La ley suprema de la Obsesión es: Siembra y cosecharás. Cuida tus pensamientos. .porque se volverán palabras Cuida tus palabras... porque se volverán actos Cuida tus actos. porque se harán costumbre Cuida tus costumbres… .porque forjarán tu carácter Cuida tu carácter… .porque formará tu destino Y tu destino será tu vida. ” Nuestras dudas son traidoras y a menudo nos hacen perder las cosas buenas que pudiéramos conseguir. ”
presos de la mente
Según la OMS, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es la cuarta enfermedad mental más común en los países desarrollados: se calcula que afecta a entre un 2 y un 3 por ciento de la población. Aparece en un 80 por ciento de los casos en la infancia (entre los 8 y los 9 años) o luego en la adolescencia (entre los 15 y los 18). Sin tratamiento, los síntomas se van agravando hasta incapacitar totalmente al paciente.
Las personas con TOC viven atadas a sus obsesiones y sus conductas repetitivas, que no pueden controlar. Por ejemplo, necesitan lavarse constantemente las manos para no contagiarse de enfermedades infecciosas y le dedican a esto unas siete horas al día. Pueden pasarse una jornada entera ordenando la carpeta de clases, lo que les impide ir a la escuela.
Les lleva más de una hora hacer la cama para que quede perfectamente estirada y con cubrecama y almohada bien centrados. Dos horas para vestirse sin una mínima arruga o un pliegue. Otro tanto para disponer las tazas del desayuno... A veces dejan de comer y beber para ir poco el baño y evitar por lo menos uno de sus tantos rituales tortuosos.
Lo más desesperante es que son conscientes de lo que les está pasando y sienten que se están volviendo locos. Algunos llegan a pensar que están poseídos por el demonio.
Más del 30 por ciento no mejora con tratamientos ni con drogas y tiene en la psicocirugía su única esperanza, en muchos casos débil, de salir del infierno. ¿Tú qué harías?