su especialidad, son dignos de crédito y trabajan con regularidad; pero si se les pretende sacar de esa especialidad, se muestran tan perdidos que pueden entrar en crisis. La improvisación es su mayor enemiga.

Es así fácilmente comprensible que los rasgos obsesivos se acentúen en la vejez, cuando el hombre se esfuerza por conservar y custodiar lo que posee y busca detener la marcha del tiempo. No quieren ceder su puesto, aunque sean ya demasiado mayores para desempeñarlo bien. Les gusta considerarse insustituibles.

Si nos fijamos en el desarrollo de la vida de una persona obsesiva, con frecuencia encontramos una infancia en la que se castigaron o se reprimieron demasiado pronto y de forma rígida los impulsos normales, tanto agresivos como afectivos, así como los actos espontáneos. Una postura intransigente en el entorno del niño le hace vivir como peligrosa cualquier desviación respecto de la norma impuesta y esta desviación se vive como peligrosa porque lleva consigo reproches, amenazas, pérdida de cariño y castigos. A fuerza de obtener estos resultados tan negativos, el niño se va convirtiendo en una persona prudente y controlada, aunque también se va manifestando cada vez como más inseguro y cohibido. Todo esto, a medida que pasa el tiempo, se transforma en su segunda naturaleza y esas actitudes controladas pasan a ser automáticas. Las dudas van ganando terreno y se convierten en una obsesión. Consideran que deben estar absolutamente en lo cierto, de lo contrario pueden ser castigados; y si no encuentran la solución exacta, se ven asediados por la angustia. Esto consolida también su tendencia al perfeccionismo.

Pero hay otro rasgo, asimismo, muy característico de las personalidades obsesivas: Con el fin de conseguir la mayor seguridad posible, se convierten en individuos muy dependientes de lo que dicen los demás, de lo que se debe decir y hacer en todo momento; es decir, se vuelven esclavos de los convencionalismos. En este orden de cosas, debemos tener presente algo que puede degenerar también en un comportamiento obsesivo: la sociedad, normalmente, exige y recompensa el orden, la limpieza, la dependencia y la constancia y ya hemos visto que son, precisamente, estas cualidades, aunque aumentadas desproporcionadamente, las que tipifican lo que denominamos como trastornos obsesivos.

Si resumimos ahora todo lo expuesto, tenemos que una Obsesión es un pensamiento repetitivo que el individuo no puede apartar de su mente, incluso aunque le provoque dolor y angustia. Y si la obsesión la situamos a nivel mental, a nivel conductual encontramos las llamadas Compulsiones, entendiendo por ello un acto o una serie de actos que la persona se siente obligada a hacer, aunque no tengan sentido. Muchas compulsiones aparecen con forma de rituales, que se convierten en condición previa antes de desarrollar una acción o que se ejecutan, incluso, como una ceremonia supersticiosa, sin la cual el individuo no sería capaz de seguir funcionando.

Esto conlleva serias molestias para las personas que rodean al individuo obsesivo, ya que ellas mismas ven limitada su personalidad si no quieren herir susceptibilidades y pretenden mantener el ambiente lo más tranquilo posible. En estas circunstancias, sería útil tratar de poner los medios adecuados para que el sujeto obsesivo se vaya liberando de su peculiar forma de ver y entender la vida o, cuando menos, hacerla más llevadera tanto para él como para los que están a su lado.



Ana I. Rico Prieto.
fuente: airema psicoterapia

El paciente anciano con trastorno obsesivo compulsivo


El paciente anciano con trastorno obsesivo compulsivo
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es una enfermedad psiquiatrita crónica que habitualmente comienza en la adolescencia temprana.



Afecta a mujeres y hombres por igual y tiene una prevalencia del 2-3% en la población general, suele ser subdiagnosticado y subtratado.



Las características de éste trastorno son pensamientos obsesivos y comportamientos compulsivos.

