lo que he aprendido en todo este tiempo sobre la enfermedad.

fuente:Solo.www.webtoc.org

Bien, dado que este es un foro abierto y permisivo con todo tipo de sugerencias, ahí va una serie de prerrogativas que en mi opinión son básicas y fundamentales para el tratamiento personal del TOC. Para evitar cualquier sospecha comenzaré diciendo que llevo 30 años sufriendo TOC, que me encuadro dentro de dos categorías, repetidor y ritualizador mental, y que si bien he sufrido bastante a lo largo de las pasadas tres décadas, sobrellevo actualmente la enfermedad con muy pocos problemas. He logrado adaptarme de manera que no me castiga mucho y no me impide una vida plena. A continuación tenéis una suerte de decálogo cuyo contenido es un resumen de las certezas que he obtenido, de lo que he aprendido en todo este tiempo sobre la enfermedad.

1. El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es una enfermedad mental, es decir, una alteración de la salud mental que impide el correcto funcionamiento de nuestras funciones mentales. No usemos eufemismos. Si tenemos TOC somos enfermos mentales.
Y no pasa nada, porque tal término (enfermo mental) no es mas que una etiqueta cuya utilidad es la de catalogar y encuadrar cierto tipo de pacientes cara a estudiar un posible tratamiento. Es decir, no hay nada malo en el término "enfermo mental", sino en lo que engloba. Esa etiqueta es el primer paso para la recepción de un tratamiento adecuado. Tu cerebro no funciona con normalidad, te obliga a hacer o pensar cosas que no quieres, y por lo tanto eres un enfermo mental. Tal como, por ejemplo, aquella persona a la que no le funciona bien el sistema circulatorio es un enfermo vascular. Punto. No le tengamos miedo a las etiquetas. No nos definen, nos catalogan.

2. El TOC no tiene cura. Pero hay una serie de medidas proporcionadas por la ciencia que cuentan con efectos paliativos. Hay casos en los que algunas personas han logrado estar asintomáticos durante años. La semántica es importante para comunicarnos correctamente, pero aunque no sea lo mismo estar curado que asintomático, a efectos prácticos son casi sinónimos. Qué más te da no estar curado si logras que, tomando algo, los síntomas de la enfermedad no se manifiesten. Es decir, que por muchos casos "milagrosos" que te cuenten, el TOC no tiene cura actualmente. Lo que has de preguntarte es "¿y qué?". Lo que cuenta es no tener síntomas.
Es una enfermedad muy discapacitante, pero se puede aprender a vivir con ella en la mayoría de casos. Para los que no, están los fármacos.


3. El autoconocimiento y la honestidad con uno mismo son valores básicos si se quiere llegar a algún sitio en esto. Sé sincero contigo mismo, examina tus sentimientos y tus pensamientos para dar con la realidad del asunto, observa tus síntomas, tus patrones de pensamiento. En mi caso no hay duda alguna de que padezco TOC debido a que mis síntomas son muy notorios. De hecho son físicos. Pero hay casos en los que la enfermedad sólo contiene elementos mentales. En esos casos, hay que pensar si en realidad lo que se tiene es ajeno a uno mismo o es una cuestión de choque entre los deseos y los prejuicios y creencias propios. Es decir, antes de nada, comprueba que eso que está molestando tu normalidad mental es ajeno a tus pensamientos y por lo tanto no forma parte de un problema ético o moral. Una vez que lo tengas claro, no rehuyas la conclusión: tienes TOC, eres un enfermo mental y como tal y desde esa consideración has de buscar soluciones a tu problema.

4. Hazte fuerte en la realidad de tu problema. Al contrario de lo que sugieren algunos charlatanes, el autoconocimiento en tu enfermedad es una arma personal poderosa. Yo estuve años sin saber lo que me ocurría, creyendo que era el único que hacía esas cosas raras, el único que tenía esos pensamientos abominables, y eso hizo que me creyera un outsider, un extraño, una rareza. Saber que tenía TOC transformó mi vida, me dio esperanzas con respecto a mi creencia anterior y me hizo muchísimo más fuerte. Ya no era un monstruo, y sobre todo, ya no estaba solo. Simplemente, yo estaba enfermo. El malfuncionamiento de mi cerebro, las "manías", los pensamientos extraños que antes me atemorizaban debido a la posibilidad de que fueran propios, pasaron a ser ajenos. No era yo, era la enfermedad. Pensar en ello como algo ajeno a mi personalidad me sirvió para volver a respetarme a mí mismo y para tener un objetivo contra el que combatir. La bicha estaba ahí, dentro de mi cabeza, pero no era yo. De repente tenía al enemigo bien localizado y aislado. El siguiente paso era lógico: declararle la guerra, primero, y adaptarme a convivir con él si no la ganaba, segundo.

