Cómo saber si uno es obsesivo




Dudar persistentemente en si se ha cerrado bien una puerta o si se tienen las manos limpias; o contar mentalmente objetos sin parar, son manías que tienen algunas personas. Pero lo que muchos no saben es que estos hábitos pueden terminar en un verdadero caos psicológico y hasta volverse en un obstáculo para la vida diaria. Aquí te decimos cómo detectarlos y prevenirlos.

Las más conocidas

Los trastornos obsesivos compulsivos -así llamados por Sigmund Freud son ideas, sentimientos o imágenes que entran a la mente de forma involuntaria, explica Jaime Viaña, psicoanalista y profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México.

"Es todo una secuencia: aparece la idea obsesiva seguida por una acción compulsiva, que es un ritual que la persona se ve obligada a seguir para calmar sus ansias o al menos sentirse más tranquila", afirma el experto.

Entre las neurosis más recurrentes, los especialistas citan a las siguientes:

La seguridad: Existe una preocupación recurrente por la salud de un ser querido, se teme a que le ocurra un accidente, por ejemplo. Generalmente revisan una y otra vez cómo está la casa antes de salir y, después, vuelven a entrar para cerciorarse de que todo haya quedado seguro.

Limpieza: Quienes la padecen están lavándose constantemente las manos ya que les preocupa infectar al cuerpo con gérmenes. Llegan a evitar cualquier contacto físico con los demás para evitar contaminarse.

Belleza del cuerpo: Muchas mujeres sufren obsesión por su apariencia, convirtiéndola en un pasaporte para ser aceptado socialmente. Nada las satisface y siempre encuentran áreas por mejorar.

Contar las piezas: Algunos obsesivos suelen ser minuciosos con el tiempo o en la cuenta de cantidades mentales para distraerse. Memorizar las placas de un auto o contar los libros en un estante sin poder evitarlo son algunos de los casos típicos.


"Es todo una secuencia, aparece la idea obsesiva seguida por una acción compulsiva, que es el ritual que la persona se ve obligada a seguir para calmar sus ansias o al menos sentirse más tranquila", afirma el psicoanalista Jaime Viaña.


Según Angel Castro Trejo, profesor de psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, para darse cuenta si uno es un neurótico obsesivo basta con observar algunas de las siguientes características:

Una idea o imagen aparece constantemente y en contra de tu voluntad.
Quieres comprender hasta lo incomprensible.
Haces cuentas mentales para distraerte.
Aceptas que las ideas que te surgen son absurdas y te pregunta por qué estás pensando eso.
Te preocupas reiteradamente por cosas que conscientemente aceptas que son insignificantes.
Pequeños detalles de convierten en graves ante su percepción, como la suciedad.
Las acciones que resultan de las ideas repetitivas te quitan gran parte de tu tiempo.
¿Tomar tratamiento?


La neurosis se considera un problema grave cuando afecta las actividades cotidianas de quien la sufre o cuando se interpone en la relación con las demás personas. En este momento hay que considerar someterse a un tratamiento, asegura Castro.

Existen diversas formas de combatir las ideas obsesivas, desde la psicología conductiva, hasta la lobotomía y el tratamiento con fármacos.

La terapia conductista consiste en que la persona enfrente sus obsesiones: a quien no deja de pensar en la limpieza lo hacen tocar algo sucio y que luego no se lave las manos; o que cuente a lo largo del día las veces en las que cae en los pensamientos recurrentes.

Según datos del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, esta terapia no tiene tanto éxito en pacientes que sufren neurosis depresiva.

Otro de los recursos el psicoanálisis, en donde el paciente cuenta todo lo que le pasa por la mente y el experto logra descubrir la causa que está detrás de sus ideas obsesivas.

Pero antes de recurrir a cualquier tratamiento habrá que tener en cuenta que estos trastornos pueden estar asociados con otros problemas, como el estrés o las depresiones. Lo más conveniente es visitar a un especialista para hacerse una revisión general.


La neurosis se considera un problema grave cuando afecta las actividades cotidianas de quien la sufre, o bien cuando involucra la relación que tiene con las demás personas.