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El Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una enfermedad crónica incapacitante con profundas implicaciones para el funcionamiento social. El treinta por ciento de todos los pacientes con TOC muestran una mejora insuficiente con el tratamiento “state-of-the-art”. Se investigaron distintas opciones de tratamiento convencional y tratamiento alternativo para esta población.

Además de los inhibidores selectivos de la reabsorción de serotonina (ISRS) y la terapia cognitiva de conducta, las mono-terapias alternativas, las estrategias de aumento de los ISRS con una variedad de fármacos y la terapia electro-convulsiva han mostrado resultados en casos individuales, pero no se ha encontrado evidencia concluyente en pruebas controladas con placebo. Algunos estudios investigan la neurocirugía para el TOC refractario, sin embargo, la mayoría de estos estudios tienen defectos metodológicos.

Algunos enfoques novedosos actualmente bajo investigación han mostrado efectos prometedores para la resistencia al tratamiento en pacientes con TOC. Estos incluyen el aumento de los ISRS con antipsicóticos atípicos y la estimulación cerebral profunda crónica, una nueva técnica quirúrgica. Serán necesarias pruebas controladas con placebo- para ambas opciones de tratamiento para confirmar hallazgos preliminares.

Una mujer embarazada puede preguntarse si los medicamentos antidepresivos, como el Zoloft y Prozac, son dañinos para el bebé o ella misma. No existen respuestas simples. Cada mujer y su proveedor de cuidado de salud deben trabajar juntos para tomar la mejor decisión para ella y su bebé. Los medicamentos que se usan para tratar la depresión tienen ambos riesgos y beneficios.

Es desafiante estudiar y entender los riesgos de cualquier medicamento para una mujer embarazada. Durante el embarazo, dos pacientes – la madre y el feto – están expuestos al medicamento. Los medicamentos que son seguros para una mujer a veces pueden ser peligrosos para un feto. Por esta razón, los científicos no han estudiado muchos los medicamentos durante el embarazo.

No es ético realizar pruebas de medicamentos en una mujer embarazada, porque no se sabe cómo puede afectar al feto. Los investigadores obtienen la mayoría de la información al estudiar medicamentos que han sido aprobados por mujeres que no están embarazadas y que son tomados por mujeres embarazadas. Muchas veces estas mujeres no saben que están embarazadas.

Algunos medicamentos se han usado por muchos años sin señales obvias de riesgos serios para el bebé. Sin embargo, algunos científicos han reportado que algunos antidepresivos pueden tener riesgos mayores. Los SSRI son un grupo más reciente de medicamentos que los TCA. Los científicos continuan estudiándolos.

Los estudios han demostrado claramente que las mujeres no embarazadas y tienen depresión, corren un riesgo mayor de desarrollar la enfermedad de nuevo si paran de tomar sus medicamentos. Sin embargo, contamos con menos información para las mujeres embarazadas.

Estas son algunas de las cosas que los estudios han demostrado:

Un estudio en el 2006 encontró que las mujeres embarazadas con depresión mayor tienen más probabilidades de enfermarse de nuevo durante el embarazo si paran de tomar sus medicamentos. Una mujer con depresión puede tener dificultad al cuidarse durante el embarazo. Esto puede poner en peligro la salud del feto.

Muchos estudios no han encontrado una relación entre los antidepresivos y malformaciones serias en recién nacidos. Pero en el 2005, la Admininstración de Alimentos y Drogas de los EE.UU. (FDA por sus siglas en inglés) publicó una advertencia sobre el uso de Paxil (paroxetina) a base de varios estudios. La advertencia dice que el tomar este medicamento durante los primeros tres meses de embarazo puede aumentar el riesgo de defectos de nacimiento, en particular los defectos del corazón. Los científicos aún no tienen suficiente información como para llegar a una conclusión firme. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) recomienda que las mujeres embarazadas o las mujeres planeando un embarazo eviten el uso de Paxil, si es posible. Otros tipos de tratamiento para la depresión pueden ser mejores opciones.

Algunos bebés nacidos de mujeres que toman los antidepresivos del grupo SSRI muestran signos de “abstinencia”. Por ejemplo, estos bebés pueden tener problemas respiratorios o de alimentación. Sus movimientos pueden ser repentinos. Algunos pueden tener convulsiones. Los profesionales de salud que cuidan de los bebés recién nacidos están al tanto de estos riesgos y pueden proveer tratamiento. Es importante que el profesional de salud del bebé sepa con anticipación que la madre ha tomado antidepresivos durante el embarazo.
Los bebés expuestos a los SSRI tarde en el embarazo (después de las 20 semanas) tienen más probabilidades de tener hipertensión persistente pulmonaria (PPHN). Esto es una condición grave, pero rara, del corazón y los pulmones. No se han realizado suficiente estudios para saber con certeza si los SSRI causan esta condición. Se necesitan más estudios.
Algunos investigadores han estudiado los hijos cuyas madres tomaron antidepresivos. Ellos no han encontrado una relación a problemas serios del lenguaje, comportamiento o inteligencia.

Algunos estudios han demostrado una relación entre los antidepresivos y el nacimiento prematuro.

St. John’s Wort y otros remedios herbarios:

St. John’s Wort es una hierba que algunas personas usan para tratar la depresión. De acuerdo al Centro Nacional para la Medicina Complementaria y Alternativa, algunos estudios han demostrado que St. John’ Wort es útil para tratar la depresión leve a moderada. Otros estudios han demostrado que no ayuda a mejorar un tipo mayor de depresión.

Los productos herbarios, como el St. John’s Wort, varían en potencia y calidad de producto a producto. Se necesitan más estudios para saber si St. John’s Wort es útil y seguro para tratar la depresión en mujeres embarazadas.

Importante: Se conoce muy poco acerca de los efectos de St. John’s Wort en el feto. No tome esta hierba u otros productos herbarios sin antes consultar a su médico.