Los pensamientos obsesivos son persistentes o impulsivos y le generan angustia o ansiedad al paciente; ejemplos de los mismos serían el miedo a los gérmenes o a la contaminación, dudas a repetición, preocupaciones religiosas u morales, etc.


Los comportamientos compulsivos son lavar, limpiar, tocar, controlar cosas varias veces, etc.


Cuando el TOC es sospechado hay varias preguntas que pueden ayudar en el diagnóstico:



¿tiene usted pensamientos repetitivos que lo ponen ansioso?
¿deja usted las cosas extremadamente limpias y lava sus manos seguido?
¿controla sus cosas muy seguido?

El paciente habitualmente tiene conciencia de su problema, pero intenta ocultar sus pensamientos o comportamientos por temor a “volverse loco”.

Las estrategias del tratamiento son la terapia cognitivo conductual (como tratamiento de primera línea, y los antidepresivos, específicamente aquellos que afectan la recaptación de serotonina, que deberán ser usados a dosis mayores que en el tratamiento de la depresión.



Un ensayo clínico adecuado para el tratamiento del TOC debe incluir entre 10 y 12 semanas con la dosis máxima tolerada del antidepresivo, esto es realmente un problema para los pacientes ancianos ya que suelen no tolerar esas dosis por los efectos adversos que les generan.



Se debe educar al paciente y a su familia acerca de su enfermedad, muchas veces los grupos de apoyo familiar son útiles.




Ver: www.ocfoundation.org

www.aabt.org.





Fuente: Clinical Geriatrics 2004; 12 (3);38-42


The Older Adult with Obsessive-Compulsive Disorder Dr. Melinda S. Lantz



Por Sabrina Levi para MG-MedicinaGeriátrica

Tranquilidad mantra


Tranquilidad mantra
________________________________________
Aquí hay un mensaje de garantía que sería muy útil para los que tratan de obtener el control de sus OCD. ¿Qué es la búsqueda de tranquilidad?
Reaseguro de la búsqueda es:
• preguntar constantemente preguntas como "yo soy gay", "yo soy una mala persona", "are daño a mi familia", etc Usted sabe lo que es, se puede reconocer a una milla de distancia de la cuestión de que nunca parece A las Respuesta que debe plenamente y mantiene que regresan en una forma ligeramente diferente.
• Constantemente preguntar la misma cuestión en un formato diferente o redactado de forma ligeramente distinta
• en busca de signos de la enfermedad mental, la homosexualidad, la pedofilia,ect
• Pedir a sus amigos o miembros de la familia preguntas constantemente
• "comprobar por ti mismo constantemente tratando de activar sus obsesiones, es decir, mirando a la mujeres, para ver si le atraen a usted cuando usted tiene la obsesion de homosexualidad , o tratando de" demostrar "nunca lastimara a su bebé.
• En el caso de la obsesion "Pura ', la tranquilidad es tan real, es simplemente mental



Ejemplos de Dar tranquilidad:
• Responder a las constantes preguntas
• Dar ejemplos de la forma en que la persona no es gay, esquizofrénicos, una mala persona o no vas a herir otros.
• Relacionar las estadísticas sobre el número de personas llevar una cabo la terrible obsesión, por ejemplo, "sólo el 2% de las personas con enfermedad mental bipolar hijo", etc
• Razonamiento con las obsesiones, es decir, "No puedes ser pedofilo"
• Basta con decir a la gente ", es sólo" OCD, que nunca… ".
• Contar, rezar, tratando de neutralizar el pensamiento negativo con un positivo, contradecir el pensamiento negativo.

Cualquier cosa que hacer para aliviar su ansiedad es un ejemplo de tranquilidad!

¿Por qué es mala la tranquilidad?
que la tranquilidad que da sentirse mejor, y el que sufre como así… pero sólo temporalmente. Sólo se alimenta con la tranquilidad OCD, lo que lo hace más fuerte y profundamente arraigado. Nunca hay suficiente tranquilidad, y que sufre OCD sólo para regresar más, y encontrar cada vez menos comodidad en la tranquilidad de la OCD se vuelve más fuerte y más profundamente arraigada.
• En última instancia… usted pierde!el TOC es más fuerte que toda lógica, la razón o el sentido común.