5. La base del TOC son las obsesiones, y estas cargan contra lo que nos es más querido, sobre todo contra todos aquellos conceptos que más rígidamente tenemos implantados en la cabeza, que es lo más parecido que hay a las obsesiones. El amor por nuestros seres queridos, nuestros mayores miedos y nuestras creencias ilógicas. El TOC nos obsesiona desde la falta de lógica. Nos damos cuenta de que la idea que nos atormenta no tiene sentido, pero la fuerza de ver atacado el contenido de esas ideas (el amor, el miedo y la creencia) se impone a las consecuencias lógicas. Y repetimos, y nos obsesionamos y nos rendimos a la compulsión.
La batalla es difícil, pero al menos tenemos claros cuáles son nuestros puntos débiles, los que el enemigo va a atacar. Mi solución ha sido la atenuación de esos valores. Me he vuelto más frío, pero eso me mantiene a salvo de tener ideas que ataquen el bienestar de mis seres queridos. He pasado a tener un vida más tranquila, sin alcohol, sin sobresaltos y sin elementos que me puedan mermar físicamente. Me alejo de todo aquello que pueda suponer problemas posteriores y que me cause temor. No lo eludo, pero convivo con ello lo menos posible. Si eres un enfermo mental has de asumir que no puedes llevar una vida perfecta, aunque sí bastante satisfactoria. En cuanto a las creencias, constituyen el siguiente punto.

6. Una de las mayores fuentes de obsesión, la que martiriza a muchos, es la religión. Bien, dado que este es mi decálogo, y dado que por aquí se le ha dado libertad a gente de todo tipo para expresar absurdidades de todo tipo, expresaré yo la mía: amigos, Dios no existe. De hecho, no existe ninguna cosa que pueda catalogarse como dios. La idea de Dios conlleva mucha basura introducida en las mentes infantiles en las escuelas, en las casas, en todas partes. La mente del niño es muy influenciable, y lo peor del caso es que a su joven cerebro no sólo se le impone la idea de un Dios positivo, sino también un montón de negatividades y oscuridades que la idea del Dios católico lleva aparejadas: el infierno, la blasfemia, la herejía... Todas esas mentiras son terreno abonado para una enfermedad que busca enraizarse en las obsesiones más fijas y perversas. Si te libras de la creencia en un falso Dios le estás restando al TOC la posibilidad de jugar con tu mente.
Y aún voy más allá. La idea de Dios es contraria a la del ser humano. Todo lo que hagas porque así lo ordena Dios no lo estás haciendo por el ser humano en sí, ni por iniciativa propia. Cree en el ser humano y en sus posibilidades, no en una entelequia superior que juega con nuestras vidas y que se muestra a diario más cruel que todos los dictadores que en el mundo han sido.

7. Cuidado con los charlatanes. Hay miles de personas que viven a costa de los desgraciados del mundo, aprovechándose de su bajo momento vital para conducirlos a un terreno de falsa esperanza basado en auténticas estupideces, cosas no demostradas que no superan la mínima prueba a la que se las someta. No todos perseguirán tu dinero; algunos de ellos simplemente se sienten importantes defendiendo algo en lo que son cabeza de ratón, ya que sus sandeces sólo las profesan unos cuantos. Son enemigos de lo único que ha demostrado que funciona, lo que nos mantiene aquí, lo que ha permitido nuestra sociedad de comodidades, lo que cura nuestras enfermedades e intenta solucionar el Trastorno Obsesivo Compulsivo: la ciencia. Cuidado con todo aquél que te pida dinero o que intente moldear tu personalidad con ideas cuasi religiosas. Por ponerte un ejemplo de lo peligroso que es esto, así se entra en las sectas, dejándose conducir por fantasías muy atractivas pero no demostradas, cuentos chinos a los que en tu momento de mayor debilidad podrías agarrarte por creer que no te queda otra salida. Conta eso tienes un arma de apoyo masivo, tu raciocinio. Piensa siempre. Piensa.

