un poco de historia


Trastorno Obsesivo Compulsivo
El primer caso de desorden obsesivo compulsivo fue reportado en el compendio
“Anatomy of Melancholy por el Dr. Robert Burton de la Universidad de Oxford en
1621, sin embargo, fue hasta el siglo XX que se reconoció y describió como una
enfermedad1. A partir de este avance se han propuesto una seria de hipótesis, aun sin
comprobar, para describir la causa de este desorden, lo que ha provocado un atraso en
fármacos y terapias usadas para mitigar la enfermedad. El avance más significativo ha
sido la difusión de información sobre este trastorno, consiguiendo un diagnostico mas
certero y una mejor calidad de vida para los pacientes, que hasta hace unos años eran
considerados deficientes de sus facultades mentales.
Introducción
Si bien no es muy frecuente encontrarse con personas que padecen algún tipo de enfermedad mental, la
gran mayoría de la gente suele clasificar o etiquetar como “locos” a aquellos que padecen alguna
enfermedad de este tipo. Esto se debe principalmente a que no se conoce toda la gama de enfermedades
mentales o neurológicas existentes y mucho menos los factores que pueden provocarlas o
desencadenarlas.
El objetivo de este artículo se enfoca principalmente a develar algunos misterios acerca de un
padecimiento neurológico muy importante como es el trastorno obsesivo compulsivo, de tal manera
que todo aquél que lo lea, tenga la información suficiente como para comprender la gravedad del
padecimiento y no se limite a llamarlo simplemente locura.
Trastorno Obsesivo Compulsivo
El Trastorno Obsesivo Compulsivo es una enfermedad neurológica cuya principal característica
consiste en pensamientos recurrentes, incontrolables y obsesiones desagradables o comportamientos
repetitivos que no son controlados voluntariamente por el individuo. El nombre de esta enfermedad
proviene de sus dos principales síntomas: obsesión y compulsión.
Las obsesiones son ideas, imágenes o impulsos frecuentes y persistentes que son egodistónicos, lo que
significa que no son producidos voluntariamente, sino que invaden la conciencia y son repugnantes o
sin sentido. A pesar de que el enfermo intenta reprimirlos, la mayoría de las veces resulta imposible.
Por otro lado, las compulsiones son comportamientos repetitivos que se realizan siguiendo siempre un
estereotipo. El comportamiento está diseñado para producir o evitar algún acontecimiento o situación
futura2. Se lleva a cabo con una sensación de compulsión subjetiva junto con un deseo de resistirla, al
menos inicialmente. Generalmente se reconoce la falta de sentido de dicho comportamiento y no se
obtiene ningún placer al llevar a cabo esta actividad, aunque le provoca un alivio de su tensión.
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