¿Qué puede hacer?
La razón más común por dar seguridad a las personas que sufren, es porque parece '' que hacer para ayudar. Estos son algunos ejemplos de lo que puede hacer o decir en esos momentos.

Ejemplos de Apoyo:
• Sólo una simpática oreja. Sencillamente, ofrecer sus condolencias, la bondad, o se refieren a lo que está diciendo el paciente. Simplemente no intento de respuesta / racionalizar / anaylce sus temores OCD o preguntas.
• Oferta de sugerencias constructivas sobre lo que ayudó anteriormente a usted y su OCD batalla.
• Si el paciente está abierto un ella, suavemente alentarlos para no dejarse llevar por sus pensamientos, y abrazar la ansiedad (esta es la base de la terapia de exposición).

¿Qué es la exposición (CTP)?
La terapia de exposición implicaciones gradualmente exponerte a sus temores. Esto es mejor guiarse por un terapeuta capacitado, pero se puede y se debe hacer por los pacientes por ellos mismos. La exposición comienza por permitir que una simple intromisión cree que se presente, y no tratar de lucha desactivandola. Permitir que la ansiedad de estar presente, en lugar de tratar de aliviar con una compulsión. A medida que avanza la terapia de exposición y el enfermo comienza uno sentirse más fuertes, más grandes temores hijo probadas y expuestas. Por ejemplo, una persona con daño temores podrían empezar por no lejos de bloqueo de sus cuchillos, una continuación, pasar por dormir con un cuchillo al lado de su cama, y, finalmente, el progreso a la celebración de un cuchillo en presencia de un Ser Querido.

¿Por qué es mejor / diferente a la tranquilidad?
El uso de garantías para aliviar la ansiedad de un pensamiento desagradable le indica al cerebro que el pensamiento es inaceptable y no debería estar presente. Esto refuerza la ansiedad adjunto a la reflexión. El objetivo es que en vez de romper la ansiedad archivo adjunto, y la única forma de hacerlo es por la exposición reiterada a la desagradable pensamiento. La exposición se dice que ansiosos pensamientos debe ser bienvenida y abrazamos. Una vez que el cerebro se da cuenta de la reflexión ya no es una "amenaza", o que ya no le molesta, le pondrá fin a obsesion que le hace sufrir tanto tanto.

La ansiedad durante la exposición se puede esperar

La ansiedad no es el enemigo, y no debe evitarse. La ansiedad es una parte normal de la vida y debería ser aceptada.
USTED tienen el poder y el control, y de que siempre dispone de la elección. Usted no elegir que OCD, pero puede ELEGIR un cedro y no a vivir su vida en sus propios términos, no OCD.

Sustituir obsesiones y compulsiones: No ", no puedo usar un baño público, porque OCD no me deja". OCD no está vivo, no puede dejar de hacer nada. En lugar de reformular su obsesión / compulsión como "ahora que yo decida no utilizar un baño público, porque de mi miedo. Cuando estoy listo Voy a tener que temer, pero decido no ahora." Por supuesto que es mejor tener el temor, pero El primer paso es asumir la responsabilidad. Empiece ahora.

Empiece ahora, el día de hoy. La ansiedad por disminuir, la OCD no van a desaparecer. Ni hoy ni mañana, ni nunca. Tienes que hacer lo RUN lejos, y la única forma de hacerlo es que se scarier que la OCD. Para hacer frente a ella en la cabeza. tienes miedo a los gérmenes? La orina? heces? Después de tocar el perro germenes en sus manos tocar suficientes veces que no será por más tiempo, garantizada.

corage un hábito tanto como el miedo. Hágase el hábito de valor, y hacerlo todos los días. tenemos miedo de las cosas, y la vida está llena de incertidumbre. Si el hábito de la práctica valentía entonces eventualmente se convertirá en su nuevo estilo de vida y mucho más fácil. La triste ironía es que el valor es mucho más tenemosfácil de encontrar cuando usted no lo necesita tanto. "Sé que miedo, somos todos. La única manera de superar ese temor es para hacerles frente.

