"No piense en un oso blanco"

La obsesión

TIENE CURA

Es un médico campechano y extrovertido, colabora con Channel 4, en un programa de divulgación e información sobre trastornos psicológicos y su tratamiento. En los últimos veinte años se ha dedicado al trastorno obsesivo compulsivo (¿recuerdan a Jack Nicholson en ´Mejor imposible´?), que hasta hace poco estaba considerado una rara enfermedad psiquiátrica que no respondía al tratamiento. Hoy es reconocido como un problema común que afecta a un 2-3% de la población, es más frecuente que la esquizofrenia o la anorexia. El problema es que esos pacientes tardan en ir al médico unos siete años. En cuanto a los hipocondriacos, otra de sus especialidades, nos previene de la gravedad de algunos casos, pero asegura que tienen cura.
Paul_salkovskis

PAUL SALKOVSKIS · EXPERTO EN HIPOCONDRIASIS Y EN ANSIEDAD

"No piense en un oso blanco"

Tengo 51 años. Nací en el norte de Inglaterra y vivo en Kent. Estoy casado y tengo dos hijos. Trabajo en el Instituto de Psiquiatría de Londres. Soy socialista y me preocupa el servicio de salud nacional, mal resuelto. Soy ateo. He venido a dar una charla al V Congreso Mundial de Terapias Cognitivas y Conductuales de Barcelona

- Los hipocondriacos son enfermos imaginarios?

- Ellos prefieren que les llamen personas que sufren ansiedad por la salud precisamente porque no es una enfermedad imaginaria.

- ¿Y por qué a uno le da por preocuparse por su salud hasta enfermar?

- Normalmente debido a historiales familiares de enfermedad. Estos pacientes van de médico en médico hasta asegurarse de que están perfectamente.

- Nadie está perfectamente a partir de cierta edad.

- Por eso siguen preocupándose y buscando la confirmación de que están sanos. Al centrarse cada vez más en su organismo desarrollan síntomas.

- ¿Qué tipo de síntomas?

- Si, por ejemplo, imaginan que tienen cáncer de garganta y se tocan continuamente, se acaba inflamando algún ganglio, es decir, teniendo problemas por su conducta. A la vez todo eso provoca un cambio en el estado de ánimo que desemboca en depresión o ansiedad.

- Parece miedo a la muerte.

- Si fuera eso, no se suicidarían, y es una enfermedad asociada a altos índices de suicidio. Se imaginan a sí mismos dependientes de la familia, perdiendo la dignidad, con mucho dolor, deteriorados.

- ¿A qué tipo de enfermedad temen?

- Eso va variando, antes temían más al cáncer y ahora tenemos más pacientes con miedo a padecer sida, enfermedades neurológicas o la enfermedad de las vacas locas.

- ¿Qué hay detrás de esa percepción?

- Creencias; por ejemplo, creer que si te pones enfermo tu familia te abandonará.

- ¿Hay rasgos de personalidad que se repitan en estos enfermos?

- El perfeccionismo y la dificultad de tolerar la incertidumbre.

- ¿Cómo los cura?

- Desde hace diez años con terapia cognitiva conductual, doce sesiones en las que se tratan las creencias del paciente y los comportamientos que agravan el problema.

- ¿Ha visto Mejor imposible de Jack Nicholson?

- Sí, es la historia, muy bien contada, de un hombre con trastorno obsesivo compulsivo; ya sabe: lavarse las manos continuamente, comprobar mil veces que la puerta esté bien cerrada, pensamientos de violencia y agresión contra otras personas…

-... pero que no se llevan a término.

- No. Las obsesiones son pensamientos intrusivos que todos tenemos, el problema viene cuando te los tomas en serio.

- Eso es muy filosófico.

- El pensamiento se convierte en obsesivo y desencadena la convulsión cuando intentas no pensar en ello. Si yo le digo: "No piense en un oso blanco", no puede hacerlo.

- Todos tenemos pensamientos intrusivos, ¿cómo los podemos combatir?

- No hay que combatirlos, sino todo lo contrario, dejar que estén ahí y centrarse en otras prioridades. En realidad son pensamientos muy valiosos, que nos hacen creativos. Fíjese cómo se queda la gente cuando le hacen una lobotomía.

- Pero los pensamientos intrusivos son bastante estúpidos.

- En situaciones en que uno es vulnerable le hacen sentir fatal y dejan de ser estúpidos.

- Por eso son estúpidos, porque te hacen sentir mal sin sentido.

- A menudo los pensamientos intrusivos son lo contrario que uno piensa normalmente, para una madre amante de sus hijos sería matar a su hijo, para una persona muy religiosa serían pensamientos blasfemos. El problema es que los enfermos creen que sus pensamientos pueden llegar a dominarlos.

- ¿Alguien se libra de la ansiedad?

- Los psicópatas no la padecen, no temen las consecuencias de sus actos. Es el otro extremo del trastorno obsesivo compulsivo.

- La ansiedad en un sistema de defensa.

- Sí, y hay gente que tiene un grado de ansiedad tan bajo que se pueden matar accidentalmente. Pero está claro que la ansiedad extrema es una enfermedad moderna.

- ¿Por qué sufrimos tanta ansiedad?

- Porque hoy tenemos mucho que perder.

- ¿La reflexión sería una manera de combatir la ansiedad?

- La reflexión es necesaria, pero a mucha gente le produciría más ansiedad.

- ¿Mejor mirar a lo lejos?

- Buena propuesta, mantener los ojos en el horizonte, porque eso te indica adónde estás yendo. También es bueno meditar, pero meditar requiere estar en el momento presente. Quizá lo que habría que hacer es una combinación de los dos.

- ¿Qué paciente le ha sorprendido más?

- Una mujer de 72 años con trastorno obsesivo compulsivo desde los 14, que en un tratamiento de cinco horas estaba curada.

- ¿Qué le dijo para ser tan convincente?

- Su pensamiento obsesivo era que iba a hacer daño a los demás y el tratamiento consistió en mostrarle que no era cierto. Justamente la confronté a aquellas situaciones que ella evitaba, como hacer pasteles de chocolate porque pensaba que no podría evitar poner cristales dentro.

- ¿Y el pastel se lo comió usted?

- Sí, el mejor pastel de chocolate que jamás he probado.

- ¿Qué es lo que más le sorprende de la mente humana?

- La capacidad de la gente de ignorar los problemas y no buscar ayuda. Y que esas personas que ves tan amables y gentiles también están llenas de ansiedades, las experiencias difíciles pueden afectarnos muy negativamente a cualquier edad, somos muy frágiles.

http://matosas.typepad.com
fuente:IMA SANCHÍS