8. La ciencia ha demostrado que cuenta con paliativos. Si tienes TOC y has seguido los puntos anteriores, es tiempo de batallar. Ve al médico, ponte en tramiento. Hay una completa gama de medicamentos que minimiza los síntomas del TOC. La ciencia es tu arma más poderosa contra eso que te molesta en la cabeza y que no te deja ser tú del todo. Continuamente salen nuevos fármacos. Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina, Tricíclicos, Antidepresivos..., hay toda una gama de medicinas que demuestran día a día tener efectos beneficiosos en millones de pacientes. Existen terapias cognitivas y conductuales que también pueden ayudarte a cambiar el signo de tu sintomatología, a reconducirla para que te permita llevar una vida más digna. La ciencia ha de ser tu principal arma.

9. Esta enfermedad cuenta con más de 7 tipos distintos de sintomatología. Engloba tantos tipos que hay algunos de ellos que casi no tienen nada que ver unos con otros. Siendo catalogado como un trastorno de ansiedad, puede que en algunos casos no la tengas. Es el mío, por ejemplo. No es la ansiedad lo que me empuja a repetir las cosas, sino el convencimiento de que si no lo hago ocurrirán desgracias. Pero puedo incluso realizar la repetición horas después, sin haber tenido ansiedad alguna en el intermedio.
Dado que son tan diferentes, comprenderás que lo que te diga el afectado de una categoría puede no tener nada que ver con la realidad de la tuya. Cuidado con los consejos, incluidos los míos. El desconocimiento es brutal. Encontrarás incluso gente que dice o que cree haber tenido TOC cuando en realidad nunca lo tuvo, pues se trataba de otro tipo de trastorno. Por tanto, si quieres seguir consejos, que sean de quien comparte tu enfermedad, no de un charlatán anónimo.

10. Esto es una enfermedad cuyos síntomas son en muchos casos físicos, y cuyo origen podemos sospechar (gracias a los fármacos cuya interacción física disminuye sus efectos y a varios estudios científicos realizados) que también lo es. Puede haber condicionantes ambientales, educacionales, vivenciales o como quieras llamarlos, pero en mi opinión todo parte de un mal funcionamiento del cerebro debido a sus componentes biológicos. Por lo tanto, todos los consejos new age que te den no valdrán absolutamente para nada. Quizás te ayuden a mejorar tu personalidad, tu carácter o tus relaciones, pero no te ayudarán en absoluto con el TOC.
Muchos de esos consejos vienen dados por gente con buena voluntad, pero como sabéis y reza el dicho, el camino al infierno está enladrillado de buenas voluntades. Tus síntomas no los va a curar el ser positivo, ni el levantarte con buena disposición todas las mañanas, ni el intentar ser un superhombre nietzschiano. Le puedes decir todo eso a un cojo para que vaya más rápido, pero este seguirá sin poder correr. Sencillamente porque una causa física, la falta de un pie, se lo impide. En nuestro caso ocurre igual. No valen nada los buenos propósitos internos, ni la fortaleza anímica si para levantarte por las mañanas tu cabeza te obliga a desembozar la cama 20 veces, a meter los pies en las zapatillas y sacarlos otras 20 y a abrir y cerrar la puerte otras 15. Que seas el más optimista del mundo no hará que dejes de repetir las órdenes de un cerebro enfermo.

Eso es todo, amigos. La vida es como uno se la quiera plantear, con mayor o menor optimismo, pero eso no tiene nada que ver con tener una enfermedad imposibilitante. pero hay armas para batallar y luchar por tu dignidad personal. Utilíza la ciencia y no escuches a los charlatanes. La verdad nos hace libres.
fuente:http://www.webtoc.org/foro/index.php?PHPSESSID=ada6c455948c74c7a0af02172b8f046e&topic=3469.msg24629#new