Miedos extraños: qué hacer ante una posible fobia



Miedos extraños: qué hacer ante una posible fobia
Temerle a los vegetales, a la fealdad o a mirar hacia arriba son son algunas de las menos conocidas. Sepa qué hacer ante terrores infundados raros o comunes

Luego de varios meses de miedo y trastornos familiares, Pedro recurrió a un centro de ayuda y pudo ponerle nombre a una situación que sabía que era irracional, pero que no podía controlar. Pedro tenía pánico del lado izquierdo de su cuerpo y los psiquiatras le diagnosticaron levofobia.

El caso de Pedro es apenas uno, casi insólito, pero de los tantos terrores que aquejan a las personas.

Técnicamente, la fobia es definida como un intenso e irreal miedo: así, acarrea síntomas físicos como aceleración o disminución del ritmo cardiaco, náuseas, transpiración excesiva, tartamudez, etcétera.

Algunas fobias son internas, que sólo se manifiestan en determinada situación y otras, como las de Pedro, que son una barrera constante. El miedo a socializar, a la exposición pública, son algunas de las primeras, como también lo es el miedo a espacios cerrados, como los ascensores (claustrofobia).

El tema son las fobias extrañas. Algunos tienen miedo a los pollos y desarrollan la alektorofobia. Otros, a mirar hacia arriba, o anablefobia.

El psicólogo Gustavo Bustamante relata a Infobae.com el caso de una paciente que actualmente está rehabilitándose de su miedo a comer verduras.

“En este tipo de trastornos no buscamos la causa; creemos que ha sido un condicionamiento que tal vez ocurrió hace diez años. Trabajamos sobre los factores que mantienen ese miedo”, explica el especialista, vicepresidente de Fobia Club, una fundación que brinda asesoramiento y tratamientos para fóbicos.

La cacofobia es el miedo a la fealdad y la geliofobia, a la risa. Entre los adolescentes suele surgir la chorofobia, un terror que los invade ante la posibilidad de pisar una pista de baile. También hay algunos casos de batonofobia: las personas que lo padecen sufren cada vez que tienen que estar cerca de una planta.

Santo remedio
Afortunadamente, para todos estos terrores y fantasmas existen soluciones.

Básicamente se tratan con equipos de profesionales compuestos por psicólogos, psiquiatras y eventualmente, médicos.

Existen también varias asociaciones que se dedican a orientar y aconsejar a los fóbicos.

Tal vez los más recurridos son hoy los centros de ayuda para los trastornos de ansiedad, una enfermedad casi tan usual como el estrés.

Sin embargo, un paciente puede convertir un ataque de pánico –trastorno cada vez más frecuente en mujeres- en una agorafobia o miedo a los espacios abiertos.

Según Bustamante, los panic attacks y el miedo a los lugares abiertos son dos de los trastornos más comunes en la actualidad. En segundo lugar se ubican las fobias sociales, temores que se traducen en dar un examen, concurrir a una entrevista laboral o simplemente ir a una plaza.

“El 90% de nuestros pacientes viene de tratamientos anteriores. Este tipo de trastorno –la fobia social- necesita un tratamiento integrado, que incluya la parte médica y la psicológica”, explica el especialista de Fobia Club.

Según el psicólogo, un paciente fóbico necesita unos tres meses en promedio para rehabilitar su vida, es decir, unas doce sesiones. Sin embargo, un trastorno de tipo obsesivo compulsivo necesita al menos unos ocho meses para lograr una estabilidad.

Las fobias de la época

Así como el estrés es una enfermedad propia de nuestros tiempos, los trastornos por ansiedad generalizada son los que más han crecido. Bustamente ubica dos razones para este hecho: por un lado la realidad que vivió la Argentina, sobre todo a partir de la crisis de 2001 y por otra parte, el mejor entendimiento que han hecho los profesionales sobre esta patología.

Asimismo, hay fobias propias de la gran ciudad: el miedo a los subtes y a las grandes alturas, por poner dos casos. En cualquier caso, lo mejor es remitirse a una institución de este tipo e informarse. Fobia Club realiza, de manera gratuita, una reunión informativa abierta a todo público los martes a las 18.30. Las reuniones son en la sede de la fundación, Junín 1445.

Otra opción es la Dirección de Salud mental del Gobierno porteño, que atiende las consultas en los teléfonos 0-800-333-2922 o el 4863-8888.

Denise González Eguilior
deguilior@infobae.com