Asumir la responsabilidad. Tan duro como es este, es una adversidad verdad: sólo puede tomar el control de el OCD. Todo el apoyo en el mundo no lo ára al OCD desaparecer, y, a veces, inclusoes un fin para que pueda continuar. el OCD no "hacer" de hacer nada, OCD no tiene manos, ni boca, ni cerebro. USTED es el que evita quedarse en casa con su hijo ,accede lavarse las manos 500 veces al día, varias veces buscando el consejo de su pastor y vive su vida en el temor. USTED es el que puede elegir que soportar la ansiedad y la reconversión de su cerebro.

Cualquier cosa vale la pena hacer vale la pena hacerlo bien. Esto es duro, muy duro. La ansiedad es uno de los más poderosos factores motivacionales. No esperamos que sea fácil de tomar posesión del OCD, que va a ser difícil. Pero puede hacerlo, si se quede con ella y no darse por vencido.

Hay una diferencia entre sobrevivir y prósperar. Seguro de que puede conseguir a través del día a dia preguntando a sus seres queridos,por el control de la estufa 15 veces antes de salir por la mañana y orando en su mente durante horas todos los días. Pero, ¿es esto lo que usted QUIERE hacer? Usted puede sobrevivir con OCD, pero la vida es mucho mejor cuando se vive y se disfruta sin miedos.


Consejos para el paciente y sus familiares
Si usted padece un TOC ¿qué puede hacer para ayudarse a sí mismo?
- Recuerde que no está solo, hay mucha gente que sufre una enfermedad como la suya con obsesiones y compulsiones semejantes a las suyas.
- No está volviéndose loco; no hay ninguna razón para avergonzarse de tener esta enfermedad. Los síntomas que tiene están fuera de su control y necesita ayuda médica.
- Hable de sus síntomas con un médico. El está familiarizado con esta enfermedad y sabrá tomarse en serio sus obsesiones. Su médico sabe cómo ayudarle.
- Cumpla con el tratamiento tal y como le ha recomendado su médico, aunque al principio note efectos adversos molestos o no note mejoría durante las primeras semanas.
- Manténgase activo; intente afrontar sus temores y evite llevar a cabo sus rituales. De esta forma se reducirá el efecto que esta enfermedad tiene en su vida.
Si usted tiene un familiar o amigo con TOC ¿qué puede hacer para ayudarle?
- No culpe al enfermo. Ni el TOC tiene nada que ver con una debilidad del carácter ni el enfermo intenta molestarle intencionadamente.
- Haga todo lo posible para que el enfermo acuda a su médico y apoye sus esfuerzos para tratarse.
- Intente no implicarse en las obsesiones y en los rituales del paciente. Eso no hace más que reforzar sus conductas patológicas.
- Trate de disminuir el impacto de las obsesiones y los rituales en su relación con el enfermo.
- Estimule y aliente cualquier logro del paciente, por pequeño que parezca, en su lucha por superar sus síntomas.

fuente:serraniaderronda.es


Policlínica Serranía C/ Ollerías 19-21 Ronda (Málaga) , Tfno: 952 8756 50 / 952 87 67 37 Fax: 952 87 92 91

Yo soy mi enemigo


Yo soy mi enemigo
Desde el miedo a los espacios abiertos hasta la necesidad de lavarse las manos todo el tiempo, cada vez son más los que transitan por el calvario cotidiano de las conductas fóbicas


¿Alguna vez tuvo que bajarse del micro porque el chofer tomó una calle que a usted le provoca mareos? ¿O le pidió a alguien que no usara las manos en los bolsillos porque sino no podría seguirle hablando? ¿O experimentó en alguna ocasión la necesidad imperiosa e inevitable de salir corriendo si alguien lo miraba muy de cerca? Tal vez alguna vez. Tal vez nunca. Si le ocurrió o si por el contrario jamás le pasó algo siquiera parecido, sepa que a casi al 10% de la población le sucede muchas más veces de las que cualquiera quisiera soportar.

