Obsesiones controladoras: El trastorno obsesivo-compulsivo



Obsesiones controladoras: El trastorno obsesivo-compulsivo

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un padecimiento que controla las mentes de quienes se obsesionan con ideas recurrentes, ideas recurrentes, ideas recurrentes…

Este trastorno se manifiesta en la aparición indeseada e inesperada de toda clase de compulsiones y de obsesiones (juntas o separadas) que controlan la vida de un individuo. Las compulsiones son conductas o estrategias que se emplean para mitigar la ansiedad, producto de una obsesión, la cual es una imagen o pensamiento repetitivo y perturbador que genera la mente de la persona.

“María es una mujer que vive constantemente preocupada y aterrorizada por los gérmenes y la suciedad; es por esto que a manera de ritual ella se lava las manos con agua y jabón, una y otra vez (excesivamente) durante el día, por miedo a contaminarse. Es una angustia que parece nunca abandonarla —salvo cuando se lava las manos—pero poco tiempo después, la sensación regresa para repetir el ciclo. Ella sufre de TOC.”



Características del TOC

a. Las ideas, creencias o pensamientos tienen un notable potencial perturbador.

b. Los pensamientos están poco relacionados con problemas reales: esto quiere decir que si María trabaja como secretaria, la presencia de gérmenes o de contaminación “peligrosa”, es producto de una obsesión.

c. Cuando reinan estos pensamientos, la persona debe librarse de ellos ejecutando un ritual o una tarea específica: éste caso aplica cuando se repite una oración o una frase “mágica” en un determinado momento.

d. Las personas reconocen que desde su mente provienen estas ideas.

Acciones como contar frenéticamente los pasos, escalones y baldosas sin poderlo controlar; u ordenar hasta el cansancio y categóricamente la ropa, zapatos y objetos se convierten verdaderamente en un problema cuando duran demasiado tiempo, obstaculizan otras tareas importantes en nuestra vida —como relacionarnos con los demás— y nos controlan la existencia, hasta el punto en que nos domina la ansiedad.

El TOC no sólo es una pesadilla para quien lo sufre, sino para las personas que están alrededor. La única manera de enfrentarlo consiste en contrastar la realidad con las creencias y controlar sistemáticamente la ansiedad.

¡Tú puedes!
fuente: Oscar E. Matute