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fuente:abby
La depresión y su relación con la serotonina

Como ya se mencionó, la serotonina interviene en una gran cantidad de situaciones, lo cual permite comprender por qué su mal funcionamiento puede conducir a múltiples padecimientos; los principales: depresión, ansiedad, migraña y alteraciones en la alimentación, entre otros.

Es muy recomendable que las personas diagnosticadas con dichos padecimientos tengan una información médica elemental; esto les permitirá entender mejor lo que los profesionales de la salud les digan sobre sus enfermedades y el funcionamiento de los medicamentos que se les prescriben, pues así podrán ser más críticos y exigir explicaciones acerca de lo que les sucede.

La depresión mayor está por colocarse entre los diez primeros lugares de morbilidad para 2020, según la Organización Mundial de la Salud. La interacción de factores biológicos (llamados vulnerabilidad genética) hacen que una persona sea más proclive a deprimirse ante presiones externas e incluso sin ellas, esto posiciona a la depresión como un problema de salud pública con cifras de 10 a 30% de la población mundial.

Se trata de una epidemia silenciosa, que en la mayoría de las personas no se ve como enfermedad, sino como una debilidad de carácter . La expresión échale ganas , refleja una percepción errónea de la ideología dominante respecto a este problema, pues es difícil que un defecto bioquímico cerebral sea compensado sólo con la voluntad, como suelen suponer tanto pacientes como familiares. Si le pidiéramos a un diabético, que le eche ganas, ¿este mero acto sería capaz de iniciar la producción de insulina por los islotes pancreáticos? Entonces, ¿por qué le pedimos algo equivalente a un depesivo?

La depresión mayor es quizá la dolencia con la que más se ha vinculado a la serotonina: esto queda claro al confirmar que la mayoría de los medicamentos antidepresivos aumentan los niveles de esta sustancia en las sinapsis.

En los cerebros de enfermos con depresión que se llegan a suicidar, se han encontrado muy bajos los niveles de serotonina, lo mismo que en pacientes en los que se toman muestras en el líquido cefalorraquídeo (lo que señala la presencia de un defecto en la regulación de la sertonina, pues la neurona no corrije esa baja)3, sin embargo, no es sólo el nivel de serotonina lo que se ve afectado; hay también otros sistemas de neurotransmisión que presentan una mala regulación en los estados de depresión, como norepinefrina, dopamina, acetilcolina y la hormona liberadora de la corticotrofina, entre otros.

También se sabe, en la actualidad, que las personas con depresión crónica presentan alteraciones finas en ciertas zonas del cerebro (que se detectan sólo con técnicas de imágenes cerebrales como la resonancia magnética funcional); se trata de zonas como la corteza prefrontal y el hipocampo. La primera se encarga de funciones como ejecución motora, toma de decisiones, juicio4; e inclusive influye sobre aspectos morales y éticos; la segunda sería algo equivalente al disco duro del cerebro. La llamada pseudo demencia del deprimido se explica por el daño que sufre la zona del hipocampo; luego, estar deprimido es algo grave, no sólo por el alto riesgo de suicidios que este estado provoca, sino porque a la larga ocurre un deterioro gradual de las llamadas funciones mentales. La buena noticia, es que el tratamiento de la depresión puede restituir las funciones de ese disco duro .

Cambios en los niveles de serotonina

El estrés, los niveles de azúcar en sangre y los cambios hormonales, sobre todo en los estrógenos, son algunas de las causas por las que serotonina se ve alterada. Los niveles bajos de serotonina, se asocian a desequilibrios mentales como la esquizofrenia, autismo infantil, trastorno obsesivo compulsivo, hiperactividad infantil, depresión, estados de agresividad, migrañas, estrés e insomnio.

El aumento de serotonina en los circuitos nerviosos produce una sensación de bienestar, relajación, mayor autoestima y concentración. La serotonina se puede medir a través de la sangre, aunque no se obtendrá mucha información, debido a que el cerebro y el resto del cuerpo se encuentran separados por la barrera hemato-encefálica, una especie de pantalla que no permite el paso de cualquier sustancia al cerebro. Por eso el cerebro fabrica sus propios neurotransmisores.
Como aumentar la serotonina

* El triptófano es precursor de la serotonina, este aminoácido esencial que es capaz de traspasar la barrera cerebral, no lo puede producir el organismo por lo que debe ser obtenido a través de la dieta.
* Las semillas de Griffonia simplicifolia, una planta que crece en la sabana y en la costa del oeste de Afrecha, son ricas en 5-hidroxitriptofano (5-HTP), una sustancia que sirve de nexo entre el triptófano y la serotonina.
* Practicar determinadas técnicas de relajación, yoga, meditación ayuda a elevar los niveles de serotonina.
* Hacer ejercicio con regularidad, la vida al aire libre, pasear y bailar favorece el incremento de esta sustancia.
* Cambiar de actividad, hacer cosas nuevas, emprender nuevos proyectos, viajar... ayuda a que la serotonina aumente.

Son ricos en triptófano las pastas, arroz, cereales, leche, huevos, soja, pollo, pavo, queso, plátano y leguminosas.

En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este articulo tiene una función meramente informativa.

La serotonina y los estados anÍmicos

Importancia de la serotonina

¿Qué es la serotonina? ¿Por qué parece estar relacionada con tantas funciones y enfermedades? La serotonina es un transmisor del sistema nervioso, es decir, una sustancia química con la cual se comunican las neuronas, por lo que recibe el nombre de neurotransmisor. Por ejemplo, si la neurona X envía un mensaje a la neurona Y (figura anexa), lo hace a través de una región especializada de ambas neuronas llamada sinapsis; así, éstas se comunican despachándose un correo químico con moléculas de neurotransmisor.

Aunque a través de la sangre se puede medir la serotonina, dará poca información de lo que ocurre en el cerebro, ya que ambos espacios -el cerebro y el resto del cuerpo- se encuentran separados por la barrera hemato-encefálica, una especie de frontera muy selectiva que no permite el paso de cualquier sustancia al cerebro. Un grupo de sustancias que tiene prohibido entrar a dicha zona, es precisamente el de los neurotransmisores de la periferia, porque el cerebro fabrica los propios y no permite la competencia extranjera , pues tendría un efecto poco específico sobre las señales químicas.

La serotonina se genera a partir del triptófano, un amino ácido esencial aportado mediante la dieta (en alimentos como el maíz, el plátano y las leguminosas), porque no lo fabrica el cuerpo. Una vez producida, la serotonina cerebral2 tiene un importante desempeño en varios campos; así, modula el funcionamiento de otras neuronas y regula el apetito mediante un freno llamado saciedad y en el cual la serotonina tiene un papel fundamental.

Otras funciones en las que de manera directa o indirecta se ve involucrada la serotonina son: regulación del deseo sexual, mantenimiento de la vigilia, modulación de la ansiedad y de la agresividad, además de contribuir a coordinar la producción de hormonas, una de ellas la melatonina.