"Es que llega un momento que nadie lo puede soportar -dice Estela Serafini-. Ni los que padecen la fobia ni el entorno que los acompaña".

Estela no sólo experimentó en carne propia el dolor cotidiano de tener un hijo que, aunque con el diagnóstico de obsesivo compulsivo, hizo de la hipocondría y de las conductas fóbicas un estilo de vida, sino que se valió de esa experiencia para contactarse con otras personas que transitaran por calvarios parecidos y fundar así la Asociación de Ayuda Mutua de Trastorno Obsesivo Compulsivo (obsesiones@hotmail.com) Hoy el grupo de autoayuda es uno de los casi 40 de este tipo que funcionan en La Plata, muchos de los cuales tienen a la fobia como uno de los principales enemigos a vencer.

Los especialistas definen a las fobias como el miedo excesivo a un objeto o situación, y quien lo padece puede sufrir un ataque de pánico si se expone a él. De ahí que sean muchos los que sufran o conozcan a una persona que potencialmente pueda ser considerada fóbica. Las llamadas fobias específicas están contempladas en el Manual de los Trastornos Mentales de la American Psychological Association, y según Fóbicos Anónimos hasta el momento se llevan registradas más de 6.500 fobias distintas.

"Muchos podemos sentir temores a las alturas, a las arañas o a dar una conferencia -dice el psiquiatra Pedro Gargoloff-, pero para la mayoría esto no interfiere con la forma habitual de afrontar los compromisos cotidianos. Es una fobia si estas situaciones afectan el desempeño diario y la calidad de vida; cuando este miedo impide llevar a cabo las tareas habituales y, además, sean reconocidos por quien los sufre como irracionales".

Sea un temor a estar en público o una imposibilidad a usar determinadas prendas, el universo de los trastornos y las fobias es algo cada vez más conocido por el común de la gente y los nombres de cada variedad se repiten como si fueran los títulos de una saga de suspenso: agorafobia, fobia social, fobia específica o, como en el caso del hijo de Estela, trastorno obsesivo compulsivo.

Cuando uno repasa las diferencias y similitudes de cada una, descubre que la agorafobia se refiere al miedo a los espacios abiertos, que la fobia social es el temor a quedar ridiculizado ante los demás y que la fobia específica no es más que el rechazo a determinados objetos, animales o situaciones puntuales.

"Es un temor infundado y exagerado hacia elementos particulares como víboras, tormentas, visión de sangre o heridas", agrega Gargoloff, para quien el tratamiento de las fobias "debe realizarse desde varias perspectivas: psicoterapéutica, en particular las cognitivo comportamentales y de exposición; algunos fármacos del grupo de los antidepresivos y las terapias grupales".

La psicóloga Laura Mariani, en tanto, suma otra visión sobre el tema: "más allá de la personalidad de base en que se asienta este tipo de reacción -dice-, es evidente que las condiciones de insalubridad que propician algunos sectores de la sociedad tienen gran incidencia. Las presiones ejercidas por los modelos actuales, la amenaza y concreción de acciones destructivas, la problemática de pertenencia o marginalidad y otros tantos factores condicionantes han logrado su objetivo de convertir al hombre en un sujeto temeroso".

Los estudios epidemiológicos, aporta por su parte Gargoloff, revelan que los trastornos de ansiedad, como grupo de enfermedades mentales, son los más frecuentes (casi el 29% de población los presentarán a lo largo de la vida). Las estimaciones muestran que entre éstas, las fobias específicas y las fobias sociales son las más usuales, con algo más del 12% cada una.

"También las fobias son las enfermedades del adulto de inicio más precoz -destaca el especialista-, comenzando la mayoría antes de los 14 años, aunque el diagnóstico se da muchos años después. Además, la fobia social habitualmente se asocia con otros trastornos mentales: alrededor de la mitad de los fóbicos sociales tienen otro trastorno de ansiedad y/o depresión y un 22% de los trastorno bipolares presentan fobia social en algún momento de sus vidas".

Lo que dice el psiquiatra encaja en la historia de Daniel A., un platense de 42 años que padece trastorno obsesivo compulsivo, estrés psicosomático y fobia social. Todo comenzó el día que Daniel cumplió diez años, a fines de la década del setenta. Esa tarde escuchó un tiroteo cerca de su casa que lo dejó paralizado. No era la primera vez que le pasaba, pero esta vez el pánico le mantuvo los ojos abiertos toda la noche. Aquel día no hubo festejo de cumpleaños. Y a partir de ese momento, recuerda ahora, el temor no lo abandonaría nunca más. Daniel estaba convencido de que tenía que estar alerta: en su casa, en la escuela, en cualquier lado. Y cuando el miedo volvía a aparecer, lo único que podía hacer era quedarse quieto y contar en silencio. Si estaba en su casa contaba las luces de una araña que colgaba del techo, y si estaba en la calle se quedaba petrificado y empezaba a contar las tejas de las casas vecinas. Una, dos, infinitas veces. Contar era lo único que alejaba los fantasmas. Su vida se hizo así más retraída y solitaria. Terminó a duras penas el colegio secundario y no pudo seguir la Universidad ni un empleo en Obras Públicas que le permitía ganarse la vida.

"No pude concretar ningún proyecto -dice Daniel-. Ni casarme ni tener hijos. Nada. La fobia que siento hace que uno se vuelva más tenso y agresivo con el entorno. Me cuesta relacionarme. Me cuesta mostrarme...ahora mismo me cuesta decir lo que estoy diciendo..."

Desde el Fobia Club se habla de "cadenas asociativas". Y cuentan el caso de alguien que no podía tomar un colectivo porque pasaba cerca del cementerio. Con sólo ver el micro sentía náuseas, mareos, taquicardia. En los consultorios locales, en tanto, se asegura que de cada diez pacientes que se atienden un 35 por ciento lo hace por fobias específicas. Y recurren a una frase popular: "El que se quema con leche ve una vaca y llora", lo que demuestra que, en líneas generales, estas fobias surgen en la infancia, están latentes y en algún momento de la vida se desencadenan. ¿Cuánto hay de componente emocional y cuánto de aspecto puramente químico? Tal vez una cosa en realidad nunca quite a la otra, y el factor químico no sea más que una reacción sólo motorizada por el costado emocional. ¿Es posible pensarlo así?

"En realidad siempre es un misterio", dice Estela con un leve dejo de resignación. De esos tiempos en los que su hijo sufría horrores por el temor a contagiarse alguna enfermedad, a ella sólo le quedan los recuerdos y el sabor amargo de saber que, aunque controlada, la pelea es algo que se debe seguir dando todos los días. Su hijo ya no se lava las manos compulsivamente como años atrás. Tampoco le pone lavandina a cualquier cosa por miedo a contraer cólera. Pero Estela rememora lo pasado y sabe que no es tan fácil de pisar: "Ahora está mejor -dice-, pero con las cuestiones de la cabeza uno nunca sabe. Si los profesionales que estudian el tema todavía no lo tienen claro, menos lo va a tener una madre que descubrió la enfermedad por el sufrimiento de su hijo".

El que no puede estar solo en espacios abiertos, el que debe contar en silencio varias veces para no desmayarse si mucha gente lo está mirando o el que le tiene fobia a determinados micros. Todas manifestaciones de un drama que, aunque poco conocido o explicable, se repiten en cientos de personas que, mal o bien, tienen una historia para contar.

¿A usted nunca le pasó?